Lo que una bañera te enseña sobre crímenes

¿Qué pasaría si te dijera que una bañera puede enseñarte más sobre el mundo que cualquier libro de historia?

Bueno, eso fue justo lo que intenté mostrarle a mi alumnado en una clase reciente.

Comenzamos con una imagen de un baño de ensueño: paredes de mármol, una bañera antigua de pie y una ventana por la que entra la luz suave de la mañana. Parece el escenario perfecto para una película, ¿verdad?

Les propuse preguntas como:

“Si vivieras en una casa así, ¿cómo cambiaría tu día a día?”.

Hubo respuestas de todo tipo, desde “me volvería un influencer de baños” hasta “definitivamente, me ducharía mucho más a menudo”.

Entre risas, se creaba una atmósfera distendida.

Pero aquí vino el giro. Había tapado la mitad de la foto y luego les mostré lo que estaba detrás: el mismo baño, pero esta vez en medio de una ciudad destruida por la guerra.

Silencio. El ambiente cambió. Las preguntas también lo hicieron:

“¿Qué sentirías si vivieras en esta otra realidad?”

“Si tuvieras que explicarle esta imagen a alguien que nunca ha visto la guerra, ¿cómo lo harías?”

Así es como usé la rutina de pensamiento 4C (conexión, desafío del inglés Challenge, concepto y cambio) para llevar la clase de lo ligero a lo profundo, de lo superficial a lo reflexivo. Cada pregunta estaba relacionada con una de las C.

Y lo mejor, es que mientras exploraban su percepción del mundo y sus desigualdades, repasamos las oraciones condicionales, casi sin que se dieran cuenta.

¿Qué características tienen las rutinas de pensamiento en clase?

Las rutinas de pensamiento, como la 4C, son herramientas simples pero poderosas.

Aquí tienes cuatro razones por las que deberías probarlas en clase:

1. Fáciles de aplicar: no necesitas preparativos complicados.
2. Promueven debates enriquecedores: el alumnado se involucra más y aporta puntos de vista únicos.
3. Flexibles: pueden trabajarse de manera individual o en grupos.
4. Hacen visible el pensamiento: o más valioso, para mí, es que los/las ayudan a estructurar y verbalizar sus ideas.

La próxima vez que quieras una clase donde no solo se practique el idioma, sino que se estimulen emociones y reflexiones profundas, prueba alguna rutina de pensamiento. En profe-de-espanol.de ya he propuesto varias en otras ocasiones.

No solo ayudan al alumnado a pensar críticamente, sino que también ofrece la posibilidad de ver el mundo desde otras perspectivas.

¿Y qué tienen que ver con crímenes?

Pues todo, porque la clave de entender la realidad está en saber mirar desde distintos ángulos. Igual que en una buena historia de detectives, las rutinas de pensamiento nos obligan a buscar lo que a simple vista no se ve, a hilar los detalles, a plantearnos preguntas incómodas y a disfrutar del proceso de resolver el misterio.

Así que, si te has quedado con ganas de más, no te pierdas una de las últimas entradas: Crímenes ilustrados.

Allí te cuento cómo esos misterios, lejos de hacer daño, despiertan la curiosidad y alegran el alma.

Porque, seamos sinceros/as, ¿qué sería la vida sin una buena historia de detectives? 🔍

👉 Accede a los crímenes

¡Nos vemos en otro crimen, perdón, ExploraLetter!

Jennifer Niño

*Aquí tienes las fotos de nuestra rutina de pensamiento con el 4c.