Los primeros Juegos Olímpicos sin público | The Luxonomist
Con esta pandemia hemos visto cosas que nunca pensábamos que llegaríamos a ver o, ni si quiera nos habíamos planteado. Fueron las calles desiertas las que silenciaron el mundo durante semanas, generando en nosotros una incertidumbre difícil de sostener. Fueron meses de miedo en el cuerpo, de contadores de contagios diarios, de muertes y un virus que desconocíamos que nos atacaba sin saber cómo combatirlo. Ha pasado año y medio de aquello, llegaron las vacunas, la apertura a una vida perdida con la mochila llena de malos recuerdos y no despedidas.
“La Covid-19 nos ha robado vida” – como escuchaba en una terraza a una mujer mayor que disfrutaba de su primera limonada al aire libre. Pero seguimos con la intención de avanzar sin mirar demasiado atrás, con el aliento esperanzador de que esto terminará pronto.