MOTIVACIONES Y NECESIDADES

MOTIVACIONES Y NECESIDADES

Según Abraham Maslow las motivaciones y necesidades son la sal de la vida. ¿Qué es lo que mueve a las personas en sus comportamientos y en sus vidas?, ¿que hace que cada día nos levantemos y nos pongamos en marcha?

Hay 3 fuerzas o corrientes psicológicas que tienen en cuenta las motivaciones personales: La humanista, la conductista y la psicoanalítica. según la humanista el hombre sano no es el que está exento de enfermedad, sino el que ha conseguido realizar sus sueños y sus proyectos. Los seres humanos somos capaces de pensar y de tomar decisiones de forma autónoma, no somos pizarras vacías sobre las que el mundo externo escribe sus instrucciones. Para el conductismo el individuo está condicionado por su entorno y para el psicoanálisis el hombre está dominado por sus impulsos internos, pero no es una búsqueda de autorrealización sino más bien una lucha con prohibiciones y reglas de tu propio yo. El concepto de motivación está vinculado a la necesidad de algo, necesidad que se reduce a una carencia, a un vacío que se quiere llenar. La pirámide de Maslow nos describe muy bien los diferentes niveles de necesidades.

Algunas necesidades son sensaciones de carencia de naturaleza básica llamadas fisiológicas, estas son básicas para la supervivencia, está claro que antes de buscar un trabajo que nos satisfaga buscaremos una necesidad como la de beber y comer. Hasta que no tengamos cubiertas las necesidades fisiológicas no buscaremos necesidades superiores en la pirámide. El siguiente nivel son las necesidades de seguridad: sentirse a salvo y protegido, tener un lugar de refugio o vivienda y un empleo que nos dé una solvencia económica. Cuando las personas tienen cubiertas sus necesidades más básicas es cuando buscaran sentirse queridas y amadas en un entorno social con amistades y compañeros. Estos tres primeros niveles se conocen como necesidades de carencia.

Después, continuando la escalada, el ser humano desea no solo la apreciación externa de sus congéneres, sino también la estima en sí mismo, buscando actividades y situaciones que le permita alimentar su propia autoestima para conseguir respeto, confianza y reconocimiento. Por último, resueltas todas estas necesidades, el hombre está impulsado a mejorar y conocerse para cumplir una plena realización de su propia personalidad. Estos dos últimos niveles se conocen también como necesidades de crecimiento. Esta autorrealización es un proceso que no todas la personas llegamos alcanzar y puede durar todo el curso de nuestra vida porque lo más difícil es llegar a conocer lo que realmente nos motiva a cada uno de nosotros..


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