Masculinidad y vejez
- Dentro de tanto deseo social por una nueva masculinidad se deja de lado mirar y procesar como los sujetos masculinos de antaño viven, en un ciclo vital específico, a su manera - o de la manera en que saben (para bien o mal) vivirla. El caso del "Tanque" (reportaje theclinic) es ejemplo de ello, y también lo pienso lo que fue la vida de mi suegro. Tenía una parada ante la vejez, que tiene este personaje de la U también. Esa actitud era "¿Y que hago aquí (en vida) todavía? No tengo idea, porque ya hice todo lo que tenía que hacer. Las niñas están grandes y tienen su profesión y son independientes ya mi labor está realizada, no entiendo lo que hago aquí todavía". Sus palabras delatan que no sabe ni fue tema hacerse esa pregunta antes del momento de la vejez. Su motivo declarado fue ver nacer 6ta nieta, mi hija, pero eso era como un premio o bonus track de la vida para mi suegro. Yo me hago hoy la pregunta "antes de tiempo", recordando las palabras de mi suegro, a propósito de un signo del inicio de mi propia vejez: las canas.
- Por otro lado, me hago también esta pregunta tanto porque fui privado de poder vivir esa relación con mi padre biológico y porque - inevitablemente - sí la viviré en un tiempo más adelante con "mis" crías. Las dudas surgen porque no sabemos (en tanto varones) cómo enfrentarla ni que ocurrirá cuando llegue el momento. La soledad (quizás un estereotipo que tengo) es lo que incita al miedo, ciertamente legitimo. Lo que es novedoso es la visibilidad de ese trayecto laberíntico de las emociones por el cual pasamos los hombres porque poco a poco se logra aprender/mostrar en que consiste y la vivencia de esa etapa, proceso que llevará (deseo) a un cambio estructural. Evidentemente la pregunta clave es sobre el punto de quiebre de ese proceso, donde se pasa de lo subjetivo a lo estructural.
- Transparentar lo propio ante una Otredad (niño, mujer u otro hombre, etc.) es lo que al hombre común y corriente, sometido a los mandatos masculinos tradicionales, ha comenzado a aprender hacer y comprender que es beneficioso. Reconocer que el propio cuerpo no responde a los preceptos masculinos y no hoy tienen vigencia y - paradojalmente - aprender de aquello y no solo caer en depresión. La demanda social de una vejez alegre es, en paralelo, también una nueva normativa de la vejez propiamente tal. Ciertamente, no es agradable ya no seguir tan joven ni vital. Reclamar y aclamar la juventud vivida, pero sin esa aclamada actualidad es también lo que se demanda. Lo masculino, al haber estado basado en la homogeneidad (estandarización) y negación identitaria (no ser mujer, no ser niña y no ser homosexual) se abre a pensarse y se comienza a ser parte del discurso social y no un dato dentro del proceso mismo de vivir una etapa de manera solitaria. ¿Que hacer con ese tiempo extra? ¿Con que llenar el tiempo "regalado"? Eso no se sabe hacer todavía, socialmente, por parte del sujeto masculino. Muchos hombres pueden ser resilientes pero el aprendizaje social de qué hacer con ese tiempo está recién ahora dándose. Y el modelo de la vida de adulto (matrimonio) hace que cuando la "media naraja" no está nos comenzamos a preguntar sobre la naturaleza o la interioridad de nosotros, y en ese caso los varones al estar solos de nuevo, soltería involuntaria en la tercera edad, aparece la pregunta. Una serie Netflix (ya que todo lo recomiendan) en esta linea se llama "El método Kominsky" (trailer) y aborda la amistad entre dos hombres y el compartir los aspectos que les afecta.
- La vejez es enfrentarse a lo propio y lo vivido, a confrontarse con los principios que se encuentran en una alteridad, pero nunca en sí mismo. ¿Estamos ante una "masculinidades del cuidado" o "masculinidades cuidadosas"'?. Esta ultima tiene que ver con ejercicio del cuidado en los parámetros de la masculinidad, mientras que la primera es la defensa corporativo del gremio de lo masculino tradicional. Ahora bien, la vida tampoco es en blanco y negro, y la vejez es la época de la evaluación de lo vivido y hay - en lo personal - aflojar un poco el cinturón en función de lo vivido y realismo ante lo posible, sin mortificarse ni victimizarse.
- Uno de los elementos claves es hacer "buenas" preguntas y esas preguntas deberían ir acompañadas de una dosis realismo, y esas preguntas están recién apareciendo ya que los varones se las están haciendo a partir de una vivencia e incitaciones del contexto actual sin - necesariamente - con una lectura de género, pero aparece como preguntas posibles para una generación como la del Carlos “Tanque” Campos. Los cambios estructurales no se hacen con las generaciones que dejan el mundo mortal, sino quienes ingresan a él, y en ese sentido no es que es infructuoso este proceso o testimonios sino justamente ellos, en su proceso, nos enseñan a los más jóvenes lo que viene y cómo nosotros podemos enfrentar ese momento. Y para eso recomiendo este cuento corto de Walter Benjamin titulado "La muerte de un anciano".
Desarrollo Económico Local
5 añosDevanir que buena lectura. Te comento, estoy haciendo unos talleres para un Programa de Fosis se llama Programa Vínculo y en general son muy pocos los hombres que participan (directa relación a la baja participación de hombres en Programas Fosis) sería bueno conversarlo en algún momento por si te interesa. Un gran abrazo y felicitaciones por tus investigaciones.
gerencia general en Trave lnetwork Chile
5 añosExelente !!!!, solo el principio de una reflexion mucho mas profunda y compleja
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5 añosExcelente reflexión y análisis.