Muévete, avanza, no esperes a nadie.

Luis me cuenta que está esperando a su jubilación (tiene 43 años). Julio me cuenta cómo lleva dos años haciendo un trabajo que odia y que le deja la espalda hecha trizas mientras espera a que le den un curro de oficina. Nekane me explica con todo lujo de detalles que es mejor esperar a que "las cosas amainen" en la empresa, y ver si ella va a estar en el ERE o no.

Esperar, esperar, esperar. Parece que todos esperamos a que "algo" ocurra.

Ese "cuando muevan a Fernando a la otra tienda..." o "cuando mi hermano se mude de casa..." o "cuando los niños sean mayores..." y también el "cuando acabe de pagar la hipoteca...". Parece que estamos hechos para esperar... o no.

Mientras oigo que muchos esperan (yo también espero por unas pocas cosas, no me libro de ello), a la vez veo cómo todos somos capaces de pasar página en un milisegundo y olvidarnos de lo que hacíamos hace un mes.

Lo de "el muerto al hoyo y el vivo al bollo" es una realidad y nadie llora mucho tiempo por los que se han ido.

Esperar es un estado tan de poca acción que se parece mucho a quedarse totalmente estancado, inmóvil, como un mueble.

¿Y sabes qué es lo que pasa con los muebles y con los objetos inmóviles?

Que nos olvidamos de que están y pasamos de largo sin acordarnos de ellos salvo si lo necesitamos para algo muy importante (que no suele ocurrir).

Cuando estamos actuando y avanzando, nos olvidamos de los que están parados esperando y los vemos como parte del mobiliario. Ni se nos pasan por la cabeza. Ni un segundo.

Cuando estamos esperando, se olvidan de nosotros y empiezan a vernos como un mueble, como puestos por el ayuntamiento

¿Lo has notado alguna vez?

¿Has notado cómo, mientras esperas, los demás se van olvidando de ti?

EMPEZAR

Las ideas básicas que todos debiéramos tener en cuenta en una situación de búsqueda de empleo son:

1. Revisar cuáles son nuestras creencias limitantes. Todos tenemos creencias que nos limitan mucho más de lo que pensamos. Tenemos una idea de que "el mundo es como es", sin embargo, es más realista que "el mundo sea como lo vemos". Piensa un momento: ¿Hay algo que te esté limitando sin que tú lo sepas y que puedas cambiar? Obviamente no puedes cambiar tu edad, pero sí tu actitud, por ejemplo.
2. Saber que es una etapa dura emocionalmente y prepararse para ello.
3. Tener en cuenta que es una etapa transitoria en la gran parte de los casos. Por dura y larga que se haga, al final se ve una luz más o menos brillante.
4. Abre los ojos, escucha y sal al mundo. Es posible que el mundo haya cambiado desde la última vez que tuviste que buscar empleo. O puede que ahora quieras cambiar de sector. ¿Conoces realmente qué es lo que está ocurriendo? Si dudas, ponte con ello inmediatamente.
5. Sal de tu círculo de personas y conoce a otras nuevas que te ayudarán a crear nuevas oportunidades.

Entiendo que, si estás en un momento duro, estas ideas te resultarán demasiado generales.

Es normal y lo adecuado será que quieras profundizar para avanzar más rápido.

Enhorabuena si ya has encontrado la actitud positiva y adecuada que te acercará a tus objetivos. :-)

Conclusión: muévete, avanza, no esperes a nadie (cuesta hacerlo, no queda otra).

Ten siempre un plan B que te obligue a hacer y nunca, nunca, nunca eches la culpa a otros de su tardanza mientras tú esperas. Recuerda que ellos estaban en movimiento y tú te convertiste en un mueble.

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María.

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