Mi método para no bloquearme por falta (o exceso) de ideas

Mi método para no bloquearme por falta (o exceso) de ideas

¡Aloha, Creadores!

Cuando te pones a crear un curso aparecen lo que yo llamo “alertas de bloqueo”: situaciones en las que te agobias y hay mayor riesgo de abandonar.

Algunos ejemplos:

  • Cuando tienes muchos temas posibles para el curso y no consigues elegir uno.
  • Cuando dudas entre las muchas (muchísimas) herramientas y programas para grabar, editar y subir tu curso a internet.
  • Cuando te pones a vender el curso (porque el curro no termina tras publicar) y no sabes dónde hacerlo.

Hay que ser consciente de que estas alertas de bloqueo existen y saber cómo gestionarlas en cuanto te encuentras sumergido en una de ellas.

Hoy voy a hablarte de cómo gestionar una muy habitual: te faltan ideas para el curso y no consigues darle ese punch para hacer especial y diferente.

O la contraria, que al final está relacionada: tienes demasiadas ideas para tu curso y no sabes cómo dotar de orden a tanto contenido.

¿Cómo lo resuelves? Te digo cómo lo hago yo:

Cuando el índice está soso añádele sal

Imagina ese momento inicial, cuando estás creando el curso. Tienes un índice “pelao y mondao” y crees que al curso le falta chicha, necesita ejemplos más originales y llamativos.

En este caso lo que necesitas es inspiración. Pues dedícate a consumir contenido.

Newsletters, vídeos, cursos, artículos… No tiene que ser obligatoriamente de tu tema en cuestión, pero que esté relacionado.

De ahí saldrá mogollón de contenido interesante, que junto con tu enfoque único te aportará esa sal que le falta a tu índice soso.

Si te has pasado de sal, olvida el índice y escribe

Pero aquí viene el siguiente problema. Puede que te pases y construyas un índice hipersalado.

Con tanto contenido y ejemplos que pierda coherencia estructural. Que no haya manera de mantener cohesión entre tanta idea dispersa.

En estos casos lo que yo hago es producir contenido.

Bajar todas esas ideas a tierra de una en una, priorizando las más interesantes.

Siempre he dicho que pienso mejor con un teclado. Cuando tengo caos en la cabeza lo ordeno a golpe de tecla.

Escribiendo esta newsletter, publicando hilos en Twitter o escribiendo el guion de un vídeo.

Al escribir sobre cada idea gano el orden mental que me faltaba. Y con eso vuelvo al índice con nuevos ojos.

Ahora es más fácil dar con la estructura adecuado, con el orden perfecto.

No me cuesta desechar lo que creo que sobra en el curso.

Resumiendo:

Cuando me faltan ideas, leo.

Cuando me sobran ideas, escribo.

Por ejemplo. Para inspirarme y buscar ideas leo newsletters de emprendedores.

No siempre hablan de mi tema, pero siempre me inspiran y me dan ideas y enfoques interesantes para mis propios contenidos.

De vez en cuando te recomendaré alguna de las que sigo.

Como “Cinco aprendizajes” de Rafa Castón. Este cordobés en Baviera, además de ser un tío fantástico, nos habla cada semana del arduo camino de montar un negocio. Con una perspectiva muy personal que me encanta.

Es la típica lectura reposada que me gusta para el finde.

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