Mejor renuncia a ser emprendedor...
A propósito del día mundial del emprendedor, traigo a colación un artículo que leí recientemente en BBC sobre los emprendedores arrepentidos y les confieso que muchas de las cosas que menciona el blog las he sentido en diferentes momentos de la vida.
Vértigo, miedo y ansiedad son algunos términos que vienen a mi mente en este momento cuando recuerdo los momentos oscuros que he vivido como emprendedora. No todo es color de rosa cuando emprendes. Es la verdad, y es importante que quienes se plantean esta opción de vida lo tengan claro, pues muchas veces nos quedamos con la historia de éxito que leemos y se nos olvida que detrás de las estrellas de un emprendedor que triunfó están las 'cenizas' de otros 100 o 1.000 que fracasaron.
Sin embargo, no me arrepiento de lo vivido. Ha sido un proceso rico en experiencias, decepciones, aprendizajes, y desafíos que me han impulsado a trabajar más en mí. Han pasado 18 años desde que decidí crear el primer medio de comunicaciones con énfasis en las pymes y hemos logrado evolucionar nuestra visión de negocio, transformándonos en la primera agencia de inbound marketing para pymes que cuenta con su propia comunidad de negocios.
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Con más de 38 mil dueños, gerentes y líderes de pequeñas y medianas empresas que se han vinculado de manera orgánica a nuestra propuesta de valor, construimos día a día un modelo con el que buscamos brindarles a estos empresarios herramientas para que detonen el crecimiento y fortalezcan sus negocios.
En 18 años hemos vivido periodos de auge, caída, supervivencia y evolución. Hoy estamos más fuertes que nunca, listos para todos los desafíos que nos plantea la economía 4.0 y avanzando en la adopción de tecnologías de inteligencia artificial y ciencia de datos que nos permiten mejorar todos nuestros procesos de negocio. Aguante ó resiliencia, término cool que hace referencia a lo mismo, es lo que nos mantiene vigentes.
Por eso te advierto: si no estás dispuesto a transitar por pasillos de oscuridad e incertidumbre, en los que te cuestionas si te equivocaste o no al saltar al vacío del emprendimiento, y si tu capacidad de resiliencia (aguante) está en duda, mejor renuncia a ser emprendedor.