Los cuatro nuevos desafíos de la responsabilidad social empresarial.
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Los cuatro nuevos desafíos de la responsabilidad social empresarial.

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Imaginemos a enero del 2020. No solo por las buenas energías que trae un nuevo año, también es felicidad por el reto de poner en marcha esos planes estratégicos que, generalmente, empezamos a pensar, redactar y plasmar tres meses antes del cierre fiscal; Planes que seguramente obedecen al comportamiento de cada organización, algunos de ellos pensando en contraer acciones por algún efecto poco favorable en su comportamiento financiero, comercial, operacional o situacional, pero otros, en su mayoría seguramente, se piensan estratégicamente para expandir acciones y fortalecer el entorno empresarial teniendo en cuenta la triple cuenta de resultados. (Elkington, The Triple Bottom Line: Does it All Add Up, 2004).

En contexto, la triple cuenta de resultados es un marco que fomenta los negocios sostenibles en base a tres dimensiones: la económica, la social y la ambiental.  Una empresa comprometida con alcanzar estos resultados no solo recibe para si un beneficio tributario por sus buenos oficios, también le facilita acceder a nuevos mercados, como los Europeos que valoran este compromiso con los grupos de interés, pero también promueve la innovación empresarial, empodera sus empleados y genera una reputación que le permite retener y atraer nuevos clientes. 

Además de sonar fantástico es sin duda una herramienta poderosa para poder entregar parte de nuestro ADN empresarial a los Stakeholders (grupos de interés), pero desde que se acuñó este concepto se consideró la presencia física como elemento necesario para implementar y visibilizar las acciones. Qué buena foto, podrían decir algunos detractores de la RSE (Responsabilidad social empresarial), o que gran trabajo, podrían decir nuestros grupos internos, sin embargo hoy, en medio de una pandemia mundial, nuestro primer desafío es reducir el contacto físico con las comunidades, entendido la gran responsabilidad en cuanto a evitar que nuestros grupos de interés externos puedan contagiarse durante el trabajo de campo y por supuesto, las buenas acciones ejecutadas no se conviertan en un dilema técnico que afecte emocional, económica y socialmente a las comunidades, y, sin lugar a dudas a la afectación reputacional de la empresa.

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Si reducimos el contacto físico con nuestros grupos de interés se pueden empezar a generar elementos de presión que harán ruido en el entorno social, por lo tanto es importante como segundo desafío superar el desarrollo de soluciones a partir del cierre de la brecha digital.  Suena simple para grupos cercanos a la tecnología o comunidades de baja vulnerabilidad, pero como podemos cerrar esta brecha digital en unidades productivas, caseríos, comunidades, asociaciones indígenas, o diferentes centros rurales donde los ambientes digitales son reducidos o en algunos casos inexistentes?.  Seguramente sí, pero va requerir un esfuerzo coordinado, inteligente y que cierre la brecha digital por lo menos en el mediano plazo, empoderando los grupos de interés con este esfuerzo empresarial.  

El tercer desafío que debemos afrontar desde las empresas es entender las nuevas necesidades de nuestros grupos de interés externos.  

En efecto, todos durante la pandemia del COVID19 nos hemos afectado no solo económicamente si no social y psicológicamente. 

Por esto, es importante entender las necesidades, deseos y frustraciones en las condiciones actuales, algunas redundan en insuficiencia de ayudas, abandono de estado, olvido de empresarios locales, entre otras condiciones que pueden desenlazarse en eventos trágicos como la violencia intrafamiliar, la deserción escolar, e inclusive eventos de presión que pueden afectar de igual manera las comunidades y la reputación de las empresas.
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Las empresas socialmente responsables evalúen las condiciones de operación en sus entornos.  Dinámicas tradicionales pueden poner en riesgo la comunidad, pero una transformación digital forzada puede causar igual efecto. Y finalmente, el acompañamiento psicosocial es importante para generar ambientes seguros, confortables y empáticos con las comunidades.  

Adicionalmente, los impactos socioeconómicos productos de la Pandemia evidencian un aumento de la pobreza, la pobreza extrema y reflejan la matriz de la desigualdad en los territorios. Ante las grandes brechas históricas que la pandemia ha agravado, genera un cuarto desafío que es la articular esfuerzos para implementar estrategias de inversión social de corto plazo necesarias para atender las manifestaciones más agudas de la emergencia (garantía de ingresos, acceso a la atención médica, a los servicios básicos, a la alimentación adecuada y a la educación), con otras de mediano y largo plazo (salud, estrategias de inclusión laboral y Desarrollo e innovación empresarial), orientadas a garantizar el ejercicio de los derechos de las personas mediante el fortalecimiento del Estado de bienestar y la provisión universal de protección social.

El COVID19 es un aprendizaje, la oportunidad para conformar el nuevo presente y re definir las prácticas socialmente responsables en nuestras compañías.   Cada esfuerzo debe verse reflejado en un impacto real, que cree futuro y mejore la calidad de vida de nuestros grupos de interés con apropiación, empatía y liderazgo en la innovación social empresarial.


ESCRITO POR:

NELSON R. MUÑOZ OSMA

Master en administración de empresas.

Mentor empresarial en RSE. Utadeo.

soy@nelson.com.co

fotos de referencia tomadas de: pixabay

REVISIÓN DE ESTILO y COMPLEMENTO

Alexander Álvarez Contreras

Líder Entorno Piedemonte

Jaime del Valle

Chief Executive Officer @ Lulo Sunshine Inc | MBA

4 años

Excelente, unas preguntas ¿Cuáles son los costos de todo eso? ¿Cuánto vale cada desafío? ¿de dónde va a salir el dinero para ejecutar cada acción propuesta? Gracias

Patricia Monroy Sánchez

Secretary - Engineering Faculty - Pontificia Universidad Javeriana

4 años

Nelson sin duda estos desafíos nos fijan nuevas metas dentro de nuestras organizaciones y sobre todo nos invita a recobrar la confianza, no dejar caer nuestra reputación.

Camilo Andres Soto Montoya

Gerente Sr de Innovación en IA | Transformando telecomunicaciones en Liberty Latinoamérica | Fundador de Jaibana S.A.S | Arquitecto de IA | Ponente en IA y cloud | Impulsando la próxima generación de líderes tecnológicos

4 años

Muy buen artículo, el tema de RSE no es un juego, el problema que la mayoría de empresas y el gobierno ven la RSE la ven como algo que debo de hacer para tener una mejor imagen, no con una verdadera Responsabilidad Social.

Diego Noriega

Co-founder SquadS Ventures | Endeavor Entrepreneur & Mentor | EOer | 30x Co-founder | Autor Libro "Liderazgo CO" | 64x VC Investor | 15x Angel Investor. "No hay empresarios exitosos en sociedades fracasadas"

4 años

El Mindset tiene que cambiar radicalmente y la RSE con ella. Y si en vez de "ayudar" se ponen a "COlaborar o COcrear" soluciones?

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