Matar a un ruiseñor: enseñanzas blanco y negro en un mundo de color

Matar a un ruiseñor: enseñanzas blanco y negro en un mundo de color

Hoy tenemos un clásico del cine, asumiendo el riesgo de que muchos no la hayan visto todavía. 

Si este es tu caso, te aconsejo ver esta adaptación al cine, basada en la novela homónima de 1960, de la escritora Harper Lee, galardonada con el Premio Pulitzer.

Aparte de tener el encanto tan especial de las películas en blanco y negro, es una obra maestra, llena de reflexiones muy vigentes para la actualidad.

En un pequeño pueblo sureño durante la Gran Depresión, Atticus Finch, abogado de profesión, defendió la justicia cuando nadie más lo hacía. 

Su valiente decisión de defender a un hombre afroamericano inocente, acusado de haber violado a una mujer blanca, le granjeó la enemistad de sus vecinos y de la comunidad. 

Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. 

Pero no todo está contra Atticus, él contaba el cariño y apoyo de dos personas: sus hijos, que admiraban la compasión y fortaleza de su padre.

«Antes que a nadie, mis hijos dirigen su mirada hacia mí, y yo he procurado vivir de forma que siempre pueda sostenerla sin desviar los ojos».

Desde el momento en que mis hijos llegaron al mundo, supe que sería siempre su principal fuente de referencia, la persona a la que mirarían en busca de amor, apoyo y guía. 

Comprendí que debía esforzarme por vivir de tal manera que nunca tuviera que apartar la mirada de sus ojos. 

Por eso, cada día, me despierto con el compromiso de ser una mejor versión de mí misma. Con cada paso y elección que he realizado, siempre he procurado vivir de tal manera que jamás tenga que desviar mis ojos al enfrentarme a sus miradas, llevando el legado de amor y honestidad en cada acción que desempeño. 

Los amo con todo mi corazón y estoy dispuesta a enfrentar cualquier desafío y dificultad que la vida nos presente, con la cabeza en alto y haciendo lo correcto, para seguir sosteniendo sus miradas. 

Esta debe ser una de las principales tareas de todo adulto, asumir su responsabilidad en la sociedad y su rol frente a nuestros niños.

«Para poder vivir con otras personas tengo que poder vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno».

Para vivir verdaderamente una vida de armonía con los demás, primero debemos encontrar la paz interior dentro de nosotros mismos. 

Nuestra conciencia es la única parte de nosotros que nunca se dejará dictar por lo que es popular o convencional: en última instancia, pertenece únicamente a nuestro propio sentido del bien y del mal.

Y esto me lleva a un maravilloso libro y a un ser humano excepcional:

«No permitas que el miedo te impida hacer lo correcto» Dr. Marc Christian, Exjefe médico de uno de los 10 mejores hospitales universitarios del mundo, del libro “Mundo Desbloqueado” www.mundodesbloqueado.com

A lo largo de nuestras vidas nos encontramos con diversas situaciones en las que debemos tomar decisiones y afrontar desafíos. 

Hacer lo correcto puede resultar complicado y a veces conflictivo porque el camino más fácil o conveniente te puede tentar. Optar por la integridad y la justicia, aunque sea un proceso doloroso, te permite crecer como persona y fortalecer tu carácter. 

Esta fuerza no solo te nutre a nivel individual, sino que también inspira y motiva a quienes te rodean a actuar de manera similar, creando un efecto dominó de bondad y comprensión.

Además, afrontar estas pruebas con valentía y honestidad te otorga una profunda satisfacción interna y una tranquilidad que difícilmente se puede comparar con los beneficios temporales de tomar el camino fácil. 

Al final, lo que perdura no son los atajos, sino las acciones y decisiones que te hacen sentir orgulloso de ti mismo y te brindan la certeza de haber contribuido a un mundo mejor.

Es extraño pensar en lo poco que ha cambiado la vida desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días, donde la lucha por una igualdad, ya sea de color, clase social o género, se tiene que enfrentar a diario.

¿De verdad es tan difícil operar de forma natural y construir desde la premisa de que somos seres humanos?

Compartiendo aquí tus ideas y perspectivas tienes el potencial de influir positivamente en la vida de alguien, ¡no las guardes bajo llave, comenta!


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Gina Campaz

Autora internacional Top#1 Best Seller ✦ Filántropa ✦ Fundadora de Leap Books ✦ Fundadora de Cuentos del Mundo ✦ Transformo ideas en libros que generan impacto y fortalecen tu negocio. Sin depender de la venta de libros.

1 año

Gisbert Reuter me recuerda tanto a lo que dices en el libro "Mundo Desbloqueado": "Una de las grandes paradojas de la vida es que la manipulación, la corrupción, el crimen, la traición y otros actos crueles no pueden existir en una comunidad sin el apoyo de la gente de esa comunidad. Una vez que reconoces esto, te das cuenta de que tú también formas parte del problema cuando todo lo que te rodea es sombrío. Por tanto, ¡también puedes ser parte de la solución! Es solo una elección que haces".

Alfonso Campaz Sinisterra

Ingeniero industrial, responsable de procesos, con experiencia en dirección de operaciones, ingeniería de manufactura, proyectos, comercial y supply chain management. Con disponibilidad para viajar y cambio de residencia

1 año

Sin duda, el personaje de Atticus inspira porque encarna todas las características del héroe, el auténtico héroe. Ese, que sin capa, con miedo y todo en contra, actúa con valentía pese a saber que perderá. Lo otro son superhéroes, los que nos vende el cine actual. Dotados de capacidades sobrenaturales y que pese al conflicto que se les interponga, tienen todo lo necesario para no solo combatir, sino ganar. Y es allí donde se encuentra la diferencia, la gente se ha quedado con la imagen del superhéroe y para tomar acción buscan en su interior, además de capacidades especiales, la certeza de que ganarán. Lo que va en contra del sentido de justicia que mueve al héroe, el bien obrar a pesar de… De no ser aplaudidos ni elogiados, de ir en contra de la masa, de ser señalados por obrar correctamente. La mayoría no están preparados para eso.

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