¿Más vegetación, más estabilidad?

¿Más vegetación, más estabilidad?

Analizando la restauración de suelos degradados en la Meseta Loess (China)  

Esta Meseta, ha experimentado una notable disminución en la erosión del suelo gracias a la implementación de políticas de restauración ecológica basadas en revegetación, aumentando la cobertura vegetal del 32% en 1999 al 63% en 2018. 

A pesar de estos avances, la lluvia extrema provocada por el cambio climático sigue representando un grave problema para la conservación del suelo y el agua, dado que aún no se comprende completamente cómo la revegetación afecta a los diferentes tipos de erosión del suelo. 

En un estudio publicado a principios de 2024 en la prestigiosa revista Water Reosurces Research titulado “La revegetación cambia el tipo principal de erosión en las laderas con cárcavas de la Meseta Loess en China en eventos extremos de lluvia: reducción de la erosión en cárcava mientras se favorecen los deslizamientos superficiales”, se investigó los efectos de la revegetación en los tipos de erosión de laderas con cárcavas. Bajo diferentes condiciones de lluvias extremas, determinaron la cobertura vegetal adecuada.  

En dicho estudio, se llevaron a cabo lluvias extremas artificiales en parcelas experimentales con gradientes de 35°–40°, tratadas con diferentes coberturas de herbáceas: 0%, 30%–40%, 70%–80%, y >90%.  

Hallazgos Clave: 

  • La revegetación con una cobertura >90% redujo la erosión en cárcavas mientras facilitó los deslizamientos superficiales. 

  • Bajo una cobertura de vegetación de >90%, más del 95% de la lluvia se filtró en el suelo, generando un flujo subsuperficial debido a la menor conductividad hidráulica saturada del suelo subyacente, lo que aumentó la posibilidad de deslizamientos de tierra. 

  • La tasa promedio de erosión en parcelas con cobertura del 70%–80% fue un 95.5% menor que en parcelas de tierra desnuda. Sin embargo, debido a los deslizamientos de tierra, la tasa promedio de erosión en parcelas con cobertura >90% fue 86.5 veces mayor que en parcelas con 70%–80%. 

  • Una cobertura del 70%–80% fue la más efectiva en prevenir la erosión del suelo, al controlar la erosión en cárcavas mientras se previene los deslizamientos. 

Figura extraída del Artículo

La erosión es un proceso natural necesario para el funcionamiento de los ecosistemas, y que depende de la interacción de los diferentes componentes del ecosistema: geomorfología, suelo, vegetación e hidrología.  

El problema surge cuando el hombre altera estos procesos generando desequilibrios. Por ello recuperar un paisaje degradado se tiene que basar en regenerar los procesos perdidos atendiendo a la combinación de todos los factores afectados. 

En STONE161, generamos topografías basadas en principios geomorfológicos que contribuyen a generar paisajes estables frente a la erosión al recuperar procesos básicos de infiltración y escorrentía, en combinación con la revegetación y reposición de suelos. En concreto, estas superficies gestionan el agua de lluvia de tal forma que la relación entre el agua infiltrada y la superficial permite retener el agua necesaria para el crecimiento de la vegetación sin generar deslizamientos, mientras se favorece una escorrentía superficial que no erosiona la vegetación que comienza a crecer. 

Este enfoque garantiza una base sólida y estable sobre la cual la vegetación puede prosperar, promoviendo así un ecosistema sostenible y resiliente. 

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