¿Llegó la hora de clarificar objetivos?
Algunos síntomas que debemos tomar en cuenta para comenzar a planificar y trazar objetivos.
Estas son algunas frases que se me vienen a la memoria de conversaciones con gerentes y/o dueños de empresas antes de acompañarlos a definir sus objetivos estratégicos:
- “Tengo la sensación de que antes, con menos gente hacíamos más y nos equivocábamos menos. No sé qué pasa”.
- “Este negocio es muy sencillo, pero no podemos equivocarnos. Necesito que mi gente entienda eso”.
- “Tengo claro lo que quiero, pero a lo mejor no estoy transmitiéndolo bien”.
- “Existe competencia, pero no queremos bajar nuestro precio. Tenemos un buen producto y el mercado lo valora”.
- “Me he convertido en el cuello de botella, todas las decisiones pasan por mí. Debería estar vendiendo o desarrollando nuevas ideas para la empresa, pero no tengo tiempo”.
- “Mi pasión es entregar un buen servicio, sin importar el costo que ello implique. Si tengo que volver hacer el trabajo ordeno que se haga, pero la verdad no tengo un control de la rentabilidad de cada proyecto. Aunque en la suma felizmente me va bien, tengo la sensación que con una mejor gestión estaríamos mucho mejor”.
- “Todos hacemos de todo, un poco de orden no nos vendría nada mal. Esta empresa da para mucho más”.
- “Tenemos varias ideas para implementar, pero definitivamente una ruta estratégica hará que nuestro dinero sea bien invertido y las probabilidades de éxito serán mejores”
- "Queremos crecer más, pero sentimos que operativamente aún no nos hemos consolidado".
Y el bonus track viene por cortesía de un área de calidad…
“La gerente ya se cansó que cada jefe de cuenta de sus acciones de distintas maneras”.
Planificar y clarificar los objetivos de su empresa no solo le dará un orden en su proceso de crecimiento o consolidación, además se convierte en un poderoso instrumento para obtener el compromiso de sus colaboradores hacia el logro de las metas.