LOS ANTEOJOS DE KAREEM ABDUL JABBAR
De Harlem para el mundo, Ferdinand Lewis Alcindor era un muchacho al que le gustaba el Basketball, a los 14 años ya superaba los 2.0 metros y le daba su físico para poder dedicarse a lo que tanto le apasionaba, su precoz estatura lo llevo a estar en el grupo de los raros de la escuela, cerca al alto, al gordo, a todo ese que saliera un poquito de los estándares impuestos.
Años después se convertiría en la figura de su equipo universitario, lo consideraban medio escuadrón, pero este destello rutilante también lo hizo presa de agresiones de sus contrincantes, había un imán entre sus ojos y los dedos de algunos de sus rivales.
En el 67 debió abandonar varios partidos con una toalla en su rostro y llegar a jugar con un ojo entrecerrado. Lastimado hacia que el equipo de UCLA logrará records impresionantes.
Venían épocas de cambios, radicales como el de su nombre, por su fe religiosa, no sería más Lewis y empezaría a ser Kareem Abdul Jabbar “Generoso sirviente de Ala”; no integraría la selección de USA por diferencias políticas para los olímpicos de México y se enrolaría en las filas del Milwauke Bucks.
Allí los problemas físicos no serían la excepción en un partido frente a los Celtics, tendría que retirarse por quebrarse el 4to hueso del metacarpo de la mano y mientras todos esperaban el dictamen de la mano, el Doctor George Korkos, le decía al equipo “La mano va a curar, su cornea está en un grave peligro”. Su condición ocular comprometía su continuidad en el deporte.
En el silencio y la soledad de la lesión, se le ocurrió una idea, nunca antes probada en el Basketball. “Y si juego con unas gafas”, ¿Gafas? Se preguntaban los directivos del equipo, el Showbiz ya había empezado y que tan vendedor iba a ser un jugador de la NBA con unas gafas de soldadura en la cancha.
A partir de ese momento Kareem Abdul Jabbar disputaría sus partidos de la NBA con sus Goggles, nombre que daría a sus icónicas gafas, que no fueron impedimento para ser el reemplazo de Wilt Chamberlain en los Lakers, segundo jugador con más partidos en la NBA, seis veces MVP, más puntos convertidos, más minutos jugados.
Y toda esta historia no es para contar que el jugador de más records en la NBA usaba gafas, esta historia empieza aquí, cuando miles de niños con deficiencias visuales, con alguna discapacidad empezaron a sentirse identificados con la figura de Jabbar que pese a ser distinto y tener que ponerse gafas, podía jugar en la NBA y así ellos, quienes lo admiraban podrían demostrar de que eran capaces.
Hace poco leí algo que decía “Dile al débil que es fuerte y lo verás haciendo fuerza”, pues este hombre al volar por los aires con sus gafas bien puestas le dijo a miles de personas que si podían hacerlo.
Probablemente no todos llegarían a ser el pívot de un equipo profesional de baloncesto, pero si para que se sintieran cómodos y se aceptaran con el cuerpo que habían recibido y desarrollar todo su potencial.
Hace poco asistí a una charla donde habían más de 500 personas, el tema aunque bueno, no fue el mayor impacto, sin embargo rescato poderosamente de aquel facilitador, que tenía problemas de dicción y no podía pronunciar bien la "ERRE", esto en ningún momento fue obstáculo para tener en sintonía a centenares de oyentes y contagiar a través de su discurso.
Pensé cuantas veces no hacemos algo por temor al rechazo y vemos como salen Kareem´s con sus gafas poco populares a hacer historia y a demostrarnos que si se puede y que todo depende de la actitud y disposición frente al reto.
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5 añosSúper