Mi homenaje a Simón Mahfoud Miguel, un líder de líderes.

Hoy dedico este artículo a un verdadero #líder, mi mentor y amigo por casi 30 años, Ing. Simón Mahfoud Miguel, quien falleció el pasado sábado víctima del Covid.

Quiero compartir mi experiencia a su lado y algunas notas de liderazgo que encontré en su libro, un legado de gestión para las empresas de seguros de mi país y que a mi entender, contempla prácticas universales de liderazgo. 


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Nunca olvidaré el día que nos conocimos. Fue en Septiembre de 1991. Era la última de una serie de entrevistas de trabajo que tuve en Compañía Nacional de Seguros (CNS). 

Recuerdo que fue una conversación más que una entrevista. Fue tan distendida, tan diferente a otras que había tenido, que esto me hizo sentir que estaba en el lugar correcto y con la persona correcta. 

Me dijo que había sido difícil localizarme y que mi madre, le había contado que yo estaba en un seminario sobre la Diarrea infantil. Tierra trágame, pensé. ¡Qué tema tan escatológico! 

Estudié en un politécnico y al acabar bachillerato estaba preparada para trabajar como administrativa o contable. Mi primera experiencia profesional fue con mi padre y luego en el programa de OMS y UNICEF del Plan de Supervivencia Infantil, un programa de ayuda a la infancia. De ahí que estuviera en este seminario.

El no me preguntó casi nada sobre mi experiencia ni por qué quería trabajar allí, esa conversación casual sobre mi participación en aquél seminario le sirvió para conocer a la persona que tenía delante.  

Así era él, alguien que no se dejaba impresionar por títulos o apariencias o por hablar “bonito”, o por presentaciones de powerpoint coloridas y vagas. Le interesaba la persona, sin poses, ni máscaras.

Acabé esa entrevista feliz, no sabía si tendría el trabajo o no. Lo cierto es que, hasta ese momento, no había conocido a un directivo tan amable, humano y auténtico como él. Recuerdo que le dije a mis padres, me encantaría trabajar con este hombre, aunque me pague 10 cheles (céntimos). 

Quería un cambio profesional. Trabajar para la Compañía Nacional de Seguros, suponía para mi, llegar a una gran empresa. Una empresa innovadora, pionera en todo, líder en el mercado de seguros en Rep. Dominicana por 33 años.  

Qué alegría cuando me llamaron. Empecé a trabajar directamente con él y el Ing. Evelio Martínez, el 30 de septiembre de 1991. 

Trabajé a su lado 10 años, hasta que decidí emigrar a España. Fue un periodo intenso, de mucho aprendizaje y trabajo. Impulsó la carrera profesional de toda una generación. Era un tipo generoso, no entendía su progreso personal, sin el progreso de su gente. 

Creía en la excelencia operacional, en que la empresa cumpliera su propósito dando al cliente el mejor servicio posible, por eso apoyó la implantación de un sistema de calidad total; sin olvidar nunca que aquello era viable sólo a través de las personas.

Gracias a su apoyo y visión, tuve una carrera profesional formidable, fui su asistente por 7 años y me preparé para mi siguiente puesto, Responsable de una división de Seguros Generales. Al mismo tiempo que me formé en mejora de procesos y lideré dos equipos de proyectos de mejora con resultados excelentes. Recuerdo el orgullo que sentía por aquello. 

Aprendí más de sus actos que de sus palabras. Viví su evolución profesional, hasta que se convirtió en el Vicepresidente Ejecutivo de aquella gran empresa y esto fue sólo un hito de una trayectoria profesional impecable. 

Su inteligencia, su compromiso con el servicio al cliente, su profesionalidad, seriedad, su humanidad, su capacidad de trabajo y para ver más allá de lo evidente, le fraguó un buen nombre en un sector tan competitivo como éste. Es un referente en el ámbito del seguro local e internacional.

Cuando dejó CNS, se embarcó en un proyecto súper ambicioso, empezó desde cero  Seguros Banreservas, posicionándola en líder del mercado en tres años, luego lideró General de Seguros y formó la estructura de Seguros Constitución.  Repitió un éxito tras otro, y siempre con un equipo leal, que le seguía a todas partes.

Formó varias empresas, la última, hoy liderada por su hijo Gabriel, #MahfoudCorredoresde Seguros y que está basada en los mismos fundamentos y valores con los que llevó a cabo cada proyecto.

Creo que su mayor éxito fue su familia, a quienes quiero como si fuese la mía. Y su mayor legado fue el haber formado a toda una generación de profesionales en lo importante, ser una buena persona y profesional en lo que decidieras hacer. Nos enseñó con su buen hacer cómo construir una carrera profesional sólida, trabajar con el corazón, sin perder el alma en el camino. Ayudar a la gente a dar lo mejor de sí mismas. Confiaba en la grandeza de cada uno. Liderar a través de la confianza y no del miedo. Ser amables siempre sin importar tu cargo o posición.

En su libro Gestión y Liderazgo en una Empresa de seguros, nos comparte su visión personal sobre las cualidades que debe tener un líder para conseguir un equipo de alto rendimiento y la lealtad de las personas.

Decía que, para gestionar a las personas, no debías olvidarte de que tu también lo eras.  Hay que pulir a la persona detrás del líder. 

Hablaba del autoconocimiento, el que determina nuestra confianza, la apreciación de nuestros talentos y logros, la autenticidad con la que decidamos vivir, la base de nuestras decisiones y nuestra actitud ante la vida.

Para él un líder debía pensar primero en las personas y luego en el negocio, porque un negocio sin el talento de las personas no es viable.

 Cito textualmente…

“Pensar primero en las personas quiere decir conectar con ellas, mostrar un genuino interés por ellas, evitar las etiquetas y las estructuras que no conducen a ninguna parte. También uno debe esperar lo mejor de las personas, darles confianza, permitir errores, reconocerles, compartir la información, impregnar de personalidad el ambiente laboral y crear un entorno creativo y divertido. 
Todas las personas tienen un universo para compartir, sólo necesitan el espacio y la confianza para ello. Cada persona tiene un equipaje cargado de talentos.
Si como líder, consigues que las personas descubran su talento y se sientan bien consigo mismas, las hará exitosas y contribuirán con su esfuerzo a los resultados de la empresa.
Tratar a cada persona como única, respetarla y ayudarla. Descubrir su potencial es un aspecto clave de liderazgo. 
Un líder debe saber comunicarse y tener presente que las palabras adecuadas en el momento preciso dejan una huella importante en las personas y son determinantes para que estas se desenvuelvan, encuentren su camino y sean arquitectos de su vida.
Mostrar apreciación hacia las personas, valorar su evolución, elogiar sus logros y reconocer su esfuerzo traerá como resultados una vinculación que determinará la lealtad hacia la empresa.
Un líder debe conducir a las personas para mejorar aquellas conductas no deseadas en la organización, debe tener la habilidad de comunicarse y de persuadir y debe dirigir sus criticas hacia los hechos y no hacia las personas. 
Creo en la fuerza interior que subsiste en cada ser humano, una fuerza que es capaz de transformar, ilusionarse, emocionarse, avanzar hacia una buena dirección y luchar por conseguir mejores resultados. Las empresas están llenas de esta fuerza poderosa y los líderes deben dedicar tiempo a descubrir su dimensión en cada una de las personas con las que forman equipos.
Nunca se debe olvidar que el crecimiento de la empresa depende de las personas y que el crecimiento de las personas depende de la manera en que las inspiremos y las motivemos para que florezca su talento” 


Nadie en esta tierra me ha inspirado tanto en lo personal y profesional como Simón Mahfoud. Espero que los amigos y colegas a los que alguna vez les hablé de él,  entiendan ahora el por qué de tanta admiración.

Me faltará vida para agradecerle todo lo que me enseñó y el legado de humanidad que nos dejó a todos los que tuvimos la suerte de trabajar con él y ser su amigo.

Siento una tristeza profunda, el mismo vacío que sentí con la partida de mi padre, porque para mi él fue como otro padre. Me duele hasta el aliento. Al mismo tiempo me siento reconfortada de haber contado con su amistad y cariño por casi tres décadas y de haber formado parte de aquel equipo que todos querían imitar- “Seguros Generales de CNS”. 

De existir más vida después de ésta, quiero pedirme la oportunidad de volver a encontrarle y ser parte de otro equipo humano como el que formó. Ojalá así sea, porque el año pasado hablamos de otros proyectos, realizar otros sueños.

"Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo por el mar” 
Antoine de Saint Exupéry


GRACIAS  por evocar en mi y en muchos más el anhelo por el mar, la pasión por el trabajo, por ayudar a los demás y por no vender nuestra alma al oportunismo. Siempre te querré.

Hasta siempre querido amigo. Descansa en paz! Quiero pensarte feliz con tu hija Nicole y nuestro entrañable amigo el Ing. Evelio Martínez.

Precioso reconocimiento Digna Peña. Que bien resumido lo que te transmitió y que recoge esta frase: "Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo por el mar”  Antoine de Saint Exupéry. Seguro que él también se sintió privilegiado de contar con tu cariño y admiración. Un fuerte abrazo

Norma Pena

Gerente División Legal en Mera Fondeur

4 años

Paz a su alma y conformidad para sus deudos. Gracias por compartir tu experiencia con este maravilloso ser humano que fue don Simón; estoy segura de que él también siente orgullo de que formaras parte de su gran legado. Un abrazo.

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