- El fraude empresarial es un desafío significativo que puede devastar a cualquier organización, tanto financieramente como en términos de reputación.
- Según el Reporte a las Naciones de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE), se estima que el fraude cuesta a las organizaciones alrededor del mundo más de $5 billones de dólares anualmente.
- Con pérdidas medianas de $593,000 por cada caso de fraude financiero reportado, es crucial que los líderes empresariales comprendan y gestionen los riesgos asociados a empleados potencialmente fraudulentos.
- Este artículo explora tres arquetipos clave de empleados propensos a cometer fraude y presenta estrategias para detectar señales de alerta y prevenir pérdidas futuras.
1. Perpetradores Intencionales
- Enfocados en enriquecerse a sí mismos para llevar un estilo de vida lujoso.
- Operan como si las reglas no aplicaran para ellos.
- Prosperan en entornos con controles internos débiles.
- Rita Crundwell, quien desvió $53.7 millones de la ciudad de Dixon, Illinois, para financiar un estilo de vida opulento, incluyendo la compra de caballos cuarto de milla, bienes raíces y autos de lujo.
- Najeeb Khan, un empresario de Michigan, implementó un esquema de cheques fraudulentos por $180 millones para adquirir una colección de autos clásicos y propiedades de lujo.
- Aunque los fraudes intencionales son menos comunes (representan una minoría de los casos reportados), son los más costosos.
- Los esquemas de fraude en los estados financieros, por ejemplo, tienen pérdidas medianas de $593,000 por caso, siendo el tipo de fraude más caro según la ACFE.
- Para mitigar estos riesgos, las organizaciones deben implementar controles internos robustos, segregar adecuadamente las funciones y realizar auditorías independientes regularmente.
- Los líderes también deben estar atentos a empleados con características de narcisismo grandioso, quienes pueden ser carismáticos y admirados, pero peligrosos si no se supervisan adecuadamente.
2. Perpetradores Accidentales
- Se encuentran en dilemas creados por la negligencia o presión de otros empleados.
- Son influenciados por sus superiores para cometer acciones fraudulentas sin una intención maliciosa propia.
- A menudo evitan la confrontación y siguen órdenes para evitar problemas.
- Karen Pletz, ex presidenta de la Universidad de Kansas City de Medicina y Ciencias Biomédicas, involucró a su secretaria y al comité ejecutivo en un esquema de malversación de $1.5 millones al pedirles que falsificaran actas de reuniones.
- Este grupo representa una proporción significativa de los casos de fraude, ya que empleados con buenas intenciones pueden caer en el fraude debido a la presión de superiores o compañeros.
- Las pérdidas medianas en este tipo de fraudes pueden no ser tan altas como en los fraudes intencionales, pero su frecuencia los convierte en una amenaza constante.
- Establecer líneas de denuncia internas y fomentar una cultura de comunicación abierta es crucial para prevenir que los empleados se conviertan en perpetradores accidentales.
- La ACFE estima que un 42% de los casos de fraude empresarial son descubiertos gracias a denuncias internas, lo que subraya la importancia de estas medidas.
3. Perpetradores Justicieros
- Usan su poder y privilegio organizacional para beneficiar a terceros fuera de la organización.
- Racionalizan sus acciones como una forma de "ayudar a la organización" o "hacer el bien por la sociedad".
- Siguen el efecto Robin Hood, robando a los ricos para dar a los pobres, lo que a veces puede beneficiar indirectamente a la organización.
- Elizabeth Holmes, ex CEO de Theranos, quien creyó que su tecnología disruptiva mejoraría el sistema de salud, pero que mintió sobre sus capacidades, engañando a inversores y pacientes.
- Los perpetradores justicieros son carismáticos y pueden convencer a otros de seguir sus ideas, incluso cuando estas violan políticas y regulaciones.
- Aunque no buscan enriquecerse personalmente, sus acciones pueden causar un daño significativo a la organización.
- Los consejos y equipos de liderazgo deben monitorear continuamente las ideas creativas que puedan parecer exageradas, asegurarse de que las personas con las credenciales adecuadas ocupen posiciones clave, y fomentar un entorno donde se promueva la oposición constructiva y la conformidad regulatoria.
Algunos datos que nos permiten ver la relevancia de esta problematica
Estadísticas Globales: (cifras en dolares americanos)
- Costo Global del Fraude: Más de $5 billones de dólares anualmente.
- Impacto en los Ingresos: Pérdidas de aproximadamente el 5% de los ingresos anuales.
- Duración del Fraude: 14 meses en promedio antes de ser detectado, con una pérdida media de $117,000.
- Frecuencia: EE. UU. lidera en cantidad de casos reportados, con el 46% de los casos globales.
- Costo: Pérdidas medianas de $100,000 por caso.
- Costo: Pérdidas medianas de €100,000, con el Reino Unido reportando pérdidas de £125,000 por caso.
- Frecuencia: 11% de los casos globales, con pérdidas medianas de $50,000.
- Frecuencia: 13% de los casos globales, con pérdidas medianas de $110,000.
Estadísticas por Tipo de Negocio:
- Servicios Financieros: Representan el 17% de todos los casos globales, con pérdidas medianas de $1.2 millones.
- Atención Médica: Pérdidas medianas de $100,000 por caso.
- Manufactura: 10% de los casos globales, con pérdidas medianas de $200,000.
- Sector Público: Pérdidas medianas de $125,000 por caso, siendo la corrupción el tipo de fraude más común.
En resumen
- Abordar el fraude requiere un enfoque multifacético. La ACFE reporta que, en promedio, las organizaciones pierden un 5% de sus ingresos anuales debido al fraude.
- Es fundamental que las empresas ofrezcan capacitación continua para identificar y reportar actividades fraudulentas, implementen políticas que protejan a los denunciantes y recompensen a aquellos que eligen hablar.
- Además, se deben desarrollar controles internos efectivos y realizar auditorías independientes regularmente para detectar cualquier irregularidad.
- Los líderes empresariales deben estar atentos a estos arquetipos y sus señales de alerta para evitar que se produzcan fraudes dentro de sus organizaciones y proteger tanto sus finanzas como su reputación.
- Con el conocimiento y las medidas adecuadas, es posible reducir significativamente el riesgo de fraudes devastadores y mantener la integridad de la organización.