Mirada Sistémica

¿Conoces la expresión “mirada sistémica”? De forma intuitiva, ya comprendemos el concepto de “sistema” (por ejemplo, sistemas biológicos vivos). Mi invitación es darte a conocer la aplicación práctica de esta inteligencia de los sistemas en el mundo empresarial y, de una forma simple y con un ejemplo, mi interpretación de este concepto y qué beneficios tangibles puede aportar a una organización/empresa. 

Podemos afirmar que en cualquier organización/empresa forma un sistema, el todo es mayor que la suma de las partes y se gobierna por unas normas (explícitas o no) y unos procesos en continua adaptación y dinamismo. A su vez, cada organización/empresa forma parte de otros sistemas mayores, como por ejemplo el sector específico al que pertenece, la zona geográfica donde se ubica, y así sucesivamente. En este contexto, podemos afirmar que toda organización/empresa no es una entidad independiente, aislada, sino que se encuentra conectada tanto con los elementos que la componen como con elementos externos.

Potenciar la mirada sistémica consiste, precisamente, en observar más y mejor las relaciones entre los elementos de una organización/empresa, los equilibrios/desequilibrios entre ellos, así como sus interacciones con agentes externos. En este ejercicio, en lugar de poner el foco, y la lupa, sobre un aspecto específico de la organización, lo ampliamos hasta llegar a una comprensión más global y holística.  

A modo de ejemplo (simple para que se entienda), una empresa contrata una consultoría para incrementar su cifra de ventas. Una propuesta convencional se reduciría quizás en invertir en una campaña de marketing, con el objetivo de incrementarlas y que la empresa pueda continuar su actividad. En cambio, una propuesta analizada desde una mirada sistémica, se sustenta primero con un diagnóstico más profundo para comprender las razones de la dificultad de incrementar las ventas. Se valorarían tanto los aspectos internos como los externos. Por aspectos internos entendemos la estructura organizativa, la relación entre equipos, el interés genuino y auténtico hacia el cliente, capacidad de innovación, bienestar de los empleados… En cambio, los aspectos externos incluirían las tendencias de la Sociedad, los clientes, la competencia... Esta información ayuda a comprender mejor el origen, las causas, y actuar sobre ellas, lo que contribuirá a que las decisiones que se tomen alcancen objetivos de una manera mucho más eficaz y más rentable. Con un trabajo sistémico, incluso se podrían a llegar a conclusiones mucho más disruptivas que las convencionales. Por ejemplo, sería el caso de tomar la decisión de “parar” la actividad de la organización aunque todavía no haya llegado a su final.

(Añado una aclaración, la mirada sistémica puede complementar otros enfoques más analíticos que se realicen, por tanto quiero matizar que no la estoy defendiendo como único método válido y exclusivo). 

Resumiendo, en mi opinión, aplicar la mirada sistémica, antes de ejecutar un plan de acción, optimiza los recursos y maximiza los resultados.

NOTA: Me gustaría añadir que un gran número de las grandes corporaciones ya cuentan con consultores externos que aplican esta mirada sistémica a la hora de realizar un diagnóstico y proponer intervenciones específicas. Los beneficios de la sistémica pueden ser tan relevantes que quiero contribuir a su difusión para que llegue a organizaciones más pequeñas, incluso a emprendedores.

Si quieres profundizar, te propongo que consultes a Jan Jacob Stam , Georg Senoner , Guillermo Echegaray , entre otros.