MEDIO AMBIENTE AFECTADO POR LA INNOVACIÓN

El impacto de la Inteligencia Artificial en el futuro empresarial: una aceleración de tendencias hacia el 2035

La última década ha demostrado cómo la tecnología puede remodelar no solo industrias, sino también la vida diaria de los consumidores. Entre 2010 y 2020, las redes sociales transformaron las relaciones, la comunicación y el comercio a un ritmo sin precedentes. Ahora, en 2024, vivimos el auge de la Inteligencia Artificial (IA) generativa, un fenómeno que, lejos de limitarse a una simple moda, está marcando una revolución empresarial. Según Ángel Terral, director general de Airbnb México, la IA será un acelerador crucial en la evolución de las tendencias empresariales ya establecidas, afectando directamente a la forma en que las empresas interactúan y responden a sus usuarios.

El rol de la IA como acelerador, no solo como revolución

Es tentador ver el crecimiento de la IA como una revolución independiente. Sin embargo, como bien apuntó Terral en el foro El usuario del 2035 del Expansión Summit 2024, la IA actúa más como un acelerador que como un disruptor aislado. Esto se debe a que la IA generativa complementa e impulsa el desarrollo de soluciones de hiperpersonalización que ya están en marcha, como las que se encuentran en el sector de servicios, el entretenimiento y el comercio electrónico.

Este impulso es particularmente visible en el mundo del turismo y las experiencias personalizadas. Empresas como Airbnb están invirtiendo en el desarrollo de herramientas de IA que permiten ajustar recomendaciones de viaje y alojamiento no solo en función de preferencias generales, sino también de comportamientos previos y contexto en tiempo real. Esta capacidad de ofrecer opciones hiperpersonalizadas transforma la experiencia del usuario, brindando un nuevo nivel de cercanía y relevancia en cada interacción.

La Inteligencia Artificial (IA), al igual que muchas innovaciones tecnológicas, trae consigo no solo beneficios, sino también desafíos ambientales significativos. Entre ellos, el consumo de recursos como agua y energía para la operación de grandes modelos de IA y centros de datos que procesan y almacenan la información. Según un estudio de la Universidad de California en Riverside, en colaboración con "The Washington Post", escribir un correo de 100 palabras con IA generativa puede requerir hasta 519 mililitros de agua para enfriar los servidores involucrados, lo que ilustra el consumo de recursos asociado a esta tecnología.

Los centros de datos, esenciales para el funcionamiento de servicios de IA, demandan grandes cantidades de electricidad y sistemas de enfriamiento intensivos. En respuesta, líderes como Claudia Camarena, de Enel México, insisten en la necesidad de crear plataformas de IA más sostenibles que consuman menos energía y prioricen fuentes limpias. Así, los avances en IA pueden convertirse en aliados ambientales, generando algoritmos más eficientes y utilizando sistemas de monitoreo para optimizar el consumo de recursos.

Esta preocupación por la sostenibilidad también refleja un cambio en las expectativas del consumidor. Juan Carlos Arroyo, de Banco Azteca, destacó que hacia el 2035, los usuarios serán más críticos y exigirán que las tecnologías respeten sus valores ambientales. Esto refuerza el compromiso de las empresas con sus comunidades, promoviendo la IA no solo como herramienta de innovación, sino también como catalizador de un futuro más sostenible y alineado con las prioridades ambientales de los consumidores.

El alto consumo de agua y energía de los centros de datos es un llamado a desarrollar IA más verde, que aproveche fuentes de energía limpias y algoritmos eficientes. Hacia el 2035, los consumidores serán más críticos y exigirán que la tecnología esté en sintonía con sus valores ambientales. Recordar que en el futuro nuestras preguntas deben ser más enfáticas y criticas, teniendo en cuenta que las búsquedas siempre repercuten en el medio ambiente.