MANUAL PARA DORMIR BIEN Y LEVANTARSE MEJOR

MANUAL PARA DORMIR BIEN Y LEVANTARSE MEJOR

Cerca de un 20% de los españoles tenemos problemas para dormir, siendo una de las causas principales la presencia de ansiedad durante el día y la carencia de horarios fijos para algunas actividades.

El ritmo de vida actual favorece, cada vez más, el insomnio, que puede presentarse de diversas formas:

  • Con dificultad para conciliar el sueño
  • Múltiples despertares durante la noche
  • Despertarnos demasiado temprano
  • Somnolencia durante el día por falta de descanso nocturno
  • Sensación de “no haber descansado bien”

La pérdida de horas de sueño repercute directamente en un menor grado de alerta que, a su vez, aumenta el riesgo de contraer depresión o de sufrir accidentes laborales y de tránsito. Así mismo, nuestro rendimiento físico e intelectual se ve mermado.


LAS CLAVES PARA APRENDER A DORMIR

  • Preparar el sueño durante el día
  • Programarse para dormir


PREPARAR EL SUEÑO DURANTE EL DÍA

Para aprovechar al máximo el descanso nocturno es necesario empezar a preparar el camino desde el inicio del día:

  1. Al levantarnos, antes de los hábitos higiénicos, realizar algunos ejercicios de estiramientos de cuello, brazos y piernas.
  2. Desayunar sentado, tranquilo y sin prisa. Es el momento más importante del día. fruta natural o en zumo, cereales, queso o leche, té e infusiones es lo más recomendable.
  3. Caminar al menos 20 minutos al día. Podemos aprovechar el trayecto del trabajo y aparcar un poco lejos o bajar una parada del transporte que utilicemos antes del destino.
  4. Durante la mañana es bueno estar en contacto con mucha luz, tanto si es natural como si es artificial. La luz ayuda a mantener la alerta durante el día.
  5. En el almuerzo, carne, pescado, verduras, pasta y legumbres serán adecuados. Es mejor dejar la fruta para merendar.
  6. Si es posible, hacer una pequeña siesta, pero no la hemos de alargar más de 30 minutos para evitar la desincronización del reloj interno.
  7.  MUY IMPORTANTE: debemos desconectar totalmente al salir del lugar del trabajo y no llevarnos asuntos pendientes a casa. Si es posible, desconectaremos el móvil. Si hay una urgencia ya nos localizarán.


PREPARARSE PARA DORMIR

Para conciliar el sueño es necesario acostarnos en buenas condiciones, es decir, preparar el sueño:

  • Disminuir el ritmo de actividad a medida que se acerca la hora de dormir. El ejercicio físico diario es saludable, pero no antes de ir a dormir. Si podemos, un breve paseo es muy adecuado.
  • Evitar tomar café, té, cacao, alcohol o estimulantes nerviosos en las ultimas horas de la tarde.
  • Para conseguir una buena “desactivación física” son muy adecuadas las técnicas de relajación, así como una lectura tranquila o escuchar música relajante.
  • Fijar una hora regular para acostarse y levantarse, incluso durante los fines de semana. A nuestro reloj biológico le gustan los horarios fijos.
  • Cenar algo ligero pero nunca irnos a la cama con hambre. Es aconsejable pasta, yogurt, ensaladas, verduras… Dejar pasar unas 2 horas entre la cena y el sueño. Evitar ingerir grandes cantidades de líquido.
  • Crear un espacio agradable para dormir:
  • Evitar discutir o afrontar situaciones conflictivas en la cama
  • La cama y la almohada deben ser cómodas y adaptadas a nuestro peso. Utilizar colchones separados cuando se comparte la cama puede ser de ayuda.
  • Controlar la temperatura de la habitación entre 20 y 23ºC, evitando el aire acondicionado durante el verano (mejor un ventilador).
  • La luz y el ruido generan un sueño superficial. Si nuestra habitación no permite unas condiciones suficientes, deberíamos utilizar un antifaz y unos tapones.

 

  • La cama es para dormir. Si no conseguimos conciliar el sueño en 30 minutos, nos levantamos, salimos de la habitación y realizamos alguna actividad relajante (música suave, lectura fácil) evitando la luz excesiva. Volver a la cama al cabo de 5-10 minutos.
  • Una vez en la cama, no miremos el reloj, si es necesario, lo dejamos fuera de la habitación.
  • No nos hemos de obsesionar con dormir rápido y seguido porque aumentaremos la  excitación y nos dificultará más el sueño. Algún breve despertar durante a noche es normal.


Y además...

Existen sustancias que ayudan a regular el ritmo natural del sueño como la Melatonina.

Antes de utilizarlas puede consultar a su farmacéutico. 

Información científica

La Melatonina es una sustancia del organismo producida por la glándula pineal del cerebro. Su concentración se incrementa durante la noche y disminuye durante el día, por eso también es llamada “Hormona de la oscuridad”.

La Melatonina tiene un papel importante en la organización y dirección de los ritmos circadianos, en particular en el ritmo vigilia-sueño y en el de la temperatura corporal. De hecho, se encarga de organizar nuestro reloj interno para que los ciclos vigilia-sueño funcionen correctamente. Ya en el año 2000, el consenso llevado a cabo por la World Federation Sep Research Society, recomendaba la Melatonina en distintas alteraciones del sueño.

La Melatonina es el mejor y más seguro de los inductores del sueño actuales, pues facilita un sueño  natural y de mejor calidad. También es una excelente ayuda en los desórdenes del sueño causados por los viajes de muy largo recorrido y por los trabajos de turno nocturno.

La seguridad de su utilización en adultos y niños está ampliamente demostrada, siendo sus efectos secundarios irrelevantes. No se han descrito interacciones medicamentosas con los fármacos de uso habitual. No es recomendable ingerir melatonina junto a alcohol. Su uso no está prohibido en el deporte.


Este va a ser el decálogo a alcanzar y seguro que lo conseguirás:

  • Realizar estiramientos matutinos
  • Desayunar correctamente
  • Andar al menos 20 minutos diarios
  • Estar en contacto con mucha luz durante el día
  • Comer adecuadamente
  • Realizar una siesta ligera o una pausa-descanso después de comer
  • Desconectar del trabajo a la salida de éste
  • Cenar ligeramente y al menos 2 horas antes de ir a dormir
  • No tomar sustancias estimulantes al menos 4 horas antes de ir a dormir
  • No mirar el reloj una vez se está en la cama

 

¿Cuándo hemos de consultar con el médico?

  • Si tardamos mas de una hora en dormirnos más de 3 días por semana.
  • Si nos despertamos después de dormir 2-3 horas y no podemos volver a conciliar el sueño, mas de 3 días por semana
  • Si nos despertamos más de 3-4 veces por noche y no podemos volver a dormirnos.
  • Si sufrimos pesadillas dos o tres veces por semana
  • Si nos dicen que roncamos o tenemos apneas, provocándonos dormir durante el día en cualquier lugar y situación.
  • Si movemos mucho las piernas mientras dormimos (damos patadas) y nos levantamos con sensación de no haber descansado.
  • Si tenemos mucho sueño durante el día (nos dormimos en cualquier lugar aunque no estemos aburridos).
  • Si somos sonámbulos o padecemos terrores nocturnos mas de 2 veces por semana.

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