Maltratar al empresario Español, acabará con los ricos, pero aumentará la pobreza.

Suelo comentar siempre en mis clases y a los empresarios que me dan la oportunidad de ponerles un “supositorio de realidad”, que: No tener al consumidor en el centro de su negocio, les costará tarde o temprano, el perderlos definitivamente. Ahora todos son expertos, hasta los políticos dicen dominar la tan manida Transformación Digital o Exponencial (estos hipócritas de manual a los que mantenemos perdiendo el tiempo en cosas absurdas y que normalmente sólo buscan dividirnos para ganar votos), la tecnología y las nuevas metodologías que habilitan modelos de negocio realmente disruptores, se encargarán si has abusado de una situación de privilegio por una regulación o simplemente te has dedicado a fastidiar a tus clientes, de hacer llegar “otra alternativa/solución” que te desmontará tu negocio en tiempo record.

De esto, saben mucho los bancos, a los que, a sus usuarios durante años, nada más llegar a la oficina donde tenían los ahorros de su vida, se encargaban de “humillarlos un ratito”, encerrándolos entre 4 muros de cristal y obligándote a despelotarse de todo objeto sospechoso, como si les fuesen a robar, cuando históricamente han sido ellos los que han estado haciéndonos firmar “cosas extrañas”. Tratando así a sus clientes, es normal que hayan tenido que cerrar más de 37.000 oficinas en España desde que apareció el primer iPhone/SmatPhone. ¿Quién iba a querer ir a un lugar donde siendo “el jefe”, te tratasen como a un delincuente, pudiendo ver y gestionar los ahorros desde una “Pantallita/App”. Te hipotecabas para toda la vida y en agradecimiento te daban una vajilla o un juego de sartenes. ¿Qué será capaz de ofrecer Amazon a los clientes que tengan una cuenta Prime y que gracias al acuerdo con JPMorgan puedan domiciliar su nómina con ellos, en vez del Banco habitual donde lo han “maltratado” durante años? 

Estamos viviendo el momento de la humanidad en el que la tecnología está provocando cosas “impensables” en tan sólo una década y estas, han sucedido muchísimo más rápido que en los anteriores 50 años. Ahora llegará “alguno” de los que saben utilizar la tecnología y la metodología, porque la lleva en sus genes desde que nació (en Silicon Valley saben mucho de esto); y los de allí, que son rápidos y eficientes, transformando muchas veces el modelo de negocio, cambiando de un producto a un servicio (eso significa siempre que lo hará más barato), y te “desmontará” en muy pocos años, tu rentable negocio. Les pasó a las discográficas cuando se resistían a vender las canciones por separado, a los BlockBuster que te imponían multas desorbitadas cuando no devolvías las películas en sus plazos, los Hoteles a los que AirBnB les obligaron a adaptar su oferta a modelos más flexibles o a los usuarios de BlackBerry que sólo podían chatear con los de la misma marca; claro Whatsapp lo vio claro ofreciendo una alternativa a todos los usuarios del planeta sin importar raza (iOS, Android, Windows) o Sexo (Smartphone o PC).  

Ahora, por ejemplo, está llegando la próxima avalancha de las nuevas compañías energéticas y de transporte, “impulsadas” por: ¡Hay que eliminar el diésel! En tan sólo unos pocos meses, hemos pasado de valorar el cambiar de coche, porque parecía que la economía iba bien y hacíamos los cálculos para comprar uno de esos SUV Crossover, a decidir aguantar con el que tenemos, porque ni la estabilidad política, los precios, ni la autonomía de unas baterías nos convencen. Las fábricas de vehículos en España ya están calculando cuanta gente tienen que despedir por la bajada del consumo (3.000.000 de empleos españoles dependen directa o indirectamente del sector transporte) y los políticos se ponen a planificar: ¡Vamos a terminar con las muertes por el humo! ¡Vamos a perjudicar como sea al que va en un coche que contamina! ¡Son los enemigos del planeta! ¡Tenemos que prohibir que circulen por el centro de las ciudades! En Madrid, por ejemplo, hay “medidas de movilidad” que provocan un 350% más de embotellamientos. Y aquí es donde nuevamente, las empresas de fuera, les abrimos la puerta de par en par en España, dándoles la oportunidad de aportar una solución tecnológica a clientes que se sienten “agobiados y fastidiados” por el estrés diario de no pasarse horas y horas en un atasco (de media, hasta 3 años completos de nuestra vida) y engañados por “Cosas Europeas”, como el famoso DieselGate.

Luego flipamos con LIME, una compañía nacida en California en septiembre del 2017 y en menos de año y medio, vale más de 3.500 millones de dólares. Ya hay Hunter´s que ganan hasta 400€ al día o incluso 5000€ al mes, cargando estos “vehículos” de 2 ruedas que muchos pensaban que eran una nueva chorrada/juguete cualquiera. Casualmente, esta y otras “startup´s”, crecen a 3 dígitos en ciudades como Madrid, Valencia o Zaragoza, donde al ciudadano se le restringen sus posibilidades de transporte y tienen que buscar una alternativa para poder simplemente, sobrevivir. Estas nuevas empresas de “movilidad alternativa”, crecen 6 veces más rápidamente que Uber o Lift. Menos inversión, mucha última tecnología y basadas en llegar los primeros, aunque el número de estas bicicletas, patinetes o diversos VMP (Vehículos de Movilidad Personal) va a crecer exponencialmente. Y este, será sólo el principio donde compañías Americanas como Google Waymo (la inteligencia artificial lo va a empoderar todo), se llevarán el negocio de solucionarnos la vida en las capitales donde nuestros políticos colapsan y boicotean los medios de transporte actuales (no, señores taxistas y políticos, “el enemigo” no es la compañía española Cabify). Aun así, en ciudades como Madrid, prefieren prohibir que regular. Nota mental Carmena: Si puteas a tu cliente, se buscará otro “proveedor”.

En un coche autónomo y eléctrico, que dependerá de algoritmos de IA, vamos a hacer de todo y será un gran negocio: comer, dormir, viajar (aquí nuevo palo a los hoteles y al transporte como el AVE), trabajar o estudiar e incluso echar un polvo, será una opción hasta ahora imposible, al menos sin que te multen. España es la octava potencia mundial en fabricación de coches, pero nunca en nuestras factorías se ha invertido ni un solo euro en montar una cadena de automóviles 100% BEV. Desde TATA-Motors (Líderes mundiales indios en fabricación de motores para vehículos eléctricos) se frotan las manos. Hasta los ingleses que fabrican los famosos aspiradores Dyson, han hecho una inversión de más de 2000 millones libras, en montar una fábrica de coches en Singapur. ¿Y aquí, hacemos algo?

El futuro de nuestro país en todos los sectores pasa por incentivar a las empresas a realizar inversiones en I+D y en dar muchísima formación para explicarles que, sin tecnología, sin robots, sin automatización de procesos, sin metodologías, estaremos perdidos y arruinados en pocos muy años. Desarrollar nuevos modelos de negocio aumentaría la productividad y el progreso, fomentando el crecimiento económico. Con la crisis que se avecina, provocada por cargarse al tejido empresarial, vendrán las prisas en la Transformación Digital 2.0, la 3.0 y las sucesivas, porque como de costumbre, iremos por detrás de los de siempre, los #GAFA y/o las nuevas compañías de Sharing Economy Technology; y ahora, también están llegando los Asiáticos que copian, mejoran y hasta innovan, porque el concepto de dejar por las calles vehículos con Conectividad IoT para que los coja el que los necesite, lo inventaron ellos con las Bicicletas, sólo unos pocos meses antes. Mucha gente ante tanto libro de Transformación Digital, que vienen los robots a quitarnos el trabajo o sobre la desaparición de millones de puestos de trabajo, lo que siempre les respondo y de lo que si estoy bastante seguro, es que el jefe de tu hijo, probablemente será un chino. Ellos lideran la primera posición en el prestigioso examen internacional PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos) en matemáticas, lectura y ciencia; aquí lo que interesa es que muchísimos jóvenes sean mediocres para poder manipularlos a posteriori. Pero también, porque es vulgar y carente de sentido el sistema de evaluación por el que se califica, la rigidez de las ideas o la falta de formación y motivación (también de remuneración) del profesorado, el planteamiento de los planes de estudio y la falta de ambición en general motivada por políticas donde no se incentiva el emprendimiento ni el esfuerzo, dejando pasar cursos con suspensos o eliminando asignaturas como la filosofía pero obligando a estudiar un idioma local. Están construyendo una cadena de montaje hecha por, para y con el fin, de generar borregos.

Hace unos años, el militar izquierdista Otelo Saraiva, quien, al ser preguntado por Olof Palme (presidente del Gobierno Sueco) sobre los objetivos de aquel 25 de abril que decía devolver la libertad a Portugal, respondió con su habitual soberbia: «Queremos acabar con los ricos». El presidente sueco, que fue asesinado un tiempo después de un tiro por la espalda, no tardó ni un segundo en responder muy serio: «Es curioso. Nosotros aspiramos a acabar con los pobres».

¿Para qué se le meten impuestos al tabaco? Respuesta: Porque queremos que la gente deje de fumar. Se suben los precios de los hidrocarburos ¿Evitar la contaminación? ¿Para que la gente no pueda desplazarse para trabajar? Porque además en España, se castigan especialmente a los autónomos y empresarios ¿También queremos menos trabajadores?

Está demostradísimo, que elevar los impuestos, no mejora el déficit en ningún país que sea más o menos próspero. Las subidas fiscales, jamás generaron riqueza. Al igual que cualquier empresa, el Gobierno debe amar a sus contribuyentes, no odiarles y maltratarles, porque tarde o temprano, “el cliente” buscará la forma de escabullirse o simplemente, sustituirle y ahí también hay negocio. #EstáTodoPorHacer