#ModoAmparito

Anteriormente escribí sobre la experiencia como asistente a eventos, Aquí les compartí algunas sugerencias indagando si es usted el asistente o publico ideal.

Cada producción de un evento, feria o gira con artistas te hace parte de una nueva familia, donde es inevitable conseguir nuevos amigos y compartir.  

Esta semana acabé de pasar 11 extraordinarios días en Agro Expo, quienes han tenido la posibilidad de participar, ir o solo curiosear, sabrán qué se vuelve inolvidable pasar el rato entre animales, olores (para los que no conocen el olor del campo) y claramente muchas, muchas personas; pero alguien se quedó en mi mente y en mi corazón: la unidad de seguridad asignada al stand en la puerta 16 del gran salón que nos regaló una muy grata experiencia y buenos recuerdos: Amparito.

Amparito es una mujer guerrera de 45 años y con una historia llena de “perrenque” (No aparece en el diccionario de la RAE, pero es la mejor forma de describir a alguien lleno de energía, envalentonado con la vida y simpatía) ¡sí!, Amparito tiene “perrenque” como muchas mujeres cabezas de familia; pero ¿Que tenía de diferente Amparito?

Su actitud, una energía impresionante y su capacidad de ver la vida muy distinta, esta mujer en toda la jornada recibía a la gente con una gran sonrisa y a mí, con alguna anécdota nueva llena de humor y una manera particular de narrar sus historias. Multitud, bullicio, curiosos, perdidos y espectadores pasaban por su lado y al llegar el final de la jornada estaba Amparito como al inicio de la jornada: intacta, alegre y feliz con un gusto evidente por su trabajo.

Gracias a ella hoy tengo un gran deseo, que se imprima esa actitud en todos nosotros y es que encontré en sus sonrisa y energía contagiosa, la magia que quiero que llevemos todos a nuestra casa, a nuestro trabajo, sin importar si olía a vacas, si pasaban miles de personas o si tuvo un “caso positivo” (Que para hacer corta la historia: entregó a un ladrón) o lo que fuera que pudiera causar algún malestar.

Amparito es diferente, es esa persona por la que preguntamos años después, su actitud vale oro y me hizo reflexionar en el valor de todas esas personas que siempre regalan sonrisas, que por encima de hacer “lo que toca” impone una gran actitud y ve el lado positivo de las cosas. Aunque suene cliché es Verídico (como diría mi jefe Andrés López ) “es verídico”, una sonrisa puede cambiar el mundo.

Finalmente, la feria terminó, entre desmontaje y afanes nos despedimos con la promesa de volver a encontrar y camino al parqueadero vi que tenía dos llamadas perdidas, era Amparito, quería dejarme una matica de regalo, para que la lleve a mi casa.

 -Señora Yaneth cuídela usted, póngale agüita. No era mucho más su afán, dulce y amorosa un ser increíble que nos robó el corazón.

¡Que berraquera de mujer!

Extrañaré a Amparito y sus historias, pero me llevaré siempre esa bonita energía de saludar y sonreír.  

¡Buenos días Amparito!

Los reto #ModoAmparito y cambiemos el mundo.