Motivación en el trabajo

Cuando sintamos que no podemos aportar todo lo que somos capaces de dar, cuando la relación con los jefes se haya deteriorado tanto que sientas que ya no confían en ti, cuando tu trabajo se convierta en algo monótono y aburrido que no te permita aprender ni alcanzar tu satisfacción personal, cuando tus libertades ideológicas no se vean aseguradas y tu felicidad dependa de ellas, cuando te des cuenta que todo lo anterior ocurre, y no parece que haya forma de cambiarlo, enhorabuena.

 Esa será el momento de volver a empezar, será el momento de recuperar la confianza en ti mismo, de volver a enfrentarte a nuevos retos y desafíos, será el momento de comerte los libros y los proyectos a los que tengas que enfrentarte, será el momento de dar lo mejor de ti para la empresa, será el momento de empezar a buscar de nuevo la felicidad, será el momento de que vuelvas a casa y tengas mil cosas que contar. Será el momento de ganarte de nuevo la confianza de tu jefe y será el momento de adaptarte a un nuevo entorno y a un nuevo ambiente de trabajo.

Todo lo anterior parecerá un relato de una novela o de un libro de motivación, pero si lo pensamos bien ¿Por qué trabajamos? ¿Para qué trabajamos? ¿Por qué necesitamos ser felices en el trabajo?

 Es evidente que la respuesta del 70% de la población, el mismo porcentaje de personas que no está satisfecho con su puesto de trabajo habitual, consideran que van a trabajar por dinero, para pagar sus deudas y para estar tranquilo a final del mes. Esta es una versión reduccionista del trabajo y es lo que ocasiona una actitud negativa y una falta de motivación, que lleva a desempeñar tu trabajo cada vez peor y que ocasiona que te levantes cada mañana suplicando que llegue el viernes y a que llores los domingos por la tarde por que mañana será lunes. 

Pero lo realmente interesante es centrarse en el otro 30%, en el 30% que los domingos están deseando de que llegue el lunes para asistir a su trabajo, que se despiertan cada mañana con una energía y una actitud que contagia, que sonríe, que se divierte, que hace su trabajo con esmero, que está agradecido con sus jefes, compañeros, clientes, que lucha por la empresa como si fuera suya, que puede mostrarse tal y como es, que no necesita café por que lleva la cafeína en vena, que no le importa que llueva, nieve o granice o haga sol porque ya bastante energía y luz desprende en todo su entorno.

En el trabajo necesitamos sentirnos vivos, realizados, necesitamos aprender, relacionarnos con los demás y darles nuestro afecto y nuestro amor, necesitamos que nos premien por un trabajo bien hecho y necesitamos mejorar nuestras virtudes, repitiendo una y otra vez fallos hasta que aprendamos, o preguntando a nuestros superiores como podemos mejorar. Es importante ser críticos con uno mismo porque el primer paso para el aprendizaje, es reconocer que una vez más. Metí la pata. También necesitamos sentirnos respetados, sino nuestra misión de servicio desaparecerá. Y cuándo todo esto ocurre, estaremos satisfechos y esta será nuestra mejor recompensa. No estaremos felices el día 30 cuando entre la nómina, estaremos felices los 30 días del mes y apreciaremos lo bueno de vivir cada día.

Es cierto que muchas veces, aun dando lo mejor de nosotros mismos, podemos sentirnos incomprendidos. Es cierto que hay mil situaciones que pueden hacernos perder la esperanza y la actitud, es cierto que un mal día lo tiene cualquiera, pero también es cierto que cada día tenemos una nueva oportunidad para brillar.

Para los que creemos, además, tenemos la suerte de poder encontrar una motivación trascendente en el trabajo. El hombre se realiza a sí mismo mediante el trabajo y necesita de este para alcanzar la felicidad plena, así lo reflejó Jesús en su pequeño taller de carpintería, cuando con el trabajo de sus manos y el sudor de su frente curtía y daba ejemplo a toda la humanidad.

El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos día a día, elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida. Debes de saber que no existe el trabajo perfecto, tú debes crearlo y eso es cuestión de actitud.

Se han utilizado conceptos en el caso referentes a la matriz de motivaciones ampliada elaborada por los profesores Ferrero,Guillén y Hoffman