¿Lo sabes o lo crees?
Si les digo el nombre de Tenzing Norgay, probablemente les sonará a chino. Si les amplio a que ese chino, es más bien nepalí, originario de Tengboche, cerca del Everest, quizá vayan descubriendo que les estoy hablando del primer sherpa que consiguió llevar al Everest a Edmund Hillary el 29 de mayo de 1953, volviendo vivo de la expedición
Uno puede perfectamente subir al Everest por sus propios medios. Al fin y al cabo, es fácil comprar el equipo necesario de última generación, estudiarse las rutas y lanzarse al reto. Sin embargo, todos coincidiremos que es mucho más inteligente contratar a alguien que realmente conozca el terreno, y que nos evite pasar a engrosar la lista de los casi 300 montañeros que hoy descansan en la mítica montaña.
Con las ingenierías nos pasa algo similar. El mapa, no es el territorio, y ninguna ingeniería es capaz de tener respuestas para todos los problemas, pero muchas, conocen bien los mapas que nos pueden facilitar el camino.
De la calidad de estos mapas, dependerá que la solución a problemas complejos se pueda resolver del modo más efectivo y que nos ahorre importantes gastos por tener procesos o instalaciones anticuadas o con un mantenimiento deficiente. Paradójicamente, nos empecinamos en resolver a veces dichos problemas, únicamente con recursos propios, sin entender que si podemos contratar un conocimiento específico, nuestra probabilidad de volver vivos del Everest será mucho mayor.
Además, la internacionalización llevada a cabo por las ingenierías españolas, nos permitirá conocer las mejores prácticas de otras empresas fuera de nuestras fronteras, y beneficiarnos de las mismas.
Una de las citas del mundo de los negocios que me gusta recordar de vez en cuando, fue la acuñada por Thomas Watson, quien fuera Presidente de IBM, en la que probablemente fuera su etapa más fértil, antes de que los elefantes tuvieran problemas para bailar.
“No soy un genio. Soy inteligente en algunos puntos, y me quedo en esos puntos”.
Entra aquí un interesante concepto, conocido como “círculo de competencia”, que básicamente es el área de conocimiento, donde somos realmente excelentes. Como observarán en la imagen, y para escarnio de nuestro ego, generalmente ese círculo es mucho más reducido de lo que todos nosotros nos pensamos. Esto es normal, pues los seres humanos llevamos ese cableado de serie. Afortunadamente, ser conscientes de ello, es la primera parte, para evitarnos muchos problemas.
El problema que tenemos como individuos y como compañías, por tanto, es entender que generalmente, lo que te mata, es lo que no ves. Esa parte de lo que crees que sabes, donde uno piensa que puede pisar con firmeza, es la que cede bajo tus pies en el momento más inesperado.
Siendo por tanto conscientes que nuestro tiempo es limitado, y que el conocimiento es inabarcable, tenemos la necesidad de rodearnos de los profesionales más especializados, cuyo conocimiento marque realmente la diferencia y nos permita usarlo de puente para pisar con firmeza por ese terreno pantanoso, donde nosotros somos más vulnerables.
Por otra parte, usar puntualmente estos recursos externos, nos permitirá centrarnos en ampliar nuestro círculo de competencia en lo que realmente sabemos hacer y hacer mucho más fuerte nuestro negocio principal.
En Agfra, tenemos la suerte de contar con una plantilla tremendamente multidisciplinar, con profesionales que han desarrollado su carrera en distintos sectores, y que ponemos a disposición de las necesidades de nuestros clientes. El mundo de la automatización, en el automóvil, es altamente exigente, como también lo es en el sector farmacéutico, alimentación, químico etc.. pues en cada uno de ellos, hay mejores prácticas, que pueden extenderse y adaptarse entre sectores, generando sinergias de conocimiento que pueden tener grandes impactos en la cuenta de resultados de las compañías.
Una de las cosas que me resulta curiosa de España, y que muchos españoles detectamos cuando salimos a ejecutar proyectos en el extranjero, es el altísimo nivel de ingeniería (tanto de la propia plantilla de las plantas productoras, como de empresas de ingeniería) y lo poco que generalmente se valora o se hace uso de ella en muchas empresas nacionales, conforme se va reduciendo el tamaño de las compañías.
El mundo que viene por delante, va a ser tan cambiante como complejo, que tristemente nuestros planes no sólo se han venido abajo desde la disrupción covidiana, sino que el alcance de esta disrupción irá variando de un modo impredecible durante las siguientes semanas o meses.
Les dejo para terminar, con las palabras de Henry Singleton, en mi opinión, uno de los mejores hombres de negocio que ha dado Estados Unidos, que me parecen especialmente importantes y atemporales.
“Mi único plan es seguir viniendo a trabajar todos los días. Me gusta dirigir el barco todos los días en lugar de planear con anticipación hacia el futuro .Sé que muchas personas tienen planes muy sólidos y definidos que han desarrollado en todo tipo de cosas, pero estamos sujetos a una enorme cantidad de influencias externas y la gran mayoría de ellos no se puede predecir. Así que mi idea es mantenerme flexible”
Manténganse flexibles, y si pueden, busquen buenos sherpas, que por supuesto, no tenemos porque ser nosotros, pero tengan en cuenta, que el Everest ya lo tenemos ahí.
Ayudo a personas a alcanzar sus objetivos, en el sector industrial. Creo relaciones a largo plazo. #Industria40 #IndustriaconSentido #diseño #fabricación
4 añosMuy acertado Jose Vicente Aguilar Salmerón, me permito compartirlo si te parece bien
Planificación y gestión | Perfil emprendedor | Capacidad analítica | Proactividad | Trabajo en equipo | Orientación a resultados | Adaptabilidad a nuevos entornos.
4 añosMuy interesantes estos consejos. Aunque los conozcamos, de vez en cuando tenemos que recordarlos. Por otra parte, rodearte de buenos sherpa, no es fácil, lo cual hace mas complicado el camino, pero no por ello hay que abandonar.