Los haters son una bendición
Antes de ganar visibilidad en las redes sociales siempre había oído que te empieza a ir bien cuando ocurren dos cosas:
Ya han sido varias las veces que me han copiado emails de mi newsletter privada.
Algún suscriptor me avisa muy ofendido de que me han copiado. A mí sinceramente no es algo que me preocupe. Internet y el tiempo son muy justos, ponen a cada persona en su sitio.
No gasto energías en eso, de verdad.
Y lógicamente en estos dos años que he ganado visibilidad en las redes sociales me han salido haters.
Asi que si los haters te generan incomodidad o no sabes como lidiar con ellos, sigue leyendo porque esto te interesa.
Hace poco escribí en mi newsletter de LinkedIn un post sobre mis razones para abandonar el desarrollo móvil de aplicaciones personales.
Mis razones eran la presión sobre los desarrolladores para ajustarse a target específico del SDK bajo amenazas. No controlar el ecosistema donde están publicadas y como me afectaba esto.
Yo hablaba de mi experiencia, como me afectaba a mí y de mi decisión. No mencionaba ni me metía con nadie en particular.
Pues al parecer hubo una persona que se sintió atacada, algo le quemó por dentro al leer mi post y le pareció buena idea vomitar estas palabras en un comentario.
Te entiendo perfectamente: que una app no sea como una web que la pones hace 20 años y sigue ahí… qué vergüenza que tengas que mantener una vez al año tus apps y que tras 4 años de no prestarles atención Apple o Google te obliguen a usar las últimas SDKs por la seguridad de tus usuarios. Lo mejor es poner un Wordpress 1 y ya… que ahí se quede. Dónde va a parar. No te echaremos de menos en el sector móvil con ese amor por el trabajo bien hecho.
Pero mi intención no es hablarte de esta persona, sino de los beneficios de un hater.
Generalmente, un texto es bueno cuando hace sentir algo quien lo lee. Es irremediable que esos sentimientos sean positivos o negativos dependiendo de las taras que traiga cada uno.
En el fondo, cada persona es quien interpreta y decide lo que le hace sentir, aunque sea de forma inconsciente. El texto es el mismo para todas las personas que lo leen.
Cuando a una persona le genera un sentimiento negativo tienes dos posibilidades.
La primera es ignorar y pasar a otra cosa, que es lo que hago yo el 100% de las veces que leo cosas que no me gustan en internet cada día.
La segunda, que es la hace un hater. Un Hater es ser incapaz de dejarlo pasar, como le ocurre a los niños, tratar de vomitar su opinión no solicitada, y que a nadie le importa, para pagar sus frustraciones con el autor del malvado texto y poder sentirse un poco mejor.
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El problema de un hater es que no es consciente de que termina provocando el efecto contrario de su objetivo.
¿Cuál es su objetivo?, menospreciar al autor, hacerle sentir mal, que otros vean como trata de ridiculizarle y calmar ese fuego interior que no ha sido capaz de controlar.
¿Qué es lo que consigue?, dar más visibilidad al texto. Personas a las que el algoritmo no había enseñado el texto se lo enseña.
Y suele ocurrir que a personas relacionadas con el hater, si les gusta el texto. ¿Recuerdas que la interpretación es individual y el texto el mismo para todos no?
Y es lo que pasó con este hater.
Recibí nuevos seguidores y suscriptores de su círculo para mi newsletter privada. Suscriptores que posiblemente en el futuro me compren algún curso.
Y todo gracias a este hater.
Muchas gracias, querido hater.
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