¡Mientras el vecino del sur celebra el Asalto y Toma del Morro de Arica, nosotros celebramos El Día y la Jura a la Bandera!

¡Mientras tu celebras el Asalto y Toma del Morro de Arica, nosotros celebramos El Día y la Jura a la Bandera!

EL HOLOCAUSTO DEL MORRO.- Muchas veces habremos leido o escuchado sobre la cruenta batalla que se dió en el morro de Arica el 7 de junio de 1880 donde el Coronel Bolognesi, al mando de la guarnición de ese puerto, protagonizo junto con su gente la batalla mas sangrienta de la historia.... Muchas cosas importantes para recordar sucedieron antes de ese encuentro brutal con las fuerzas invasoras chilenas...... Terminado el choque del Campo de la Alianza (Tacna), los restos del ejercito del sur, no se replegaron hacia Arica, como habia sido el plan inicial, lo hicieron hacia Pachia, o sea en el sentido opuesto. De esa manera los defensores de Arica quedaron solos y sin ninguna posibilidad de ayuda, sin embargo en ningun momento la moral decayo y esperaron el dia final listos y altivos. El primero de junio, desertó el único peruano de esta guarnición, era el coronel Agustin Belaunde, que huyó hacia Tarata y luego hacia Arequipa, este oficial comandaba el batallon Cazadores de Pierola, compuesto por tacneños voluntarios, el coronel Ramón Zavala se hizo cargo de este valiente grupo...En Arica pelearon defendiendo al Peru, solamente peruanos y un argentino, el coronel Roque Saenz Peña, que sobrevivió a la carnicería y años mas tarde fue presidente de la Argentina. Del total de los 1700 hombres aproximadamente que disponía la guarnición, 1400 eran milicianos voluntarios tacneños, que poco antes dejaron las lampas o los martillos, para ir a poner el pecho a las balas y bayonetas enemigas para lavar el honor nacional mancillado y maltratado por traidores y cobardes que conspiraron contra el Perú, especialmente el gobierno peruano en Lima que encabezaba Nicolas de Piérola. También estaban los batallones de tarapaqueños y ariqueños en las líneas de defensa. El día cinco se produjo muy temprano la conversación entre el parlamentario chileno Cruz Salvo y Bolognesi, donde el veterano coronel dijera sus famosas palabras que quedaron grabadas para la historia. " Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré, hasta quemar el último cartucho " opinión que fue respaldada por los quince jefes que lo acompañaban, entre ellos Arias Araguez, Inclán, Varela, Cornejo, Zavala, Alafonzo Ugarte, este último joven millonario de Iquique, que dejo todo para servir a su nación. El día seis de junio se produjo un cañoneo entre ambos bandos, las baterias de tierra y los cañones del monitor Manco Capac por el lado peruano y por las baterias de la escuadra chilena y los cañones del ejercito chileno apostados en los cerros cercanos por parte de Chile, en esta lucha los invasores salieron magullados y con varias bajas, el acorazado chileno Cocrahne y La Covadonga fueron alcanzados por varios disparos de los defensores.... Cuando cayó la noche de aquel frío día de invierno, todos sabían que al diía siguiente el domingo siete, sería el encuentro final y así fue, cuando aún no amanecía los chilenos atacaron por el lado este, desde el llamado Cerro Gordo, se abalanzaron sobre el fuerte Ciudadela que defendian tacneños y ariqueños, a cuyo mando estaba el indomito Justo Arias Araguez, tambien llamado " El Leon Tacneño ". La diferencia de fuerzas era muy grande, los chilenos casi triplicaban en numero a los peruanos ese dia, esta situacion hizo que Bolognesi, pensara en minar el morro, para volarlo, cuando todo este perdido, este trabajo lo hizo el ingeniero Elmore, que fue hecho prisionero dias antes por los chilenos, cuando este, hacia volar el puente ferroviario de Chacalluta. En el fuerte Ciudadela el encuentro fue feroz y los defensores opusieron grande resistencia, hasta que finalmente diezmados, los soldados mapochinos entraron en esa trinchera e intimaron al jefe peruano a rendirse, este contestó con un sablazo al que le pedía rendición y lo mató, entonces los demás soldados le dispararon y asi terminó la vida de este valeroso personaje, en ese mismo momento el jovencito de 16 años Alfredo Maldonado prendió fuego a las cargas explosivas y volaron por el aire, atacantes y defensores, en ese lugar ya todo había terminado... Mientras esto sucedía en la cima del morro, en la parte norte donde estaba ubicada la aduana del puerto, se libraba una feroz pelea cuerpo a cuerpo, su jefe el coronel José Joaquín Inclán también luchaba con sable en mano hasta que en un forcejeo con un soldado chileno, este fue apuñalado y asi terminó la vida de este gigante, héroe del Dos de Mayo, el hombre que como ingeniero realizo la titánica obra de perforar la cordillera de los Andes, por primera vez en América, para traer agua al valle de Tacna. Hoy la casa donde moró este gran hombre, sobrino de Francisco de Paula Gonzales Vigil en la campiña de las cercanias de Tacna, está en ruinas y sirve de letrina cuando al costado hacen festivales con música y baile, sin que el Instituto Nacional de Cultura, mueva un dedo.--- Los batallones peruanos retrocedieron hacia la cima del morro, para unirse a los demás, aquí estaban Los Artesanos de Tacna, al mando de Marcelino Varela, los Cazadores de Pierola, también de Tacna. En la explanada de la parte alta del morro de Arica prosiguió el combate cuerpo a cuerpo y a corta distancia. Cuando Francisco Bolognesi, vió que todo estaba perdido, ordeno activar las minas, para volar con defensores y atacantes, pero no funcionó el dispositivo y no hubo explosión alguna. Hasta ahora no se sabe que pasó, si fue traición o si fue el soplo de algún espía chileno, que permitio cortar el cableado que debia hacer la tremenda explosión. En esos momentos Bolognesi cayó al piso y un soldado chileno de un culatazo en la cabeza, le quitó la vida a este héroe nacional, mas allá Alfonzo Ugarte desapareció con la bandera peruana en sus manos, se dice que se lanzó al vació con su caballo. Los que aún quedaban intentaron retirarse hacia la ciudad, entre ellos estaban, los alumnos de media del colegio Independencia, hoy Bolognesi, que encabezados por el profesor Blondell, también se batían con coraje, pero murieron en el intento o cayeron prisioneros. En esos tiempos este colegio funcionaba en los que hoy es la esquina de la Av. Bolognesi con la calle Coronel Vidal, en un antiguo edificio llamado " Los Angeles " que hoy se cae a pedacitos, ante la indiferencia de las autoridades locales....Los soldados chilenos enloquecidos de ira, por la férrea resistencia de los peruanos pasaron a cuchillo a los heridos y fusilaron a los prisioneros en la plaza de Arica, delante de la iglesia San Marcos, el color de la sangre peruana, tardo muchos años en desaparecer de los muros de fierro y del piso de ese recinto religioso..... La batalla había terminado 900 peruanos yacian muertos, era el 62 % de los efectivos, por eso se le considera a esta batalla, la mas sangrienta de la historia, Napoleon en Waterloo tuvo un 20 % de bajas.La sangre de tanta gente valiosa para el Perú, se habia derramado a raudales, para lavar la honrra nacional. Este ejemplo epico de entrega y valor, desperto admiración y respeto en el mundo, por eso mucho tiempo después, cuando en la primera guerra mundial el Zar Alejandro de Rusia se entero que sus tropas se habían rendido ante el ejército japonés en el oriente, exclamó " Ahí hizo falta un Bolognesi ". Tacna perdió a la flor y nata de su juventud y a sus mejores hombres, los pocos que regresaron con vida, llevaron en el pecho la incomparable frase de respeto y agradecimiento de los vecinos de la ciudad de Tacna, que al presentarlos, decian, " El peleo en el morro de Arica " y esta singular presentacion duro incluso hasta los hijos de aquellos heroicos sobrevivientes. Ese domingo siete de junio de 1880, se puede decir, que casi se extinguio la raza tacneña.

Mientras estas tragedias nacionales pasaban en el sur del Perú, en Lima, en Palacio de Gobierno, Piérola y sus cómplices celebraban con fiesta las derrotas del sur ante el invasor chileno. La historia de lo ocurrido en estos aciagos tiempos de la guerra del Pacifico, debe replantearse, para que el pueblo peruano sepa, como se hundió a la nación.