Lo que la generación silenciosa nos deja como legado

Esta foto es de hace unos 3 años en la que estamos Irmita y un servidor. Mi mamá estaba por cumplir o ya llegaba a los 90 años. Nació en 1926 en una comunidad llamada Frontera en el Estado de Tabasco, al sureste de México.

Fue la segunda de 6 hermanos, mismos que hoy ya la están esperando "alla arriba" para reunirse.

Hace dos años sufrió un EVC, que de acuerdo al Instituto Nacional de Salud, son las siglas de la Enfermedad Vascular Cerebral, la cual es una alteración neurológica que se caracteriza por su aparición brusca y sin aviso que causa secuelas y en algunos casos la muerte.

Imagínense perder de repente de la noche a la mañana tu capacidad de caminar y de mover tus brazos y manos a voluntad.

"La Turka", como la conocen muchos de mis amigos de Facebook e instagram, se enfrentó al reto de aceptar depender de una silla de ruedas para recuperar su capacidad de moverse de un lado a otro.

Y así fué como desde hace dos años, diariamente hace sus dos repeticiones de ejercicios que las terapeutas le asignaron.

Hoy Irmita tiene 93 años y, contrario a todo diagnóstico, sigue haciendo el 70% de actividades que antes del EVC hacía; lee en promedio 4 libros al año (un poquito arriba del % de la media en México que es de 3.8%).

Me pongo a pensar qué es lo que la hace todos los días para levantarse y hacer toda su rutina. ¿Qué es lo que la motiva a ponerse creativa con la comida que se va a comer? mas aún que es lo que impide que se derrumba cada día y que en lugar de hacer eso, literal hace lo contrario?

La respuesta está en su resilencia, que de acuerdo al APA (American Psychological Association) "La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa rebotar de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte."

Y por otra parte veo a las nuevas generaciones, como los centenials y millenials, que hoy de acuerdo a un perfil psicológico generalizado, al momento de enfrentarse con algo que amenaza su estado Zen, simplemente lo saltan y lo dejan sin resolver. Al cabo de unos años, esta generación estará cargando un par de equipajes super pesados y llenos de cosas que prefirieron no terminar y por probar algo diferente o por miedo a enfrentar un fracaso.

Me recuerda un poco esa parte de la película de "Up in the Air", en donde George Clooney está dando su discurso de "¿Cuánto pesa tu vida?" y nos da a entender que todos los días la vamos llenando de cosas que creemos importantes.

Curiosamente y regresando al tema de mi mamá, aunque su equipaje pudiera parecer gigantescamente grande y aparatoso por todos los recuerdos que tiene, a diferencia del contenido de los millenials y centenials, éste está lleno de recuerdos de éxitos y fracasos, de llantos, risas y momentos inolvidables, como la vez que le regalaron sus patines y una vez puestos ya no se los quería quitar.

Todos esos recuerdos, la mantienen viva y activa mentalmente. Como diría Viktor Frankl en su libro "El hombre en busca del sentido" desarrolla la Logoterapia, en donde esta búsqueda de sentido por parte del ser humano, se convierte en una herramienta valiosa para poner luz en situaciones de dolor. La Logoterapia parte del valor del ser humano como un ser único e irrepetible.

Es increíble que dos conceptos como son la resilencia y la Logoterapia al combinarse y aplicarse de manera empírica por mi mamá, generen en ella un motor que le permite estar bien en condiciones que otras personas y generaciones tal vez hubieran tirado la toalla y se hubieran dejado vencer por la adversidad.

Cierro esta pequeña reflexión con otra gran frase de esta gran película "la Sociedad de los Poetas Muertos": Carpe Diem que se puede traducir de una manera coloquial en "aprovechar el momento presente sin esperar el futuro" y yo añadiría... "porque el futuro es hoy".

Gracias!