Los dueños del mundo
Los emprendedores somos hoy, emprendedores. Mañana y si trabajamos duro seremos eso, los dueños del mundo. En mi opinión para alcanzar ese nivel hemos de poseer una combinación casi mágica de características. Algunas de ellas innatas. Otras, aprendidas.
Desde luego hay pocas cosas que motiven más que el poder de cambiar el mundo. De poseer un trozo del pastel. Como dijo Larry Page, si estás cambiando el mundo, estás trabajando en cosas importantes. Y así estarás emocionado por levantarte por la mañana.
Tomar ejemplo
Creo que fijarse en casos de éxito para aprender es positivo, aunque como ya he comentado en alguna ocasión para mi también son grandes maestros los casos de fracaso. Quizá mejores. En cualquier caso, encontrar influencias en los demás nos ayudará a dar forma a ese perfil de "dueño del mundo". Y cuando hablo de los demás, no hablo solo de los famosos y de los que salen en las listas de los más poderosos o influyentes, sino también de tus empleados. De tus compañeros del sector, de tu competencia... Los emprendedores podemos aportarnos mucho entre nosotros y así, ir escalando hasta esa ansiada cima y, quién sabe, quizá llegar a protagonizar nuestra propia serie como hará Elon Musk. Siguiendo la estela de Amancio Ortega, será producida por HBO y tratará sobre el lanzamiento de su primer cohete a la Estación Espacial Internacional.
Hay sitio para muchos
Quizá no para todos, pero sí para muchos. Quién iba a decirle a Ismael Villalobos (La Casa de las Carcasas) el éxito que le esperaba. Su empresa surgió en 2013 como un proyecto personal y hoy factura cerca de 45M, está valorada en 100M de euros y acaba de desembarcar en el mercado italiano.
Como el citado anteriormente Amancio Ortega dijo, lo importante es marcarse metas en la vida y poner toda tu alma en cumplirlas. Con esta máxima y tus valores clave como emprendedor (trabajo, esfuerzo, constancia, pasión...) estás más cerca de lograrlo.
La única vida después de la muerte es lo que la gente recuerda de ti (Craig Venter). Tú decides si quieres que te recuerden o no como uno de los dueños del mundo. Yo, personalmente, sí quiero.