¡A los botes! ¡la escuela se hunde!
De un plumazo se esfumaron todas las certezas sobre lo que si y lo que no en temas de transformación digital educativa. Todes los gurúes todes, rascándose la cabeza. Y una vez mas recae en la entidad dominante (funcionarios, directivos, propietarios) empujar al abismo a quienes están en el frente de batalla. ¿por qué? ¿por qué batalla? ¿es contra el virus, contra la ignorancia o por la supervivencia del modelo?
¿cuál es en definitiva el punto de inflexión que puso a la transformación digital como la figura protagonista de esta crisis? Mantener el modelo escolar, conservar, los conservadores piden a gritos a los innovadores la asistencia de cualquier herramienta que permita la continuidad de lo que ya sabemos que no funciona. Es mas, no se necesitan innovadores, vamos a hacerlo y ya. Profundicemos en la agonía prevaleciente, dando muestras de que nada ha cambiado, bueno si, ahora podemos mutear a los alumnos con un botón y sin gritar, es la panacea de todo vieje docente expositor.
Les estudiantes también encontraron sus estrategias para seguir escapando a la realidad del nuevo aula. "Se me rompió la webcam" y seguir durmiendo en la cómoda y mullida camita como Dios y el cerebro adolescente manda.
Aunque a veces sencillamente ni les importe. Porque en definitiva a nadie parece importarle lo que opine un estudiante. Cosa que nos lleva a advertir que aún en este contexto de pandemia donde TODO absolutamente TODO cambia, la escuela no.
Es que la escuela ha perdido esa caracterización implícita de guardería de niñes, y está obligada ahora a meterse en las casas a demostrar que no abandonará su misión de enseñar todo el contenido curricular, de una manera o de otra, su parte del trato estará cumplido. "Nosotros vamos a golpear desde el interior de tu dispositivo para recordarte que tu deber es aprender lo que nosotros sabemos y vos no". Nada cambia.
Es que hay un miedo a que la parte de las familias que deben pagar una cuota en caso de la educación privada, decidan dejar de hacerlo porque les hijes están en casa, el servicio está incompleto. Y esa relación económica se tensa y otra ves les niñes en el medio y nadie les consulta.
ok ok, si les preguntamos van a decir que los dejemos en paz, lo único bueno de la escuela es ver a les amigues, les novies, jugar en los recreos. Bueno si, no generalicemos, algunos aman la clase de música porque la seño canta relindo, o la clase de robótica que el profe está reloco y siempre trae ideas divertidas.
¿Entonces, qué hacemos? bien, reconocer las propias limitaciones, blanquear estas realidades, ponerlas sobre la mesa y analizar. El modelo SAMR (Sustitution, Augmentation, Modification, Redefinition) nos ayuda a plantear un mapa de la situación.
Si me preguntan, hoy percibo que todas estas etapas están bien a lo latino en un guiso multiestado. Sustitución ya no tanto en el reemplazo del pizarrón por el proyector sino por la pantalla compartida; Aumento se ve en la video conferencia donde la mejora funcional está en no movernos de casa para estar todes en el mismo lugar o apagar los mics o webcams para tener la ilusión de que nos escuchamos; Modificación puede que la estén vivenciando aquelles docentes que ya estaban cómodes con google clasroom y al fin ven el compromiso de entregar ahí los deberes, abordando una trasabilidad que permita algún tipo de evaluación, permitiéndose empujar las asignaciones a un nivel de participación, corrección y reentrega mas gestionable; finalmente Redefinición logran quienes crean un material digital multimedial que se relaciona con los contextos individuales y generan impacto de aprendizaje significativo.
Por lo tanto entender este mapa permite tomar decisiones mas certeras y justas que no sean pedir a docentes que manden tarea, como sea, la que sea. Nadie debe percatarse que no sabemos lo que estamos haciendo. La pena está en que sabemos que no saben porque nadie nos preparó para esto, pero no importa no saber, es justamente lo que les innovadores vienen pidiéndoles a les conservadores. Ser facilitadores, promotores de un ambiente, de un clima, de una experiencia, de ampliar el repertorio de herramientas para el autoaprendizaje. Y ese es mi mayor temor en este momento. Si la experiencia de usuario de la tecnología digital que terminen teniendo los alumnos y docentes, los directivos y las familias no es buena, quedará toda esta vivencia como una anécdota deprimente que mejor olvidar, y no como la gran oportunidad para una incorporación que invite a llegar a la R de redefinición. Explotar los recursos digitales requiere de una preparación mucho mas trabajosa en la primera instancia, pero a la larga debería ayudarnos a encontrar nuevos modos porque haciendo se aprende. Curar contenido, recrearlo, ponerlo a prueba, es lo que vamos descubriendo. ¿qué será lo que hay mas allá? Espero estar a la altura del desafío y que esta crisis realmente se convierta en oportunidad de mejora.
A mis alumnes voy a preguntarles si al terminar esta cuarentena van a valorar de otro modo a las personas que sufren carencias como estamos sufriendo todes, carencias que para algunes seguirán existiendo luego, carencias de afectos y oportunidades. Si haber compartido este encierro les permite comprender lo que para muchos no se trata de un momento, unos meses, sino toda una vida. Voy a preguntar en qué quieren salir mejorados y voy a ayudarles. Apunto a que sea en que al fin entendimos que la jugada individual es un espejismo de un modelo que sólo brilla por fuera y está podrido por dentro. Que o remamos juntos o juntos nos hundimos.