Me saturé de los contenidos digitales

¿Qué risa no? Y qué contradictorio, escribir un post que en el segundo que le de clic a “publicar” estoy generando contenido para la web. (Cómo si hiciera falta un contenido más en esta gran red de información en la que entramos diariamente)

La semana pasada tuve un gran problema conmigo misma, me saturé de los contenidos digitales. Tuve una crisis en la que quise aventar mi celular por la ventana y no volver a saber de él en días.

Cuando empecé mi vida en internet, tenía como 14 años, existía lo básico: Messenger, Facebook y Club Penguin. Las páginas más importantes de noticias no eran de mi interés y tampoco a esa edad me interesaba mucho estar informada sobre lo que pasa en el mundo.

Pero hoy si. Por mi carrera y trabajo siento el deber y la responsabilidad de estar enterada de todo lo que está pasando a mi alrededor, eso involucra saber las noticias más felices del mundo así como las que con solo leer el titular me tumban y me hacen sentir mal.

Hoy hay una gran abundancia de contenidos sobre los temas de actualidad, sumándole la cantidad de contenido que genera cada persona. Instagram, YouTube y ahora los famosos podcast nos han venido a bombardear de manera inimaginable nuestro cerebro y no nos deja descansar.

¿Cómo realizar un detox eficiente de la saturación de contenido?

La semana pasada llegué al punto que salí de mi trabajo y quise avanzar en mis proyectos personales y lo único que logré fue llorar. Suena exagerado pero me puse a pensar el verdadero daño que es llenarnos de información innecesaria diariamente.

Vemos publicidad en las tiendas, intentos de marketing en redes sociales, inclusive muchos de nuestros contactos personales han comenzado a compartir contenidos y muchas veces no son tan necesarios para nuestros intereses en la vida.

Me detuve un tiempo en mi carro y pensé lo siguiente: “de nada me sirve llorar, no puedo seguir sintiéndome así diariamente, tengo que hacer algo al respecto”.

Lo primero que hice fue meterme a la función del iPhone y revisar cuánto tiempo paso pegada al celular al día, (cabe destacar que el celular es una de mis principales herramientas de trabajo), pero eso no me importaba en ese momento.

Steve Jobs se enojaría en estos momentos al ver que mi promedio en pantalla al día es de 4 horas 51 minutos. (Específicamente las redes sociales las utilizo 2 horas al día) Sumando un total semanal de 34 horas, (eso es más de un día)

Me dieron ganas de desaparecer, de cerrar todas mis redes sociales, de hacer un detox real de toda esta información que me hacía sentir tan saturada, pero al mismo tiempo pensaba: yo también estoy aportando al saturado mundo de los contenidos, debe de haber otra salida y hacerlo de manera correcta.

Desafortunadamente hoy si no estás activo digitalmente, no existes. ¿Cómo voy a dejar de existir si trabajo de redes sociales, de periodismo digital y todo lo que me está saturando? Fue lo primero que pensé.

La tecnología sin duda nos puede brindar muchas oportunidades, sacarnos de apuros y simplificarnos la vida, pero un exceso uso de este nos puede hacer perder el tiempo, desarrollar un desenfoque y falta de atención permanente, Sobretodo fortalece el hábito de la procrastinación

Lo que estoy poniendo en práctica 

Buscando más contenido me encontré con interesantes artículos de como nos daña y nos causa ansiedad el consumir tanta información (y eso es diariamente) Así que opté por hacer lo siguiente y lo cual recomiendo hacer estas prácticas que escribí en mi blog.

¡Espero que tengas un feliz Detox Digital!