Los retos de la traducción turística

Los retos de la traducción turística

Somos curiosos por naturaleza. Desde los inicios, hemos buscado ampliar nuestro conocimiento, saciar nuestra sed de cultura, y cómo no, nuestro apetito por lo novedoso y lo exótico. Tanto es así que las empresas están tomando un rumbo distinto a la hora de vender: más qué productos, buscan conectar con los clientes mediante experiencias que despiertan los sentidos, nos sacan de la rutina y nos hacen sentir únicos. Además, el turismo va innegablemente ligado a la comunicación, y en consecuencia, a las lenguas y la traducción. La traducción turística es uno de los sectores más dinámicos que existen. Los cambios en la economía, las crecientes oportunidades y las exigencias, siempre crecientes, del viajero, dictan nuevas modalidades de viaje que influyen notablemente en las estrategias y modos de venta de agencias, motores de búsqueda, alojamientos, etc. 


Como traductor especializado en #turismo, llevo tiempo observando y reflexionando sobre la manera en que nos dirigimos al usuario; sobre las dificultades a las que nos enfrentamos al adaptar contenido, y sobre los matices culturales y regionales que debemos tener en cuenta a la hora de proyectar una venta. Y cuanto más lo pienso, más retos vinculados a este sector se me ocurren. Aquí van algunos:



  • Adaptación de productos asociados a una marca. Uno de los desafíos más difíciles de “superar” es la adaptación de nombres propios como las tarifas de vuelo, experiencias exclusivas, etc. En la mayoría de casos se recurre al inglés para garantizar una mayor sofisticación, aunque conviene tener en cuenta que, en bastantes ocasiones, nuestra lengua dispone de recursos para crear la misma sensación en el lector o usuario. Este proceso recibe el nombre de #transcreación, y va más allá de la lengua, pues considera factores sociales y culturales. ¡Ah! Fíjate si la lengua es moldeable que a veces sustituimos un término en la lengua original (Luxury) por otro más reconocido o consolidado (Deluxe) en nuestra cultura.


  • Referencias temporales. Como buenos informadores y conocedores de rutas y opciones de viaje, es frecuente que nos dejemos llevar por referencias locales y temporales cuando escribimos páginas de aterrizaje, consejos para el viajero, guías, etc. En la medida de lo posible, conviene evitar mencionar esa ruta de autobús que pueda verse modificada; aquel monumento que desconocemos si va a estar en nuestro destino en un futuro o los precios sujetos a variación...


En esta misma línea, en ocasiones se nos plantean dilemas sobre el contenido que creamos. ¿Cómo debemos abordar políticas, medidas y restricciones que cambian con el tiempo? Un claro ejemplo es la coyuntura motivada por la crisis de la COVID-19, que obliga a agencias de viaje, motores de búsqueda,  hoteles y demás proveedores a actualizar constantemente sus canales. Por tanto, y dado que nuestro deber es garantizar que el cliente esté informado en todo momento, tenemos que permanecer atentos a posibles variaciones que pueden afectar a la información que proporcionamos. 


  • Localización. O el arte de facilitar que el lector reconozca servicios pensados para él. Más allá de convertir divisas o medidas, conviene dar un paso más y garantizar que el usuario se encuentre cómodo al navegar por la página de reserva y utilizar funciones y botones de acción. En este sentido, es importante considerar que no utilizaremos el mismo formato, orientación, color o fuente de texto para usuarios en Japón o Irlanda. Si tratamos de evitar ofender o ahuyentar al usuario, es de vital importancia informarse sobre las diferencias culturales de cada país, región o grupo, comprenderlas y respetarlas. Asimismo, un toque extra para establecer un vínculo más personalizado es buscar referencias culturales propias: una invitación a reservar un billete de avión que diga “tardarás lo mismo que en tomarte un cappuccino” puede sacarle una sonrisa a un cliente potencial en Italia, pero puede chocarle a un viajero ruso, por ejemplo.


  • SEO. La optimización es un factor clave a la hora de atraer clientes y usuarios a la marca. Y en un campo como el turismo o la hostelería, expresarnos mediante un lenguaje natural puede ser una tarea complicada cuando toca insertar palabras clave. No debemos conformarnos con lo primero que se nos ocurra, sino darle muchas vueltas a nuestro texto, encontrar una forma natural de introducir estas palabras en el discurso para que no suene forzado; y sobre todo, no abusar de ellas, pues el motor de búsqueda lo reconocerá y nos castigará por ello. Asimismo, las palabras clave deben tener en cuenta la variedad lingüística de aquella zona a la que nos dirijamos. Por ejemplo, “transporte terrestre” podría funcionar mejor que “traslado por tierra” en España; o si estamos traduciendo, es mejor alejarnos de calcos o traducciones literales como “tránsito” (transit), así como de términos que no encuentren una equivalencia total en nuestra locale (ground transport). 


  • Falsos amigos. ¿Es un “hostel” un hostal en español, o más bien un “albergue”? ¿Cómo traducimos términos muy enraizados en ciertas culturas y regiones como “pousada” o “riad”? Hacernos estas preguntas y más indica que disponemos del pensamiento crítico necesario para resolver diferencias culturales como buenos traductores y redactores. 


Los expertos en la materia emplean los términos “domestication” y “foreignization” para referirse al constante acercamiento/alejamiento a la lengua de destino. Una ventaja de la traducción turística es la creatividad, un valioso instrumento al que podemos recurrir casi siempre. En cualquier caso, y ante la duda, yo siempre aconsejo aclarar conceptos. Así, incluir una breve explicación entre paréntesis “riad (alojamiento típico marroquí)” puede sacarnos de dudas, y sobre todo, asegurar una experiencia de usuario más fácil y agradable.


Como veis, estamos ante un sector bastante complejo, dinámico y que requiere bastante adaptabilidad y experiencia. Sin duda, todo un desafío para un traductor. Si lees este artículo y buscas ofrecer a tus usuarios una experiencia cercana, flexible y personalizada, creo que juntos podemos hacer frente a los retos que plantea el #turismo. Ponte en contacto conmigo... ¡y pongámonos manos a la obra!


Por cierto, ¿se os ocurren otros retos que plantea la traducción turística?

Buenas observaciones las de "falsos amigos" y de las referencias temporales. ¡Gracias!

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Pablo Montero Llano

  • How far is too far?

    How far is too far?

    A few words on the marketing campaign commissioned to PutosModernos® by Number 16 School. These past few days, I've…

  • Acotar el lenguaje

    Acotar el lenguaje

    Trucos para hacer del lenguaje comercial una experiencia inclusiva e integradora El lenguaje cambia y busca…

    2 comentarios

Otros usuarios han visto

Ver temas