Por Guillermo Mulvihill, Gerente de Outsourcing, Kreston BA
En este artículo te mostramos cómo construir una proyección realista que te permita anticipar ingresos y egresos, gestionar imprevistos y tomar mejores decisiones para mantener la estabilidad financiera de tu empresa en el próximo año.
¿Por qué es clave el pronóstico de flujo de caja?
El pronóstico de flujo de caja es una proyección que te permite estimar la entrada y salida de dinero en tu empresa. Con este modelo, podés:
- Planificar inversiones sin comprometer la liquidez.
- Obtener financiación o renegociar términos con acreedores.
- Anticipar problemas financieros antes de que ocurran.
- Optimizar el uso del capital disponible, evitando costos innecesarios por financiación de emergencia.
- Tomar decisiones estratégicas, como la entrada a nuevos mercados o la adquisición de activos.
- Estimar los recursos disponibles para cubrir gastos operativos y planificar el pago a proveedores.
Mejores prácticas para crear tu propio pronóstico de flujo de caja
Desarrollar un pronóstico de flujo de caja efectivo implica seguir un proceso estructurado. Acá te dejamos una guía paso a paso para crear tu diagnóstico:
- Definí el periodo de tiempo: Determiná si tu enfoque será mensual, trimestral o anual, según las necesidades de tu negocio. Para empresas en crecimiento o con alta variabilidad, lo ideal es trabajar con proyecciones mensuales.
- Establecé tu saldo inicial: Usá el saldo de caja y bancos del último cierre contable. Esto incluye dinero en efectivo y cuentas bancarias disponibles.
- Proyectá ingresos: Basate en ventas estimadas y las condiciones de cobro de tus clientes. Considerá temporadas altas y bajas, pagos recurrentes de contratos vigentes, posibles atrasos en cuentas por cobrar e ingresos extraordinarios planificados (ejemplo, venta de activos fijos, etc.).
- Proyectá egresos: Incluí todos los pagos previstos, como cuentas por pagar a proveedores, sueldos y cargas sociales, impuestos y contribuciones, gastos operativos (alquileres, servicios, seguros, etc.), inversiones planificadas (ejemplo, en activos fijos, etc.) Tené en cuenta en las condiciones usuales de pago a proveedores.
- Calculá el saldo final del periodo: Sumá los ingresos proyectados, restá los egresos y ajustá por posibles financiamientos requeridos. Este saldo debe ser positivo o al menos igual a cero para garantizar que podés cubrir tus obligaciones.
- Identificá brechas de liquidez: Analizá los meses donde el saldo proyectado sea negativo. Esto te permite anticiparte y buscar soluciones como líneas de crédito, renegociación con proveedores o ajustes en tus estrategias de cobranza.
- Revisá y actualizá el modelo regularmente: Los pronósticos de flujo de caja no son estáticos. Actualizalos periódicamente con datos reales para ajustarte a cambios en el mercado o en tu negocio.
Consejos adicionales para optimizar tu pronóstico de flujo de caja
- Digitalizá tus procesos: Considerá herramientas de gestión financiera que te permitan automatizar las proyecciones y actualizar datos en tiempo real.
- Trabajá con escenarios: Creá distintos modelos (optimista, conservador y pesimista) para prepararte ante diferentes posibilidades.
- Monitoreá indicadores clave: Fijate en métricas como el periodo promedio de cobranzas y pagos, así como la rotación de inventarios.
- Involucrá a tu equipo: La información precisa viene de cada área de tu empresa. Colaborá con los responsables de ventas, compras, operaciones, tesorería y finanzas para asegurarte de que todos estén alineados.
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