Lo que no es marketing digital
El boom de las nuevas tecnologías hace pensar que todo lo que se diga de internet se tome como propio del contexto que ahora llamamos marketing digital. Sin embargo, nada tiene que ver una cosa con la otra, a menos que se trabaje en serio para ese propósito.
Voy a citar un ejemplo muy cotidiano pero que se adapta al caso que hoy trataremos en esta columna. Un cigüeñal es parte de un motor de un vehículo, pero no es el motor ni menos aún el vehículo. Hablamos aquí de una pieza fundamental, que necesita de otras para cumplir un oficio dentro de la estructura del automotor.
También podemos empezar este ejercicio refiriéndonos a los frenos, a las llantas, al aire acondicionado e incluso al motor mismo. Por muy importantes que sean para que el automóvil se convierta en un sistema útil, debe pasar algo más que el solo hecho de su existencia, tiene que producirse la unidad de todos los elementos para que funcione.
Expliquemos el ejemplo
Muchas personas tienen la percepción de crear y administrar una cuenta en facebook o twitter y que con ello ya han resuelto su tema de marketing digital. Se tiene como referencia equivocada que quien tiene un portal web o un blog ya ha solucionado el asunto de su mercadeo digital y no se da cuenta que es ahí apenas donde empieza la historia.
Sucede con quien le construyen su propia aplicación, con la persona que abre un canal en youtube.com o quien envía correos masivos desde gmail.com o Hotmail.com. Es muy común atiborrar el whatsapp de los amigos con mensajes con la idea de que eso también es marketing digital, pero no es la manera, porque no pasa de ser un ejercicio invasivo que puede llegar a molestarnos y a alejarnos.
En el mundo digital existen recursos, herramientas, conceptos, que como en el ejemplo del vehículo, deben articularse para ofrecer resultados en algún sentido. Hablamos de que internet es la plataforma comercial de mayor crecimiento en el mundo, pero su verdadero provecho se halla en el desempeño de prácticas de marketing digital coherentes, planificadas y reales y no de ideas sueltas, independientes y creadas sin un sustento centrado en resultados.
Decidí hablar de este tema porque dentro de mis conversaciones cotidianas con clientes o amigos observo una interpretación equivocada de lo que rodea este novedoso mundo de oportunidades. Es cierto que existe un alto desconocimiento entre las personas, incluso entre empresarios acerca de lo que significa este revolucionario concepto que nos acerca a nuevos negocios, a procesos de comunicaciones y contactos inmejorables y que por ningún motivo debemos desaprovechar.
Entonces, ¿qué es marketing digital?
Volviendo a nuestro ejemplo anterior, marketing digital representa el vehículo ensamblado y listo para funcionar. Nuestro cigüeñal pueden ser las redes sociales, el boletín de noticias, las llantas y el aire acondicionado, el portal web, sin embargo estas piezas por sí solas no actúan ni llevan a ningún plan determinado.
Unir cada elemento con un sentido, darle una tarea, articularlo a un proceso, estar pendientes de lo que sucede adentro y afuera de todas las fichas que se ha creado para este propósito, nos permitirá tener una visión más cercana de nuestro tema en conversación.
Confeccionar una estrategia de marketing digital empieza mucho antes de abrir una cuenta en facebook o en twitter, mucho antes siquiera de manipular el computador o el móvil. Todo empieza en los objetivos de su negocio y se apalanca en sus intenciones de aparecer en el escenario online. Mírese bien y piense qué lo hace diferente a la competencia en su camino por ganar más clientes. Un factor clave es su ventaja competitiva, la piedra angular que lo hará distinto a todos y por lo cual lo preferirá su mercado.
Luego vienen sus objetivos para saber hasta dónde quiere llegar. Siempre nos hablan de objetivos y a veces los pasamos por alto, pero para esta tarea en cuestión resulta imprescindible establecerlos como elementos prioritarios que permitirán medir el impacto de nuestras acciones. Nada más claro que tener los cálculos precisos de lo que intentamos hacer para hacer crecer el negocio desde el espectro digital.
Y antes siquiera de mirar la pantalla de su android, váyase a las estrategias. Ya empezó a conformar su plan de marketing y poco a poco las piezas se unen, sin saltarse los pasos. Usted viene haciendo un documento juicioso donde definió su ventaja competitiva, sus objetivos y ahora le piden estrategias. Con un poco de creatividad e ingenio y sin salirse del libreto, comenzará a establecer estas acciones, un universo de posibilidades creadas para que el plan le pueda salir como usted lo desea. Aquí ya podrá involucrar herramientas o recursos digitales como las redes sociales o un blog, de acuerdo a sus necesidades y al aporte que ellos le darán a su proyecto.
De hecho, la conformación de esta amalgama de posibilidades y su aplicación, amerita una visión más amplia de las cosas. Hágase estas preguntas: ¿Para qué me va a servir el instagram? ¿Para qué necesitaré el perfil de facebook? ¿Es necesario hacer procesos de seo? ¿Será que invierto en campañas de publicidad pagas?
Ahora sí establezca los medios, con base en todo lo que hemos dicho antes: un objetivo, una estrategia y una medida. Cada cosa debe estar sincronizada para que actúe como una palanca independiente al servicio de todo el sistema. Nuestro vehículo está listo para encenderse, con cada cosa en su lugar, como debe ser.
Lo mágico y fundamental de marketing digital es saber que todo se puede saber, es decir, que usted tiene la posibilidad de medir cada acción, la puede reorientar y con base en su criterio podrá ponerla a punto para que le brinde los resultados esperados.