Los objetivos de la logística ambiental
La logística verde persigue:
La logística verde persigue:
Medir la huella de carbono de las operaciones logísticas para así tener un punto de partida sobre el que barajar medidas en pro de la sostenibilidad y controlar los resultados de las mismas. Una de las metodologías más extendidas para el cálculo del consumo de energía y de los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero es la norma internacional UNE-EN 16258:2013.
Reducir la contaminación del aire, suelo, agua y auditiva, analizando el impacto que tiene cada una de las áreas logísticas, en especial la ligada al transporte.
Hacer un uso racional de los suministros, reutilizando contenedores y reciclando embalajes.
Haciendo extensiva la sostenibilidad a la cadena de suministro, la logística ambiental está marcada también por la concepción de los productos y su packaging (El packaging es el envoltorio que se les pone a los productos para mantenerlos a salvo de daños durante el transporte y almacenamiento. Idealmente, un buen packaging mantiene las cualidades del producto y ayuda a que se 'marketice', al mismo tiempo que hace que se pueda identificar, describir y promocionar el producto.)
Ambos deben diseñarse de manera que se minimice su impacto ambiental.
¿A qué desafíos se enfrenta la logística verde en la actualidad?
Hoy por hoy la logística es un sector que no se caracteriza por un alto grado de sostenibilidad. Y es que, en el ámbito logístico, las empresas se enfrentan a obstáculos notables a la hora de poner en marcha políticas de respeto al medio ambiente. Esto es debido a varias causas:
1. La dependencia de los combustibles fósiles, especialmente en el transporte
Aún no se han encontrado soluciones eficaces y viables económicamente que permitan rebajar el nivel de dependencia de los carburantes en el transporte de mercancías.
2. El impacto de las entregas de última milla en el tráfico urbano
En especial las entregas de e-commerce han incrementado enormemente el tráfico de vehículos de reparto en las grandes ciudades y muchos operan sin llevar carga completa ante la heterogeneidad de los pedidos.
3. La falta de infraestructuras
Los entes locales están regulando para establecer límites a las emisiones, pero se echa en falta un acuerdo transversal para desarrollar medidas de construcción que satisfagan las necesidades de los implicados en las actividades logísticas.
4. Necesidad de inversiones por parte de las empresas
Tanto si las operaciones logísticas las llevan a cabo de forma interna como si se han subcontratado, las tarifas y los márgenes tan ajustados que se manejan en el sector no siempre permiten plantearse invertir en infraestructuras, automatización de procesos o en equipos de manutención más eficientes.
5. La invisibilidad de la logística de cara a los consumidores
La logística no es sostenible porque, en general, el cliente tampoco lo es. Existe un problema añadido: para él, la logística es invisible y lo es cada vez más. Es complicado aplicar políticas de logística ambiental cuando el cliente exige, por ejemplo, entregas en 24 horas que impiden consolidar cargas y aprovechar flujos de transporte.
Además, el coste logístico muchas veces no se desglosa en la factura o este es mínimo. Esto le resta relevancia y, por tanto, se reducen las razones para invertir en su sostenibilidad medioambiental.
Cómo aplicar planteamientos de logística ambiental: estrategias
1. Incluir el criterio ambiental en las políticas de aprovisionamiento
Dentro de la política de compras y aprovisionamiento de la empresa, se pueden incluir criterios de sostenibilidad a la hora de valorar las propuestas de los proveedores. Estos pueden hacer referencia a:
Las características de los productos: por ejemplo, comprar embalajes ecológicos y limitar el uso del plástico en el packaging.
Los procesos de fabricación: existen normativas internacionales que avalan una gestión ambiental favorable. Mecalux cuenta con la certificación de la norma ISO 14001 que acredita la implantación de un sistema de gestión ambiental en el funcionamiento global de la empresa.
La localización del proveedor, primando aquellos más cercanos.
De esta forma, se podría evaluar la posibilidad de adquirir suministros respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, cada vez hay más opciones de vehículos industriales eficientes que restringen las emisiones de gases invernadero, sobre todo en la rama de ligeros. Además, conviene consultar la existencia de ayudas o subvenciones para su adquisición.
2. Optimizar la gestión de las flotas de transporte
El transporte es una de las áreas que más huella de carbono produce dentro de la cadena logística. Para limitarla, aparte de adquirir vehículos menos contaminantes, es necesario utilizar sistemas que asistan en la planificación de las rutas de entrega y primen la consolidación de cargas.
No solo se consigue una mayor eficiencia en la gestión de flotas, sino que también se reducen las emisiones globales producidas por el transporte.
3. Contar con un almacén que siga estándares de construcción y gestión sostenible
La efervescencia del sector logístico está impulsando la demanda de nuevos almacenes o está forzando a las empresas a rediseñar sus infraestructuras para ajustarlas a las exigencias del mercado. En este sentido, existen distintas formas en las que se refleja la logística ambiental en el diseño de almacenes:
Cobran protagonismo los llamados inmuebles logísticos 4.0: su diseño y construcción incorporan medidas de protección medioambiental que garantizan una gestión sostenible del edificio. El certificado Breeam o la calificación Leed son dos de los sellos que avalan la sostenibilidad de las naves logísticas. Para la concesión de estas certificaciones, se analizan aspectos como la eficiencia en el consumo de agua y energía, el uso de fuentes energéticas alternativas, la selección de materiales de construcción y el manejo de residuos durante todo el proceso.
Control y fomento del ahorro energético dentro del almacén: se puede realizar de distintas maneras. Por ejemplo, la completa automatización de ciertos procesos en el almacén permite limitar la necesidad de luz artificial (emulando la metodología conocida como lights-out manufacturing). Otra forma de seguir los planteamientos de la logística sostenible es la utilización de embalajes ajustados al máximo a los productos para limitar el derroche de recursos, o hacer uso de fórmulas de packaging adaptable que cuenten con una mayor versatilidad.
4. Habilitar medidas de reducción y reciclaje de los residuos producidos en el almacén
Una de las medidas para aplicar la logística ambiental en el almacén es gestionar los residuos producidos con criterios sostenibles. Por ejemplo:
Establecer un proceso de clasificación de los residuos según los materiales para reciclar.
Reducir todo lo posible el uso de papel en el almacén gracias a la implementación de soluciones informáticas como el software de gestión de almacenes Easy WMS.
Controlar la gestión de residuos especiales para que sigan los procedimientos adecuados para su reciclaje.
5. Mejorar los procesos de gestión de stock y de logística inversa
Conseguir una instalación de almacenaje más eficiente sigue uno de los preceptos de la logística ambiental: reducir el derroche a través de una mejora global de los procesos. Algunas medidas para ello son:
Reducir los desplazamientos dentro del almacén gracias a la combinación de una buena gestión de ubicaciones y de una planificación de las labores de picking optimizada.
Prevenir daños en el stock ligados al manejo manual de mercancías. La implantación de robots y sistemas automáticos en el almacén resuelve esta cuestión.
En caso de contar con mercancías perecederas, llevar un manejo preciso del criterio FIFO para controlar las caducidades y evitar que las mercancías se echen a perder.
Establecer procesos de control de calidad para los productos devueltos que busque aprovechar al máximo la gestión de la logística inversa. Por qué seguir los postulados de la logística verde Hay razones de peso por las que está cobrando importancia el enfoque de la logística ambiental:
Las políticas de logística ambiental representan una ventaja competitiva frente a la competencia. No solo revalorizan la marca y representan un elemento diferenciador, sino que también preparan a la empresa para el futuro, que inevitablemente tiene que ser sostenible.
Las medidas de ahorro energético son una estrategia eficaz para afrontar el aumento de los costes en los suministros.
Aseguran que la empresa esté preparada para cumplir con las normativas ambientales.
Si quieres mejorar la gestión de la cadena de suministro de tu empresa y aplicar medidas para abrazar los postulados de la logística verde, cuenta con Mecalux. No solo la aplicamos en nuestra empresa, sino que también ponemos a disposición de nuestros clientes nuestra experiencia gestionando el funcionamiento de todo tipo de almacenes con el objetivo de hacerlos más eficientes y sostenibles.
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Medir la huella de carbono de las operaciones logísticas para así tener un punto de partida sobre el que barajar medidas en pro de la sostenibilidad y controlar los resultados de las mismas. Una de las metodologías más extendidas para el cálculo del consumo de energía y de los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero es la norma internacional UNE-EN 16258:2013.
Reducir la contaminación del aire, suelo, agua y auditiva, analizando el impacto que tiene cada una de las áreas logísticas, en especial la ligada al transporte.
Hacer un uso racional de los suministros, reutilizando contenedores y reciclando embalajes.
Haciendo extensiva la sostenibilidad a la cadena de suministro, la logística ambiental está marcada también por la concepción de los productos y su packaging (El packaging es el envoltorio que se les pone a los productos para mantenerlos a salvo de daños durante el transporte y almacenamiento. Idealmente, un buen packaging mantiene las cualidades del producto y ayuda a que se 'marketice', al mismo tiempo que hace que se pueda identificar, describir y promocionar el producto.)
Ambos deben diseñarse de manera que se minimice su impacto ambiental.
¿A qué desafíos se enfrenta la logística verde en la actualidad?
Hoy por hoy la logística es un sector que no se caracteriza por un alto grado de sostenibilidad. Y es que, en el ámbito logístico, las empresas se enfrentan a obstáculos notables a la hora de poner en marcha políticas de respeto al medio ambiente. Esto es debido a varias causas:
1. La dependencia de los combustibles fósiles, especialmente en el transporte
Aún no se han encontrado soluciones eficaces y viables económicamente que permitan rebajar el nivel de dependencia de los carburantes en el transporte de mercancías.
2. El impacto de las entregas de última milla en el tráfico urbano
En especial las entregas de e-commerce han incrementado enormemente el tráfico de vehículos de reparto en las grandes ciudades y muchos operan sin llevar carga completa ante la heterogeneidad de los pedidos.
3. La falta de infraestructuras
Los entes locales están regulando para establecer límites a las emisiones, pero se echa en falta un acuerdo transversal para desarrollar medidas de construcción que satisfagan las necesidades de los implicados en las actividades logísticas.
4. Necesidad de inversiones por parte de las empresas
Tanto si las operaciones logísticas las llevan a cabo de forma interna como si se han subcontratado, las tarifas y los márgenes tan ajustados que se manejan en el sector no siempre permiten plantearse invertir en infraestructuras, automatización de procesos o en equipos de manutención más eficientes.
5. La invisibilidad de la logística de cara a los consumidores
La logística no es sostenible porque, en general, el cliente tampoco lo es. Existe un problema añadido: para él, la logística es invisible y lo es cada vez más. Es complicado aplicar políticas de logística ambiental cuando el cliente exige, por ejemplo, entregas en 24 horas que impiden consolidar cargas y aprovechar flujos de transporte.
Además, el coste logístico muchas veces no se desglosa en la factura o este es mínimo. Esto le resta relevancia y, por tanto, se reducen las razones para invertir en su sostenibilidad medioambiental.
Cómo aplicar planteamientos de logística ambiental: estrategias
1. Incluir el criterio ambiental en las políticas de aprovisionamiento
Dentro de la política de compras y aprovisionamiento de la empresa, se pueden incluir criterios de sostenibilidad a la hora de valorar las propuestas de los proveedores. Estos pueden hacer referencia a:
Las características de los productos: por ejemplo, comprar embalajes ecológicos y limitar el uso del plástico en el packaging.
Los procesos de fabricación: existen normativas internacionales que avalan una gestión ambiental favorable. Mecalux cuenta con la certificación de la norma ISO 14001 que acredita la implantación de un sistema de gestión ambiental en el funcionamiento global de la empresa.
La localización del proveedor, primando aquellos más cercanos.
De esta forma, se podría evaluar la posibilidad de adquirir suministros respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, cada vez hay más opciones de vehículos industriales eficientes que restringen las emisiones de gases invernadero, sobre todo en la rama de ligeros. Además, conviene consultar la existencia de ayudas o subvenciones para su adquisición.
2. Optimizar la gestión de las flotas de transporte
El transporte es una de las áreas que más huella de carbono produce dentro de la cadena logística. Para limitarla, aparte de adquirir vehículos menos contaminantes, es necesario utilizar sistemas que asistan en la planificación de las rutas de entrega y primen la consolidación de cargas.
No solo se consigue una mayor eficiencia en la gestión de flotas, sino que también se reducen las emisiones globales producidas por el transporte.
3. Contar con un almacén que siga estándares de construcción y gestión sostenible
La efervescencia del sector logístico está impulsando la demanda de nuevos almacenes o está forzando a las empresas a rediseñar sus infraestructuras para ajustarlas a las exigencias del mercado. En este sentido, existen distintas formas en las que se refleja la logística ambiental en el diseño de almacenes:
Cobran protagonismo los llamados inmuebles logísticos 4.0: su diseño y construcción incorporan medidas de protección medioambiental que garantizan una gestión sostenible del edificio. El certificado Breeam o la calificación Leed son dos de los sellos que avalan la sostenibilidad de las naves logísticas. Para la concesión de estas certificaciones, se analizan aspectos como la eficiencia en el consumo de agua y energía, el uso de fuentes energéticas alternativas, la selección de materiales de construcción y el manejo de residuos durante todo el proceso.
Control y fomento del ahorro energético dentro del almacén: se puede realizar de distintas maneras. Por ejemplo, la completa automatización de ciertos procesos en el almacén permite limitar la necesidad de luz artificial (emulando la metodología conocida como lights-out manufacturing). Otra forma de seguir los planteamientos de la logística sostenible es la utilización de embalajes ajustados al máximo a los productos para limitar el derroche de recursos, o hacer uso de fórmulas de packaging adaptable que cuenten con una mayor versatilidad.
4. Habilitar medidas de reducción y reciclaje de los residuos producidos en el almacén
Una de las medidas para aplicar la logística ambiental en el almacén es gestionar los residuos producidos con criterios sostenibles. Por ejemplo:
Establecer un proceso de clasificación de los residuos según los materiales para reciclar.
Reducir todo lo posible el uso de papel en el almacén gracias a la implementación de soluciones informáticas como el software de gestión de almacenes Easy WMS.
Controlar la gestión de residuos especiales para que sigan los procedimientos adecuados para su reciclaje.
5. Mejorar los procesos de gestión de stock y de logística inversa
Conseguir una instalación de almacenaje más eficiente sigue uno de los preceptos de la logística ambiental: reducir el derroche a través de una mejora global de los procesos. Algunas medidas para ello son:
Reducir los desplazamientos dentro del almacén gracias a la combinación de una buena gestión de ubicaciones y de una planificación de las labores de picking optimizada.
Prevenir daños en el stock ligados al manejo manual de mercancías. La implantación de robots y sistemas automáticos en el almacén resuelve esta cuestión.
En caso de contar con mercancías perecederas, llevar un manejo preciso del criterio FIFO para controlar las caducidades y evitar que las mercancías se echen a perder.
Establecer procesos de control de calidad para los productos devueltos que busque aprovechar al máximo la gestión de la logística inversa. Por qué seguir los postulados de la logística verde Hay razones de peso por las que está cobrando importancia el enfoque de la logística ambiental:
Las políticas de logística ambiental representan una ventaja competitiva frente a la competencia. No solo revalorizan la marca y representan un elemento diferenciador, sino que también preparan a la empresa para el futuro, que inevitablemente tiene que ser sostenible.
Las medidas de ahorro energético son una estrategia eficaz para afrontar el aumento de los costes en los suministros.
Aseguran que la empresa esté preparada para cumplir con las normativas ambientales.
Si quieres mejorar la gestión de la cadena de suministro de tu empresa y aplicar medidas para abrazar los postulados de la logística verde, cuenta con Mecalux. No solo la aplicamos en nuestra empresa, sino que también ponemos a disposición de nuestros clientes nuestra experiencia gestionando el funcionamiento de todo tipo de almacenes con el objetivo de hacerlos más eficientes y sostenibles.