Magallanes y Elcano, expertos en prospectiva

Magallanes y Elcano, expertos en prospectiva

El 20 de septiembre de 2019 iniciamos el proyecto “De la vigilancia a la prospectiva” con el objetivo sensibilizar sobre la importancia de mirar al futuro y acompañar a las organizaciones en el proceso de puesta en marcha de actividades de vigilancia y prospectiva.

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Fue exactamente 500 años después de que zarpara de Sanlúcar de Barrameda la expedición de Magallanes y Elcano. Y, profundizando en aquella época y en lo que rodeó la expedición, se descubren numerosos paralelismos con lo que puede ser la implantación de estas actividades de vigilancia y prospectiva.

En 1519, como hoy, el mundo se lo repartían dos potencias: España y Portugal (España el mundo hacia occidente y Portugal, el mundo hacia oriente). Y estaban en guerra comercial, no por las materias primas o por liderar el 5G, sino por el acceso a las especias y, en concreto, al clavo. Entonces, el viaje a las Molucas, las islas de las especias, se hacía por el este, por territorio portugués, país que conseguía los mayores beneficios con este comercio.

Por otra parte, en aquel momento había personas que disponían de información relevante: había mapas y cartas de navegación (algunas incluso falseadas intencionadamente). Se conocía la intención de Colón de llegar a las Indias navegando hacia el oeste, se sabía que Vasco Nuñez de Balboa había llegado pocos años antes, por tierra, a lo que llamaron el Mar del Sur, al otro lado del territorio americano, ….

Información había, pero solo una persona, Fernando de Magallanes, unió y combinó toda esa información con cierta intuición. Y, superando el mito mayoritariamente compartido, de que la tierra era plana, construyó una visión. Imaginó un escenario plausible: el de llegar a las Molucas viajando hacia el oeste, a través de un posible paso entre el Océano Atlántico y el, llamado entonces, Mar del Sur.

La información y la vigilancia solo son útiles cuando sirven para tomar decisiones y alcanzan su máximo valor cuando, combinadas de forma adecuada y aderezadas con imaginación, intuición y emoción sirven para imaginar un futuro, para definir una visión.

Magallanes presentó su propuesta al rey de España (después de haber sido rechazada por el rey de Portugal. Uno tuvo visión y otro no), y Carlos I la convirtió en su apuesta, en su estrategia para alcanzar el objetivo de acceder a las especias de una forma mucho más barata. Y, así, generar y aprovechar una nueva oportunidad comercial.

La prospectiva tiene que estar unida a la estrategia, en dos sentidos: la prospectiva sirve para definir la estrategia (la visión sin acción no sirve para nada) y, posteriormente, la estrategia orientará la vigilancia y la toma de decisiones.

El rey dio carta blanca a Magallanes, apostó por la idea, cofinanció la expedición y asignó unos recursos (en concreto, 5 barcos con sus capitanes y maestres) y a él le nombró capitán general.

Los ejercicios de prospectiva solo llegan a buen puerto si cuentan con el respaldo y aval de los máximos niveles de la organización y si las personas y equipos que los realizan cuentan con autoridad.

En las 5 naos embarcan tripulantes de lo más variados, se cuentan personas de 11 nacionalidades diferentes. Había navegantes avezados, pero también barberos, clérigos, aventureros y, alguno, simplemente proscritos, … No importa, en un barco cada uno tendrá su papel.

En las actividades de prospectiva es fundamental contar con equipos diversos y multidisciplinares, que aporten diferentes opiniones y puntos de vista para transformar la información en valor.

Magallanes planificó al detalle la expedición. Pero ese detalle dejó de ser útil ante el entorno cambiante que se encuentra: las calmas y las tempestades del Atlántico le hacen rectificar el rumbo, un error de cálculo le hace creer que ha llegado al paso entre los dos océanos cuando la prueba fehaciente de que navega en agua dulce, le indica que solo es la desembocadura del, inmenso, Río de la Plata. Y a partir de ese punto, lo desconocido. Nadie antes que él había navegado al sur de ese territorio. Ya nada se puede planificar.

Como en nuestro entorno actual, es imprescindible combinar la planificación y la flexibilidad. Tomar decisiones e ir construyendo sobre la marcha, en base a la información (muchas veces escasa) que tenemos en cada momento y que buscamos guiados por nuestra estrategia.

Así hizo Magallanes, descendiendo pegados a la costa para poder tener cierta información. Y en ese viaje hacia el sur descubrieron tribus, aves, animales y plantas desconocidas hasta ese momento por los europeos.

A medida que viajan hacia el sur, el frío arrecia y deciden atracar para pasar el invierno. Las tripulaciones están cansadas y enfermas. Desconfían de que puedan llegar a su objetivo. No han conseguido nada de momento. No han encontrado el paso entre océanos, después de un viaje mucho más largo de lo esperado. No saben dónde están, ni lo que les queda por delante. En esa situación, 3 barcos se amotinan, y aunque Magallanes consigue sofocar la rebelión, cuando vuelven a ponerse en marcha, uno de los barcos deserta.

Cuando hacemos prospectiva es difícil mostrar resultados e impacto a corto plazo. La organización, a veces, duda y solo el convencimiento de un beneficio a largo plazo y la acción decidida consiguen mantener la actividad.

Por fin llegan a lo que llamaron Patagonia (por los patagones, una tribu de gigantes con pies enormes) y Tierra de Fuego y consiguen, con gran esfuerzo, pasar por el estrecho que hoy lleva el nombre de Magallanes hasta un, pacífico, Mar del Sur, que en ese momento cambia de nombre.

Las 3 semanas previstas de navegación por el Océano Pacífico se convierten en más de 3 meses, hasta que llegan a Filipinas, donde cometen un error que costará la vida a Magallanes y a parte de la tripulación.

Al llegar a Cebú, Magallanes se aleja de su objetivo principal y emprende una batalla que no es la suya, ayudando a esa tribu en su lucha contra sus vecinos de Mactan. Confía en exceso en la superioridad de sus armas y, subestimando al enemigo, se enfrenta, con un número limitado de hombres, a miles de filipinos conocedores del terreno y armados en consonancia con su entorno. En esa batalla muere Magallanes.

Las herramientas no son lo más importante. Tenemos que saber la información que necesitamos para avanzar hacia los objetivos. Hay que vigilar lo conocido y adentrarse en lo desconocido, adaptando la actividad a nuestra realidad. Hay que identificar señales difusas y tratar de interpretarlas para detectar posibles eventos insospechados. La acción sin visión tiene sus riesgos.

Ante la muerte de Magallanes, un nuevo líder surge para llevar a buen puerto la expedición, Juan Sebastián Elcano, elegido capitán por la tripulación que sobrevive.

Cuando hacemos vigilancia o prospectiva, si la actividad ha calado en toda organización porque se le ha visto valor, aunque desaparezcan las personas que la impulsaron inicialmente, la actividad continuará. Hay generar una cultura de prospectiva en la organización

Elcano llega a las Molucas con dos naves, que carga de clavo. Y, mientras una de ellas permanece en tierra para reparaciones, él parte con la nao Victoria camino de vuelta. Y no por la ruta que acaban de descubrir, sino por territorio portugués, siguiendo rumbo oeste. Merece la pena asumir ese riesgo cuando está en juego demostrar que la tierra es redonda.

Navegan sin tocar tierra hasta que, al límite de sus fuerzas, tienen que atracar en Cabo Verde. Y allí se dan cuenta de que han perdido un día, de que la fecha de su diario de navegación no coincide con la fecha real. Acaban de demostrar la rotación de la tierra.

En este viaje, como en la prospectiva, además del resultado, el proceso también es importante. Un proceso de aprendizaje y generación de redes y conocimiento.

En su caso, habían ampliado los conocimientos europeos en diferentes campos: antropología, geografía, zoología, botánica, ….

En Cabo Verde apresan a 13 tripulantes, pero el resto consigue escapar y salvar el cargamento, llegando a Sanlúcar casi tres años después de su partida.

El clavo de la nao Victoria es suficiente para sufragar los gastos de toda la expedición y pagar a la tripulación. Y, además de este resultado, Elcano consigue otro de más largo plazo y por el que todavía hoy es recordado: pasa a la historia como el primero en dar la vuelta al mundo, demostrando que la tierra es redonda. Este viaje fue el inicio de la globalización y trajo transformaciones económicas, sociales, tecnológicas e incluso legales.

Resultados a corto y largo plazo, planificados e insospechados en el inicio del viaje.


Mar Ruiz Villalba

Coach empresarial | Agile Coach | Lean Kanban | HR Agile Leadership | Mentoring | Employee Experience- Ayudo a personas y organizaciones en el desarrollo de habilidades para gestionar eficazmente sus cambios.

5 años

Magnífico e intemporal paralelismo!

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