Lo que es basura para unos...
Hace unas semanas tuve la oportunidad de trabajar por primera vez con una desarrolladora inmobiliaria que tenía la inquietud de verificar si los espacios que estaban estimando en su diseño arquitectónico para disponer los residuos y reciclables eran los correctos.
Cuando recién me compartieron el proyecto, el grupo de arquitectos (quienes se encuentran radicando en la CDMX) me preguntaban cómo era la gestión de residuos en esta “gran urbe”. Para su sorpresa, Monterrey no se encuentra regulada en cuestión de separación de residuos y prácticamente todo lo que se consume va directo al basurero.
El proyecto en el que nos encontrábamos trabajando, trataba de estimar los cuartos de basura y de reciclables para poder cubrir con la demanda en una torre habitacional de “X” cantidad de pisos con “X” cantidad de departamentos.
Al investigar un poco más sobre porqué este grupo de arquitectos estaba tan renuente en tomar en consideración mis recomendaciones de espacio a los cuartos de basura, descubrí que en la CDMX iniciaron con el proceso de separar orgánicos e inorgánicos hace más de 10 años y que en 2017 ampliaron La Norma Ambiental de Separación de Residuos (NADF-024-AMBT 2013) para hacer una nueva separación ahora en 4 fracciones: Orgánicos, Inorgánicos no reciclables, Inorgánicos reciclables y residuos de manejo especial o voluminoso.
Entendí que lo que para los arquitectos de la CDMX significa “basura”, no es ni cercano a lo que significa en nuestra ciudad. Entendí que “basura” es aquello que ya no se puede recuperar, dar un segundo uso o reciclar; mientras que, en Monterrey, “basura” es prácticamente todo lo que desechamos en nuestro consumo diario.
Podría dedicar párrafos enteros de las compañías dedicadas a generar energía utilizando esta basura, (Waste to Energy) de la cantidad de empleos que se generan todos los años por esta actividad o de los más de mil centros de acopio de Inorgánicos Reciclables que todos los días reciben y procesan estos residuos en la CDMX.
Lo importante aquí, no es explicar qué se puede hacer con estos materiales, la información disponible en medios, redes sociales, etc., nos ha bombardeado con un sinfín de maneras de volver a aprovechar estos residuos. Lo importante es entender por qué la CDMX inició hace más de 10 años con su proceso de separación, o porqué Querétaro sigue estando año tras año reconocida como una de las ciudades más limpias del país, lo importante desde mi muy personal punto de vista, es entender porqué Monterrey siendo la ciudad con peor calidad de aire en Latinoamérica se encuentra tan atrás de estas regulaciones que parecieran ser “obvias”.
Los arquitectos comprendieron y tomaron en consideración las recomendaciones emitidas por RECYR para el cálculo de espacios para almacenamiento de residuos. Pero hicimos algo más: diseñamos un par de espacios adicionales para almacenamiento de reciclables donde el compromiso es para todo el equipo de trabajo de crear los reglamentos correspondientes para que los habitantes de esta nueva y moderna torre de departamentos separen y segreguen sus residuos.
Al final del día, no importa si la ciudad cuenta con una regulación o no, lo que verdaderamente importa es empezar.