A mis Amigos

Esta es una sección pensada para los que quieren reflexionar sobre quiénes son y desean escucharse en plenitud.

 Iniciaré el recorrido compartiendo un mensaje:

A mis amigos

  Me escuché reprochándome sobre la actitud que tengo para mis amigos, ya que realmente mi compromiso con ellos es superficial, sin profundidad y acciones que sumen valor. 

Como suelo hacerlo, me recité todas las excusas posibles: falta de tiempo, ocupaciones propias, la familia, las prioridades como el dinero y el trabajo, y que, finalmente, ellos también eran como yo.

Un día, sin embargo, escuché la voz que me dio la pregunta correcta, ¿conoces a tus amigos? Medítalo por un momento, ¿realmente los conoces en todos sus aspectos y aristas?

Bueno, me pregunté, ¿cuál es la razón por las que los consideras “amigos”?

Posiblemente tú también te escuches decir: es que pasamos grandes momentos juntos, de felicidad, de pachanga, de tristeza, de fracasos, de peligro… Pero lo que compartiste con esas personas en un momento de tu vida, ¿los hace tus amigos?

Me di cuenta que quienes me acompañaron a mi graduación, a mi boda, al nacimiento de mis hijas o al sepelio de mi padre, y que en su momento fueron extremadamente cercanos e importantes, ya no los frecuento. De algunos ya ni siquiera tengo idea de dónde están o qué es de su vida.

Sin embargo, hay otros que a través del tiempo siguen estando a mi alrededor de muchas maneras: compañeros de la fiesta, del deporte, del trabajo, del montañismo, de la escuela, de la religión o como se dice “amigos de la “familia”.

Y por lo tanto los etiqueto.

Raúl es el amigo para ir a las montañas, Luis es el amigo para la fiesta. Héctor es el amigo para la buena vida. Guillermo el del trabajo. Beatriz la amiga. Yves el de la reflexión filosófica… y así podría seguir.

¿En qué categoría me encuentro para ellos?, seguramente varios sólo me ubican para la fiesta, sin saber de mí como profesional.

Pero, ¿Qué tal si soy y tengo amigos multipropósito con quienes comparta todo lo que soy, creo, siento, pienso, logro, temo… y ellos conmigo?

Hay una frase que me da claridad: “sólo se ama lo que se conoce” y a un amigo hay que conocerlo para amarlo y tener siempre fe en lo que es como individuo.

Es por esto que les escribo hoy a mis amigos, para decirles que daré lo mejor de mí para ahondar en cada uno, reconectar con lo que son y desean ser.

Es mi propósito, darme la oportunidad de co crear y generar nueva riqueza con cada uno de ustedes.

Quitaré etiquetas, ya no serán más sólo el fiestero, el deportista, el galán o el intelectual, me daré la oportunidad de conocer a la persona maravillosa e irrepetible en la que cada uno se convirtió.

Apreciaré su transformación, dejaré de pensar en cada uno de ustedes como los conocí hace años, buscaré entender cada una de sus facetas. Veré al padre, al hijo, al hermano, al abuelo, al esposo, al profesional, al ser humano complejo y entrañable.

¡Me daré la oportunidad de tener nuevos amigos!

                                                                                Foto: Raúl Rodríguez Q