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A ver, ayer me quedé en el 2002. Ya en la empresa resultante de la absorción de las anteriores. Digo absorción porque una tenia un tamaño mucho mayor que la otra. Pero no quiero olvidar el proceso de negociación. Duró tres años. Como ambas empresas funcionaban de forma autónoma y (al parecer) la mía era el caramelito deseado por el pez grande, mi socio y yo decidimos apretar la negociación al máximo. Teníamos la ventaja de que si salía mal nos quedábamos como estábamos.

Pues bien, negociamos de todo, incluso un contrato blindado (millonario en pesetas) para ambos. Es evidente que los trabajadores mantenían o mejoraban sus condiciones. Pero al abordar el tema de la redacción del contrato, cual fue nuestra sorpresa al comprobar que el pez grande nos pedía el mismo blindaje para que no abandonáramos la empresa.

Imagínate.

Ahí te puedes sentir bien. 

Ósea, que no solo querían la empresa sino como la gestionábamos mi socio y yo.

Pasaba de forma automática a ser un buen gestor.

Pues bien, en la nueva empresa pasé a formar parte del equipo directivo con un buen puesto. Cabe decir que siempre me involucré al máximo. 

Las cosas fueron muy bien. Las cifras de la nueva empresa empezaron a crecer rapidísimamente y nuestro poder en la empresa se consolidó. Ya pensábamos en absorber alguna empresa pequeñita para expandir territorio. Y vaya si lo hicimos¡¡¡¡

Yo, como miembro del equipo directivo disfrutaba de despacho, coche de alta gama, sueldo buenísimo y gastos de representación.

Ahí aprendí mucho de dirigir empresas medianas: negociación con bancos (a mayor nivel que antes). Negociación con proveedores (de tu a tu). Negociación con representantes sindicales (con muy buen rollo). Y, por supuesto a gestionar una tesorería holgada que, por mi carácter, no quería invertir en productos volátiles o arriesgados.

Bueno me enrollo mucho . . . . .

Mañana, si te interesa, te cuento los detalles de la historia hasta hoy. No tiene desperdicio.

Recuerda que soy Delegado de protección de datos y te ofrezco a diario mi consultoría.