Lo ético: siempre más allá de lo legal

Alejandro Fontana, PhD en Planificación y Desarrollo por la UPM

Muchas veces confundimos la evaluación ética de una acción pensando que lo que define la calidad ética de una actuación es el impacto que tiene en terceras personas. La ética es la ciencia que evalúa el impacto de las acciones en la propia persona. Lo que la ética advierte es el daño que nos podemos hacer a nosotros mismos cuando actuamos. Más que mirar si la acción tiene un efecto en un tercero, a lo que atiende es al efecto en el propio agente.

En este sentido, los acuerdos sociales que se establecen entre las partes por motivos profesionales, laborales o sociales no llegan a atender este nivel de la acción. Son pocas las normativas que se preocupan por la calidad de persona del que actúa; y sin embargo, la vida en sociedad depende mucho de dicha calidad. Como decía Gandhi, es una quimera intentar una sociedad ética al margen de que sus miembros sean éticos. 

Cuando observamos las sociedades más desarrolladas, nos impresiona el aprovechamiento de sus recursos, la calidad de sus acabados profesionales, el grado de educación artística, el nivel de su infraestructura. Incluso pensamos que todo eso se debe a su alto nivel económico, y olvidamos quizás el factor más importante de esa prosperidad: el nivel ético que dichas sociedades han vivido durante muchas décadas. La sociedad americana, por ejemplo, es una sociedad que valora mucho la veracidad, y ha sido una economía que durante muchos años ha basado su desarrollo en la confianza y en la búsqueda del bien común, más que en el bien personal. 

Por varios años, un grupo de CEOs de las 200 empresas más grandes de USA expuso que las empresas se debían a la sociedad: que tenían que servirla; y en 1981, escribieron que el problema fundamental era el balance que debían hacer para atender a todos los stakeholders de la empresa: consumidores, proveedores, accionistas, comunidades y la sociedad en su conjunto (Mintzberg, Simon & Basu, 2002). 

Por eso, en la actividad empresarial el directivo no puede conformarse solo con la letra de los acuerdos si desea tener un comportamiento ético. Las virtudes no se reducen a lo que establecen unos papeles o unos acuerdos; la construcción de la virtud, elemento esencial del comportamiento ético, está estrechamente ligada a la realidad, de modo que un acto inmoral -no ético- es injusto aunque muchos artículos de un acuerdo o un contrato digan que es legal. Cuando una persona cobra por un servicio que no ha prestado, comete una injusticia, y esto, aunque un contrato establezca que se le debe pagar. Una actitud ética lleva siempre a sopesar la realidad, y a actuar según ella. 

No es ético, por tanto, el cobro que se viene haciendo en la concesión del Tramo 2 de la Longitudinal de la Sierra por servicios de operación y mantenimiento que no se brindan.  Aunque este cobro sea legal, porque así lo contemplan unos contratos, esta acción no es ética, porque no es justa, y atenta contra la calidad ética de los que lo ejercen. 

Como señalaba Aleksandr Solzhenitzyn: 

una sociedad sin una escala legal objetiva es una sociedad terrible. Pero una sociedad con no otra escala que la legal es también muy poco valiosa para el hombre. Una sociedad basada en la letra del derecho y que nunca alcanza algo mayor está sacando muy poco provecho del alto nivel de las posibilidades humanas. La letra del derecho es demasiado fría y formal para tener un efecto beneficioso en la sociedad. Cuando el tejido de la vida se hace solo con relaciones legales, hay una atmósfera de mediocridad, que paraliza los impulsos humanos más nobles (p. B1).     

Si deseamos construir una sociedad próspera, no es suficiente amparse en lo legal; necesariamente hay que trabajar por aumentar la propia calidad ética, aunque esto suponga renunciar a un derecho adquirido legalmente. 

Referencias

Mintzberg, H., Simon, R. & Basu, H. (2002). Beyond Selfishness.Mit Sloan Managment Review. Vol 44, Nº 1.  

Solzhenitsyn, A. (1978). How the West has succumbed to cowardice. Montreal Star, News and Reviews, June 10.