Lo que tienes que saber del metaverso para no parecer un boomer
El metaverso es la próxima forma de apropiar la web. Un espacio digital diseñado para colaborar, trabajar, buscar entretenimiento, comprar y vender. Entender el ABC del concepto se convirtió en un requisito para navegar la cultura pop de los próximos años.
Foreword
MetaversoEn2d # 0
Preparé la serie #MetaversoEn2D, Contado por un Outsider, pensando en ti que, como yo, compartes pasión por las tendencias culturales, los insights y el marketing, pero no eres un geek ni un early adopter de las tecnologías XR ni del gaming. Así que te invito a que descubramos juntos las oportunidades del Metaverso.
Key Takeaways
Metaverso🚪
Con la algarabía de Facebook (perdón, Meta), la palabra “metaverso” se convirtió en un estruendo mundial. Desde octubre de 2021 cuando Facebook relanzó su marca, a mayo de 2022, las búsquedas globales de la palabra en Google ganaron más tracción que las búsquedas de Demi Lovato y Kendal Jenner. Así que, entender el ABC del concepto, se convirtió en un requisito para navegar la cultura pop de los próximos años.
El metaverso es una idea futurista, arrancada de las páginas de la ciencia ficción y llevada a la vida por los gigantes tecnológicos. Como el internet, el metaverso no tiene dueño. Le pertenece a todos los que quieran usarlo. Algunos, como ByteDance, la compañía detrás de TikTok se resisten, incluso, a llamarle metaverso, pero la movida de Meta parece haberlo bautizado, demostrando de nuevo que, en los mercados, el que nombra primero, gana.
Un libro de hace 29 años predijo el metaverso🤓
La idea del metaverso nació en 1992 cuando Neal Town Stephenson, un novelista de Maryland, EEUU, escribió Snow Crash, una pequeña ficción en la que imaginaba que las personas entraban a un universo digital a través de visores personales de realidad virtual o de puertos de acceso público (como los café internet de los 90). Cuando los usuarios se registraban en ese espacio, se presentaban ante el resto de los visitantes, no con nicknames, ni direcciones electrónicas o fotos de perfil, sino a través de avatares, o representaciones 3D de sí mismas. Los ciudadanos de ese Metaverso también podían comprar bienes virtuales, divertirse en parques digitales y comprar propiedades y otros tipos de servicios, pagando con dinero digital. El libro llegó a ser tan influyente que, en 2014, uno de los antiguos científicos de datos de Facebook, Dean Eckles, escribió en su blog, que, al menos en una época, a los gerentes de proyectos de Facebook se les pedía que lo leyeran.
El papel de Stephenson en la revolución del metaverso va más allá de acuñar la palabra. Dos décadas después del lanzamiento de su novela, llegó a ser el futurólogo de Magic Leap, una compañía líder en la creación de cascos de realidad aumentada. Y es que, con el estancamiento global del mercado de smartphones en 2017, la industria de visores de realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés) viene creciendo, para darle forma a la siguiente evolución del internet. Hoy, Meta Quest, Samsung Gear VR, Sony PlaySatation VR y todos los monstruos de la tecnología quieren una mordida del pastel de la realidad virtual, en una carrera por fabricar el mejor hardware. Y con la democratización de esas tecnologías estaremos más cerca de conectarnos a la fantasía de Stephenson.
De hecho, el metaverso que hoy nos promete, se parece mucho a las especulaciones de Snow Crash. Antes de Instagram y Facebook, Second Life ya había imaginado que las interacciones sociales en internet tenían que ser a través de avatares 3D. Pero las grandes plataformas nos convencieron de que la web era una realidad aplanada de dos dimensiones. Así que el metaverso viene a devolverle algo de volumen a la web. Después de Second Live, Minecraft y Fornite se convirtieron en las siguientes plataformas inmersivas super populares. Pero esta vez con una vuelta de tuerca. Ya no eran universos sociales, sino lúdicos, que volvían más entretenida y súper adictiva la web. De hecho, solo en 2020, los usuarios de Fortnite gastaron el equivalente de 10.4 millones de años jugando. Ese poder de involucramiento se ha convertido en la envidia de toda la industria del entretenimiento y del marketing.
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Solo en 2020, los usuarios de Fortnite gastaron el equivalente de 10.4 millones de años jugando. Ese poder de involucramiento se ha convertido en la envidia de toda la industria del entretenimiento y del marketing.
Pero el metaverso no solo es una evolución de las tecnologías hacía la llamada Web Espacial. También es un movimiento social y cultural. Es la siguiente etapa natural de las interacciones humanas. Desde los comercios electrónicos hasta las aplicaciones de citas, de las redes sociales, a las transacciones bancarias, nuestra atención ha venido crecientemente mudándose a espacios virtuales. ITunes desmaterializó nuestros discos compactos, la nube esfumó las memorias USB, Google Photos convirtió los álbumes familiares en una reliquia, Zoom se esfuerza por acabar con WeWork y la presencialidad de los puestos de trabajo y, ahora, el metaverso quiere liberar la identidad de la atadura del cuerpo, digitalizando la apariencia y la conciencia de los internautas.
Desde los comercios electrónicos hasta las aplicaciones de citas, de las redes sociales, a las transacciones bancarias, nuestra atención ha venido crecientemente mudándose a espacios virtuales.
Mientras eso sucede, no solo va cambiando la forma en que experimentamos la red, además; se está transformando el modo en que percibimos el valor de los bienes digitales. El metaverso está tejiendo una revolución económica, en la que las personas compran activos digitales, con monedas virtuales sin los intermediarios de la industria financiera tradicional. En algunas plataformas, la gente puede adquirir avatares, arte digital, parcelas de finca raíz y acceso a experiencias exclusivas y a contenidos premium. Y todo eso sucede usando el sistema financiero descentralizado de las criptomonedas más populares. Con una ventaja adicional. Desde 2021, gracias a la invención de los NFT, las personas son capaces de acreditar que son propietarias de todos esos activos digitales y, por tanto, revenderlos. Es decir, el metaverso hizo realidad una economía en la que es posible ser dueño de una creación digital, aunque se hayan hecho millones de copias de ella. En esencia, los NFT no son otra cosa que la posibilidad de declarar propiedad privada sobre un archivo digital. Asimismo, son una tecnología para crear mercados especulativos, en los que se subastan y canjean esos archivos. De modo que las criptomonedas y los NFT están llevando a la web el equivalente del efectivo y de la propiedad privada que hemos tenido por siglos en el mundo offline. Algo que no se había logrado hasta ahora.
El metaverso está tejiendo una revolución económica, en la que las personas compran activos digitales, con monedas virtuales sin los intermediarios de la industria financiera tradicional.
¿Qué puede salir mal?
El metaverso no es un lanzamiento como Meta, Facebook nos quiso vender. Es una transformación que está en constante construcción. Y para llegar a su versión evolucionada, se necesita todavía un periodo de adopción de las tecnologías que lo pueden hacer realidad.
Por otra parte, para algunos críticos, incluido el propio Sthepheson, el metaverso puede conjurar una distopía en la que las personas podríamos perder contacto con la realidad y desarrollar nuevos problemas de adicción y salud mental.
A eso también le tenemos que sumar todos los males que no hemos resuelto con el internet de hoy. La protección de datos, los delitos cibernéticos, la pornografía infantil, la polarización política, la desigualdad en el acceso y las noticias falsas son solo unas de las muchas imperfecciones que podríamos transferir y escalar en la siguiente evolución de la red.
¿Y ahora qué?
About me
My name is David Zuleta and I’m a Strategist, Insights Black Belt and a metaverse outsider. I enjoy helping marketing and insight teams to build strategies from scratch and refine their approach by prompting new perspectives on human behavior and cultural trends.
Keynote speaker on -How to lead across borders & cultures-, with intercultural expertise in 20 countries. TEDx speaker, author, and founder of HalfNomads.
2 añosqué buena historia la de "Snow Crash"