No me grites que no te veo
Aún recuerdo lo gracioso que me resultó en su momento el título de esa película que relataba en un tono más que divertido, las peripecias de un ciego y un sordo y de la que que recuerdo poco más que eso...el título.
Paradojas de la vida: hoy lejos de provocarme una carcajada me hace reflexionar.
Me doy cuenta de que hace mucho que ya no escucho solo con los oídos y es por eso que ya no pueden desviarme los gritos que pretenden imponer su "verdad" a base de "razonamientos" y "justificaciones" injustificables hechas a medida de quien no es capaz de cerrar más la boca, y abrir más los oidos, la mente y el corazón.
Cerrar más la boca y abrir más los oídos, la mente y el corazón
No apto para cobardes. Demasiado peligroso asomar(-se) y descubrir(-se).
Y cada mañana cuando me levanto, no olvido recordarme a mí misma: "No me grites que no te veo"