Liderazgo 2.0: Una visión compartida de futuro

Liderazgo 2.0: Una visión compartida de futuro

A la hora de pensar en una compañía con una estrategia a largo plazo, el liderazgo es un elemento central. Configura la fuerza pivote detrás de las organizaciones exitosas que les permite desarrollar una visión y, conforme a esta, movilizar a la organización hacia ella, comprometiendo a la gente a actuar, convirtiendo a sus empleados en líderes y a los líderes en agentes de cambio. Pero para lograrlo es necesario empoderarlos, dotarlos de poder, que es la energía básica que traduce la intención en realidad.

El liderazgo es lo que da a una organización su visión y la oportunidad de traducirla en realidad. Los problemas actuales no se resolverán sin organizaciones exitosas, y las organizaciones no pueden tener éxito sin un liderazgo con una visión disruptiva.

El problema de muchas organizaciones, y especialmente de las que fracasan, es que tienden a estar sobre gestionadas y sublideradas. Hay una profunda diferencia entre gestión y liderazgo, y ambos son importantes; gestionar significa llevar a cabo, realizar, tener a cargo, conducir. Mientras que liderar es influir, guiar en la dirección, curso, acción y opinión. La distinción es crucial. Los jefes son personas que hacen las cosas bien y los líderes son personas que crean nuevas ideas, nuevas políticas, nuevas metodologías que cambian el metabolismo básico de sus organizaciones.

Para elegir una dirección, un líder primero debe haber desarrollado una imagen mental de un estado futuro posible y deseable de la organización, mejor que lo que existe ahora. Con una visión, el líder proporciona el puente más importante desde el presente hasta el futuro de la organización.

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Una visión compartida del futuro

Las empresas exitosas tienen un consenso de arriba a abajo sobre un conjunto de objetivos generales. Este es fundamental, ya que la estrategia de gestión más brillante fracasará si falta ese consenso.

A menudo los grandes líderes en las organizaciones inspiran a los colaboradores a altos niveles de logro, mostrándoles cómo su trabajo contribuye a fines que valen la pena. Es por eso que los líderes son tan poderosos como las ideas que pueden comunicar.

Desde Recursos Humanos tenemos que trabajar con el objetivo de alinear la visión de la organización con la de los líderes para poder acoplarla a una nueva cultura de negocios, la cual debe reforzarse a través de la estrategia y el proceso de toma de decisiones. También tenemos que trabajar con los líderes para ajustar los procesos de comunicación, capacitación, desarrollo y compensaciones, de tal manera que puedan generar las condiciones necesarias para construir esta nueva arquitectura organizacional ágil y dinámica, procurando evaluaciones constantes que detecten posibles cambios a la luz de las nuevas circunstancias. Al final, el líder es quien articula la visión, y Recursos Humanos, a través de sus procesos, facilitará el camino para que emerja.

Las organizaciones maduras deben revitalizarse de una manera u otra para competir en entornos cada vez más difíciles, impulsados por la velocidad de los ciclos de innovación de la tecnología que están moldeando nuevos estilos de vida. Por eso transformar las organizaciones requiere un estilo especial de liderazgo que considero necesario para que estas logren sus objetivos.

Recursos humanos debe contribuir a la transformación cultural procurando:

  • 1)     Crear una red de información y comunicación más accesible para todos.
  • 2)     Forzar periódicamente a los líderes a extender sus horizontes de tiempo y ver su trabajo en una estructura temporal a largo plazo.
  • 3)     Requerir vigorosas comunicaciones acerca de las metas, problemas estratégicos y asignación de recursos.
  • 4)     Enseñar sistemáticamente a los líderes acerca del futuro, así ellos pueden calibrar intuitivamente sus decisiones de corto plazo de una mejor manera.
  • 5)     Crear una actitud y una sensación de confort sobre el futuro.
  • 6)     Estimular proyectos de largo plazo que puedan tener un gran impacto en coyunturas claves para decisiones estratégicas específicas.

Los líderes tienen la habilidad de traducir la intención en una realidad, y sostenerla concentrándose en los propósitos básicos de la organización, con apoyo en un nuevo sistema de valores. Los líderes son capaces de despertar una sensación de entusiasmo sobre la importancia de la contribución de las organizaciones a la sociedad.

Nada es más central para las organizaciones modernas que su capacidad de cooperar con la complejidad, ambigüedad e incertidumbre. En una era de cambios rápidos, Recursos Humanos se convierte en el pívot necesario entre el liderazgo y la cultura, para que la organización esté cada día más orientada al futuro y a la toma de dirección apropiada. El liderazgo es la pegatina entre la estrategia emergente y la estrategia deliberada; Recursos Humanos deberá tener presente que desarrollarlo será clave para alcanzar el éxito de su gestión ya que nos permitirá influenciar en forma más decisiva para dar forma a un futuro más deseable para las organizaciones y el mundo en que vivimos. 

Muy interesante Martin, comparto que sin una mirada disruptiva sobre el futuro, va a ser más difícil comprometer a la gente con un proposito que los desafie.

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