MICROMANAGEMENT: Cómo reconocer y poder evitar al enemigo número 1 del liderazgo

“La persona que más controla es la persona que puede renunciar al control” Fritz Perls

Hay líderes que se centran tanto en los pequeños detalles que asfixian a los miembros de su equipo.

Cuando se ejerce un nivel excesivo de control sobre el equipo, muchos trabajadores pueden llegar a rendir por debajo de sus posibilidades.

¿Qué es la microgestión y qué efectos secundarios tiene?

¿Cómo puedo reconocer si tiendo a centrarme demasiado en los pequeños detalles?

¿Qué debo hacer para evitar el enemigo número 1 del liderazgo?

¿Qué es el micromanagement?

El micromanagement (microgestión) es una práctica de gestión en la que un líder supervisa y controla de manera excesiva y detallada el trabajo de sus subordinados, incluso en tareas menores y rutinarias. Hay líderes que se centran tanto en los pequeños detalles que asfixian a los miembros de su equipo.

Pongamos dos ejemplo de microgestión:

Jefe: No te he visto conectarte a las 9 de la mañana.

Empleado: Pero trabajo desde casa. Y estaba de descanso en ese momento.

Jefe: ¿Quién te ha dado permiso para tomarte un descanso?

Empleado: Pero yo hago mi trabajo. Y luego, en casa, a veces me tomo un café y voy al baño.

Jefe: Sólo necesito verte conectado y saber tus movimientos.

Empleado: (frustrado) Vale, me conectaré a las 9 en punto.

Así, un gerente que practica microgestión, no mantiene conversaciones constructivas con sus empleados y, en lugar de preguntarles cómo van las cosas, se dedica a decirles lo que tienen que hacer y cómo tienen que hacerlo. Además, disfruta corrigiendo el trabajo de los trabajadores y/o señalando pequeños errores.

Otro ejemplo de microgestión es un jefe que controla constantemente dónde están sus empleados, si están en su despacho o en línea, e incluso puede controlar las pausas.

Efectos negativos de la microgestión

La microgestión implica una supervisión hasta del más minúsculo detalle del trabajo de los equipos, lo que genera ansiedad y frustración entre los empleados. Y si añadimos tiempo y recursos para la supervisión... el perjuicio para las empresas es evidente.

Aquí algunos efectos negativos:

·       Falta de libertad

·       Falta de delegación

·       Falta de confianza

·       Falta de creatividad

·       Falta de moral del personal/equipo

Las personas que trabajan bajo este estilo de gestión pueden sentirse frustradas, poco valoradas o incluso creativamente reprimidas, lo que a menudo lleva a una baja moral del equipo y una disminución del rendimiento laboral en general.

Como resultado de la insatisfacción de los empleados, la empresa tiene muchos empleados insatisfechos y, en última instancia, una elevada rotación.

¿Cómo puedo reconocer si tiendo a centrarme demasiado en los pequeños detalles? 

Síntomas típicos de la microgestión

·       Dificultades para delegar

·       Infravaloración de la opinión de los subordinados.

·       Desconfianza hacia los empleados

·       Ideas excesivamente rígidas en el trato con los empleados

·       Ansiedad e irritabilidad

El problema suele ser que quienes microgestionan no son conscientes de ello. Por eso es bueno contar con ayuda externa que sea neutral y pueda identificar a qué se debe la rotación, la insatisfacción general, etc. hablando con los empleados.

¿Qué debo hacer para evitar el enemigo número 1 del liderazgo?

Lo primero que tenemos que comprender es que nuestro personal nos abandonará tarde o temprano si queremos controlar hasta el más mínimo detalle, y sobre todo que nos abandonarán, no porque sean malas personas, no, sino por nuestra mala gestión. Una vez comprendido este punto, hay muchas posibilidades de “salvar al paciente”.

¿Cómo podemos dejar de controlar tanto?

Entendimos que la microgestión significa centrarse en las tareas más pequeñas y sentir la necesidad de supervisarlas y revisarlas constantemente. En cambio, si queremos que nuestro equipo disfrute con su trabajo y saque el mejor rendimiento deberíamos centrarnos en la macrogestión, que se centra en el cuadro global y da al personal la independencia y autonomía que necesita para dar lo mejor de sí mismo en su función.

Como hemos visto, una elevada tasa de fluctuación de personal cuesta mucho dinero a la empresa. Invirtamos un poco de dinero en leer y asesorarnos por un coach sincero y luego sigamos los consejos aprendidos.

Entonces veremos el nivel de compromiso que pueden alcanzar los mismos trabajadores que antes controlábamos constantemente. Y lo mejor es que tendremos más tiempo para hacer aquello por lo que nos pagan a final de mes. Gestionar una empresa o un equipo.