Mis razones para volver a un trabajo permanente

Aunque trabajar como autónomo ha sido una forma excelente de perfeccionar mis conocimientos y desarrollar una buena comprensión de varias líneas de negocio, el aislamiento es algo que me ha empezado a pesar demasiado y me ha llevado a tomar la decisión de volver a explorar el mercado para encontrar una oportunidad laboral donde compartir mi experiencia y mis conocimientos con otros compañeros en proyectos más largos a los que pueda "hincar el diente" y contribuir a un equipo. 

En estos años he adquirido, como autónomo, una experiencia suficientemente amplia, así como una gran cantidad de habilidades y competencias que, creo, son difíciles de igualar.

No puedo negar que hay muchas razones por las que muchas personas consideran una aventura en solitario, ya que yo las tuve en cuenta. Ser tu propio jefe (un error porque siempre trabajas para alguien o tienes que dar explicaciones, sobre todo si te embarcas en alguna aventura empresarial con un socio), trabajar desde donde quieras (otro de los grandes errores que cometemos ya que casi todos acabamos trabajando desde casa o desde alguna oficina), libertad de horarios (algo que puedo defender), etc.

Ser autónomo es una de esas cosas que tienden a polarizar a la gente. Algunos lo consideran la forma ideal de desarrollar su carrera profesional y se lanzan a la aventura para perseguir sus sueños sin importar que probablemente ganen menos que en un trabajo corporativo, mientras que otras muchas personas consideran la elección demasiado estresante y exigente, y no se atreven ni siquiera a intentarlo, aunque tengan la certeza de tener mejores rendimientos que en su trabajo actual.

La verdad está, como suele ocurrir con casi todo, se sitúa en algún punto intermedio entre las dos posturas, ya que trabajar por cuenta propia puede ser estresante y exigente, pero también puede ser liberador y gratificante. Al final, todas esas ventajas y desventajas se equilibran.

Pero volviendo al título de este artículo, en mi caso ha llegado el momento de volver al mundo "corporativo" y seguir desarrollando mi carrera en un trabajo más "permanente" donde poder estar con más gente y dedicar mis esfuerzos a hacer lo que se me da bien y dedicar mi tiempo a cosas productivas, estabilizar mis finanzas y encontrar un mayor balance en mi vida personal y profesional.

Algunas personas son más felices trabajando por su cuenta. Otros prefieren la red de seguridad y las ventajas de un trabajo de empresa. La decisión de seguir o no una carrera como autónomo/emprendedor es más una cuestión de preferencias personales que otra cosa.