Lo que me ayuda a ser más creativo y a que fluyan las ideas

Hace bastante tiempo alguien me dijo que no era creativo. Lo ponía en mi test psicotécnico de una entrevista de trabajo. Me reí (de rabia) por dentro y me dolió. ¿Acaso un simple y absurdo test podía etiquetarme de esa manera? No lo creo. Me justifiqué, obviamente. Pero me sentí absurdo. Quizás en cierto modo fui retado a mejorar día a día en algo que di por sentado.

Tengo claro que no soy un genio, ni creativo ni de ningún tipo. Ni falta que me hace. Pero sí estoy seguro de que mi ingenio creativo puede ayudar a mi entorno profesional y también personal. No hace falta crear el anuncio del siglo ni tener un presupuesto inmenso.

Y tengo clara una cosa, todos somos creativos, en mayor o menor medida. Sea cuál sea el sector al que nos dediquemos, hay una área en la que somos creativos. Porque al final, para mí:

ser creativo es resolver problemas con originalidad y eficacia.

Y sí, la creatividad se puede/debe potenciar, entrenar y alimentar. Sin ninguna duda.

Generar ideas parece a veces una cima inalcanzable cuando no somos alpinistas. Ser creativo es también:

• imaginar
• crear
• innovar

¿No forma parte eso de soñar? Hemos olvidado cómo soñábamos despiertos de pequeños, lo poco que nos costaba construir historias con nuestros muñecos o fabricar mundos imaginarios. Es normal que sin un entrenamiento todos nos durmamos (el sistema no nos estimula) un poco en los laureles y olvidemos el poder de la imaginación. No lo digo yo, hay estudios como el del investigador de creatividad Ken Robinson que demuestran que

de niños tenemos un potencial de genialidad creativa inmensa, del 98%. ¿Y si podemos recuperarlo?

Sin ánimo de dar un recetario, ni una fórmula de éxito, ni una lista de pasos a seguir; comparto mi experiencia de las cosas que he aprendido que mejoran mi creatividad y me inspiran. Y lo que me falta. A lo mejor te inspira para confeccionar alguna rutina o actividad que enriquezca la tuya. ¡O a lo mejor puedes recomendarme tú alguna más! Todo suma, lo bueno y lo malo...

Aprender. Pero sobre todo, aprender haciendo.

Tocar un instrumento

La música es el arte más etéreo que existe, intangible y sublime. No puedo estar más orgulloso de poder crear música. Es una de las actividades que más me llenan en esta vida. No solo escucharla y disfrutar, descubrir, flipar, llorar, motivarme... (es una adicción sana que llena el espíritu y es terapéutica). He tocado la batería muchos años y aprendí de un profesor que me marcó y me abrió un mundo nuevo. También de manera autodidacta aprendí guitarra y a componer música. El punto de inflexión fue comprender y escuchar la música de distinta forma, escucharla de manera fragmentada, aislar instrumentos, y en conjunto al mismo tiempo. No había marcha atrás.

Lo que la música aporta a mi creatividad es:

• Un sinfín de conexiones emocionales y matemáticas
• Co-creación en equipo
• Diversión y capacidad de improvisación
• Gestión del estrés y de frustraciones
• Aprendizaje y esfuerzo constante para mejorar
• Y un universo infinito de creación, paisajes sonoros y mundos interiores

No hay límites en la música, igual que en tu imaginación y en las maneras en las que puedes proponer una solución a un problema.

Viajar, y viajar más

Pero sin duda es una de las actividades que mejor se ajusta al tipo de alimento que tu cerebro y alma necesitan. Tengo una pareja muy traveler y estos años me he dado cuenta de que es una maravilla descubrir sitios nuevos (lejanos o aquí al lado). Viajar nos inspirará a través de:

• Descubrir lugares nuevos: su cultura, colores, olores, arquitectura, arte, sabores, texturas, belleza, puestas de sol y paisajes inolvidables que parecen un lienzo.
• Conocer gente nueva: sus sonrisas, personalidades dispares, gente buena y mala, otras lógicas inauditas, ropas, costumbres, pobreza, riqueza, hostilidad, amabilidad extrema.
• La aventura: el viaje, los medios de transporte, perderte, encontrarte, descubrir calles secretas, improvisar, planificar.

Referencias culturales a tutiplén

La creatividad surge de mecanismos que rebuscan en nuestro imaginario para crear algo nuevo. Porque nuestro cerebro es incapaz de crear desde la nada. Triste, pero es así. Necesita referencias para funcionar. Esto no quiere decir que plagiemos o copiemos, viene a ser una especie de inspiración inconsciente para configurar conexiones que nos permitan ser chefs únicos, crear nuevas recetas con ingredientes comunes pero que solo están en nuestra lista personal de la compra.

Así que lo importante es comer mucho y de todo ;) Alimentarnos bien para poder tener recursos e influencias que aunque parezcan dispares construyen nuestro imaginario personal y repositorio de referencias.

En la cultura de la convergencia de formatos, universos transmedia, multi plataformas y tecnologías, formas de expresión, etc. es tan fácil consumir cultura, contenidos, aprender, que tenemos que agradecer el hecho de que podamos convertirnos en seres con pensamiento crítico y ricos (no precisamente de dinero). Pero esto se consigue con una actitud activa. Sentarse frente a la tele o navegar por las redes únicamente no va a conseguir enriquecernos para ser más creativo. También suma, claro, pero no solo eso. Algunas actividades de las que disfruto como:

• Leer y escribir: las historias son las que nos mueven y nos ha movido siempre como seres humanos. Para transmitir conocimiento, entretener, emocionar y comunicar. Transportarnos a otros mundos y vivir a través de los personajes amplia nuestro universo interior y nos ayuda a enriquecer nuestro vocabulario y a contar mejores historias. Stephen King lee muchísimo y escribe cada día, incluso en Navidad. Aprender de la mala literatura, según él, también es un buen ejercicio. Así que no hay excusa. Leer buenos artículos o revistas también (o incluso uno de pájaros de la Garrotxa o de filosofía), pero que no lleven solo fotografías, eso no vale. Te gustan los cómics, OK compro! Crear historias o transmitir conocimiento es la materia prima de la que se nutre prácticamente toda la industria audiovisual, y con las ganas que tenemos de consumir contenido, ¿porque no enfrentarse a una página en blanco, aunque sea para poner por escrito tus pensamientos en un artículo como este? Siendo autor, puedes ser una cosa y todas a la vez, y enfrentarte a todos los retos que se pueden plasmar en una historia desde 0: guionista, director de actores, dialoguista, decorador, actor, productor, diseñador, etc.
• Ir a museos: me encanta la pintura y me chiflan las esculturas. Siempre aprovecho cuando viajo para adentrarme en uno. Corrientes de pensamiento, usos del color y las formas, artistas singulares como Turner, Escher, Dalí, Friedrich, Bernini, Picasso o Da Vinci han conseguido sacudir mi mente y la manera de ver las cosas. Aprender de los grandes artistas me inspira y de qué manera. Ese momento mágico en que el magnetismo de una obra te atrapa y no sabes por qué. Te queda grabada. Conectas. Con el autor, con lo que ves y contigo mismo. Descubrir nuevas formas de expresión es de inigualable valor para nutrir la creatividad.
• Pintar: en mi caso, recientemente descubrí una afición que me relaja y permite que exprese en colores mi mundo interior. Suena profundo y en parte lo es, pero aun no teniendo el nivel para pintar obras de arte de museo, el mero hecho de ponerte delante de un lienzo en blanco (otra vez) y ver lo que sale, es realmente gratificante. Debo estar en 1º de EGB de pintura... A lo mejor puedes descubrirlo a través de la cerámica, el bricolaje (en lo que soy bastante malo) o diseñar camisetas.
• Cine y audiovisuales: sí, incluyo documentales, videoclips y... las series, lo que vienen a ser unas pelis muy largas ;) La cultura audiovisual es uno de los mayores alimentos que configuran nuestro imaginario, la sed de historias que tenemos ha provocado que haya industrias inmensas que nos ofrecen productos de todo tipo. Soy partidario del buen cine y de seleccionar muy al detalle las series (son demasiado adictivas con el riesgo de caer en un hobby monógamo). Para gustos los colores, pero desgraciadamente hemos caído (la industria comercial ha provocado) en consumir pelis con poco o ningún espacio para la actitud activa del espectador. (Dormidos) vemos los films sin completar su significado, reflexionar y trabajar para ejercitar nuestra capacidad creativa y comprensiva. Oye, una buena peli comercial facilona no digo que no se necesite para relajarse en ciertos momentos.

** Crear vídeos, grabar, editar, es una gran manera de poner en práctica la experimentación y creatividad audiovisual. En mi caso, es una parte (pero ha sido gran parte) de mi trabajo, por lo que lo tengo incorporado. Pero tenemos al alcance un sinfín de recursos para sentirnos directores de cine.

Una referencia siempre va a crear un caldo de cultivo fenomenal. La retendrás en tu disco duro. No te preocupes, saldrá sin darte cuenta. Y la harás tuya.

** Haz listas: a mi me va genial tener un Excel, unas notas, un Drive, una app... Guarda vídeos en playlists, canciones, pelis, libros, ideas, anuncios, diseños, fotos, mood boards en Pinterest. Lo que sea, pero haz un mapa de tus referencias. Siempre estarán allí si las necesitas.

Hacer deporte

No me ha pasado ni una ni dos veces. Estoy en el gimnasio o corriendo por la calle y de repente esa idea viene a mi cabeza, no sé cómo. No estaba pensando en ella (lo cuál es bueno, si se puede evitar...) y de golpe y porrazo cobra vida, forma y se ilumina la bombilla.

Hacer deporte "activa las funciones ejecutivas de nuestro cerebro que ayudan a generar ideas y esas ideas traen a su vez más ideas". Y por si fuera poco, además es saludable. No puedo decir más.

La artista Bjork anda por los bosques de Islandia y se inspira. Así compuso un disco entero inspirándose en sus excursiones. En movimiento somos más creativos. No te pongas a correr por la oficina. O sí...

** Una manera genial de recoger nuevos estímulos es algo que puse en práctica hace muchos años, cuando alguien (no recuerdo quién) me recomendó que nunca hiciese el mismo camino. Si vas a trabajar, al tren, a comprar, a correr... busca otras calles, aunque tardes 2 minutos más, cambia la ruta hacia el mismo punto. No hay nada peor que caer en la rutina. Y seguro que descubres cosas, te inspiras y te llevas más de una sorpresa.

Meditar

¿Meditar te hace ser más creativo? Sin duda, te ayuda.

No solo para reducir estrés y liberar tensiones, meditar puede llevarte a otro nivel de bienestar y de salud mental. Y cuando hablamos de creatividad, no es raro que al "vaciarnos" y "silenciarnos mentalmente", la cosa fluya mejor después. 

• 10-12 minutos es suficiente. Solo se basa en respirar e intentar dejar la mente en blanco. Silencio interior.

Y no es fácil al inicio, pero con práctica los beneficios son numerosos.

No es raro que haya empresas que lo hayan implementado ya... de qué tenemos vergüenza o miedo? Mirar hacia dentro siempre es más difícil, pero más efectivo.

Desde que lo descubrí hace 3 años, creo que cada vez lo recomiendo más.

Y si lo dice una investigación de Harvard BR... bueno... pues eso 🙃 Aquí el artículo:

https://lnkd.in/dcMhjvtJ

Aprender de todo y todos, saber de muchas cosas, aunque sea poco

No se si os ha pasado nunca, pero en los muchos cursos que he hecho (adicción a los cursos y a aprender cada año algo nuevo), hay algunos (sobre todo al inicio de tu carrera en que vas probando nuevos campos) que dices "Esto no sé por qué lo he hecho, no me va a servir de nada". Incluso en cosas que te enseñan en el trabajo, herramientas, software nuevo, nuevas plataformas.

Solo tengo una solución: seguro que sirve para algo. El conocimiento no ocupa lugar, dicen. Algo de memoria RAM en tu disco duro cerebral va a ocupar, pero no será en balde. Estoy convencido de que aportará, y que de algún modo tu cerebro lo va a usar para completar una idea o significado, encontrar una mejor solución o punto de vista.

Siempre digo que estoy en modo esponja. Es una buena actitud. Receptivo a aprender, dispuesto a aprender, con ganas de aprender. De:

• Cursos, microcursos, macrocursos, másters, MOOC, seminarios, webinars... de todo se aprende y todo suma
• Ir a eventos y escuchar a gente que sabe más que tú
• Conversar, preguntar, saber escuchar a la gente de tu alrededor, en el tren, por la calle, en el bar, a la gente de tu alrededor
• Rodearte de gente creativa complementaria: lo de complementaria es importante. Si piensa igual que tú y le gusta o sabe hacer lo mismo que tú, no llegaréis muy lejos y poco te va a inspirar. Aunque puede pensar igual que tú y tener habilidades distintas. Lo importante es que a tu alrededor tengas personas que te reten, te inspiren, te motiven y te provoquen (en el buen sentido).

Ser más sabio también alimenta la creatividad. Más criterio implica poder tomar mejores decisiones. Opinar sobre tus ideas o las de otros te hará más creativo.

Cocinar sin receta

Soy un poco cocinillas. No por necesidad, por gusto. Me encanta comer, pero disfruto cocinando y sobre todo si es para mí o mi pareja. Probar a ser un Masterchef es divertido, estimula tu creatividad y el reto de crear sin receta requiere práctica y haber cocinado algunas receta, pero te obliga a improvisar, experimentar y jugar. Y puede salir mal, pero ya sabemos que de lo que mejor se aprende es de los errores.

Inventar salsas, patentar un nueva tortilla, combinar sabores y texturas en una ensalada con algo inaudito (o con lo que tienes en la nevera) está a la altura de todos. La cocina de vanguardia, moderna, contemporánea ahora (y hace años) está en boca de todos. La creatividad que exhiben los chefs hoy en día es espectacular. ¿No hay innovación y derroche creativo aquí? Demos gracias a Ferran Adriá y ElBulli por elevar la cocina a la categoría de arte y ciencia.

Actitud, empatía y curiosidad

Mi mantra es la "actitud". No hay palabra que haya cobrado más relevancia en mi vida desde el momento en que Marc, mi entrenador de balonmano, me lo repetía una y otra vez. Me quedó grabada con 15 años. Había empezado un deporte nuevo después de jugar 10 años al fútbol. La motivación y los valores que me inculcó fueron decisivos para poder mejorar y llegar a ser capitán del equipo al año siguiente, y convertirme en mejor compañero de equipo y mejor persona, aparte de superar un reto muy grande en mi vida.

Buena actitud frente a la vida, los problemas, las personas. Actitud, para mí, encarna el esfuerzo, el respeto, la motivación, la sonrisa, la responsabilidad y el querer ser mejor y hacer mejor a los demás.

Kees Storm (uno de los nombres más brutales que he escuchado, por cierto) en un vídeo que grabé en IESE dijo, y me encantó: "Be curious, enjoy life and follow your heart".

• Una mente abierta nos hará más libres y receptivos y, por qué no, más locos. No cerremos nunca ni acotemos de entrada una idea. Dejemos margen para que fluya, evolucione y que nuestra permeabilidad y flexibilidad toleren que nos dirija/n a otra parte.
• Una buena actitud nos ayudará a enfrentarnos a los problemas con mejor predisposición y esfuerzo.
• La empatía hacia el mundo y las personas nos hace entender mejor sus problemas, preocupaciones y frustraciones. Sabremos leer mejor la realidad y preocuparnos más por encontrar la mejor solución.
• La curiosidad nos permitirá ir más lejos, buscar donde no debíamos, preguntar lo que no estaba previsto.

Todo, para ser más creativos.

Perder el miedo es importante para permitirnos tener esta mente abierta. El miedo a pensar a lo grande, a proponer locuras, a soñar, a equivocarnos...

Cruzar disciplinas e inventar nuevos conceptos o revolucionar un sector quizá requiera estar un poco loco como Adriá o Musk. Pero todo depende de nosotros. Elon Musk es un gran fan de las novelas de ciencia ficción, ¿de qué otra forma podría embarcarse en los viajes espaciales y en cohetes que aparcan?

En un brainstorming todo vale. Estemos preparados para soltarlo todo. En este artículo sobre brainstorming de lo cuento:

Que un simple test ni nadie te diga lo que eres o no eres. El hecho de mejorar cada día es sin duda lo que nos hace crecer, y lo más genial es hacerlo por nosotros mismos. Demos rienda suelta a la creatividad.