Post 1: Los primeros olivos por las costas del océano Pacífico y América del Sur.

Desde la llegada de los primeros colonizadores españoles al actual continente americano, los intentos de practicar la olivicultura -el cultivo más representativo de la península Ibérica- dentro de América Central y el Caribe, exclusivamente por factores climáticos no obtuvieron buenos resultados, pues, los olivos jamás dieron aceitunas.

El calor constante y la falta de horas frío dentro del territorio centroamericano, les pasó la factura al momento de que los árboles debían de fructificar las olivas. Sin embargo, la necesidad de proseguir con la colonización, y el deseo imperante de descubrir nuevos territorios, les permitió a los conquistadores españoles acceder al actual territorio peruano, donde literalmente hallaron "El Dorado", encontraron el oro y los espacios primigenios donde por fin, pudieron practicar su tradicional olivicultura y oleicultura (la del oro líquido) dentro del continente americano o Las Américas. Tan necesaria para iluminar las iglesias que empezaron a fundar hace siglos atrás.