Lo que digo v/s lo que pienso
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Lo que digo v/s lo que pienso

¿Cuántos de ustedes dicen lo que piensan?

Parece que no muchos, partiendo por mí. Aunque he encontrado una forma que me ayuda con eso, y es lo que quiero compartirles ahora.

Lo primero es darnos cuenta de ¿qué estoy pensando y sintiendo (cuerpo-emoción) cuando sabiendo que quiero decir A termino diciendo B?

Y van algunas clásicas respuestas:

1. Siento miedo que en vez de arreglar la situación la empeore.

2. No quiero que crea que la/lo estoy juzgando, aunque eso es lo que pienso.

3. Quiero llevar la fiesta en paz

4. Con él/ella no vale la pena, no escucha..no va cambiar

5. ¿Y si nos peleamos? 

6. ¿Y si pierdo la pega?

7. ¿Y si dicen que siempre ando armando problema? 

8. ¿Y si.. un largo etcétera.

Tal vez algunos te sean familiares y otros no tanto, si es así házmelo saber y lo incluyo.

La cosa es que solemos, abordar una conversación sin ser conscientes de lo que Fred Kofman, llama la columna izquierda (lo que pienso y no digo) y la columna derecha (lo que en verdad digo).

Si ampliamos nuestra consciencia, poniendo atención a las sensaciones físicas que nos ocurren al ser conscientes de nuestra "columna izquierda", probablemente el miedo sea la emoción que aparece a través de la tensión o nerviosismo que sentimos.

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Reacciones por lo demás naturales si consideramos que el miedo, biológicamente es un recurso adaptativo que se gatilla ante la emergencia de una posible pérdida, en este caso..trabajo, amistad, pareja, posición, etc..

Ante este dilema de hablar honestamente con el riesgo de perder algo ¿qué podemos hacer?

Lo que he aprendido, es ante todo moverme del miedo hacia una emoción que que me conecte con el propósito compartido con el otro, que puede ser la alegría de cambiar algo que nos beneficie a ambos; o movernos hacia la rabia, que como emoción nos permite abordar las situaciones mostrando nuestras necesidades.

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Lograr esa plasticidad emocional es posible, aunque lleva tiempo. Para partir, saca un hilo de atención desde los pensamientos, ideas y asociaciones y llévala a las sensaciones orgánicas del cuerpo, la planta de los pies pegadas al piso, el ritmo autónomo del pecho al respirar u otra que te ayude a conectar. Cuando anclamos nuestra atención en las sensaciones, comenzamos habitar el presente y en el presente el miedo deja de estar, porque no tiene en qué anclarse. El miedo se ancla en nuestra idea "terrorífica" del posible futuro.

En ese cambio de estado, la respiración se aquieta y la perspectiva se aclara, lo que nos predispone de un modo distinto a conversar, teniendo una verdadera posibilidad de actuar y ser efectivos.

Junto con esa plasticidad emocional, te propongo ser consciente de cuál es la pérdida a que le temes, enfocándote en cómo podrías cuidar de eso. Planteándotela primero a ti y luego a tu contraparte, para conversar partiendo del propósito que te mueve a conversar, por ejemplo cuidar la relación de colegas, la imagen de la empresa, el compromiso de los colaboradores, la relación de pareja, los hijos, en fin, hay mucho que queremos cuidar y dejamos de hacerlo por el miedo de hablar.

Conversar desde lo que queremos cuidar en un estado emocional anclado en el presente, nos puede llevar a encontrar juntos puntos comunes a cuidar y a acuerdos que sin esa conversación no habrían podido estar.

¡Un abrazo y a practicar!

*Si te interesa aprender de plasticidad emocional y vivir más en el presente, contáctame o visita www.cognitivocorporal.cl

Mónica Burgos Echenique

💬Consultoría de Carrera, Coach Asesor Ejecutivo, Outplacement, Reinserción Laboral, Marca Personal, Empleabilidad / monicaburgose@gmail.com

2 años

Que tema tan interesante Daniela! Yo agregaría, antes que decir lo que pienso, elaborado o no, me pregunto: Aporta al otro?, solo a mi, a ambos?, Si no aporta, callo (pienso tantas cosas, a veces). Y lo siguiente, aunque yo crea que aporta, una vez en terapia aprendi algo que trabajé mucho y mi terapeuta me expresó masomenos así "¿quien te dijo a tí que la otra persona quiere escuchar lo que tu piensas?, ¿Quién crees que eres para pasar el límite del otro?. Y aquí destaco lo que expresas, "el propósito compartido con el otro", según ello, avanzo o me detengo. Recién aquí, creo que todo lo que nos enseñas, me parece muy enriquecedor. Muchas gracias!

Ernesto B.

Gerente de tecnología | Liderazgo estratégico | Transformación digital | Estrategia de seguridad IT | Gestión de la innovación | Business Agility | Telecomunicaciones | Ciberseguridad

2 años

El problema no es decir lo que piensas, el problema real es la intolerancia hacia lo no políticamente correcto, cuando se habla de generación de cristal, pienso que es más la generación de los ofendidos, ya que cada vez que dices "no es asi" o "estas en un error" o "para mi eso no es asi" te atacan y las personas débiles emocionalmente, se quedan callados para así no "tener un problema", el problema que si escapas de cada conflicto en la vida siempre vivirás como otros quieren que vivas y nunca bajo tus reglas.

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