Muy preocupantes indicadores de la situación del empleo en México
Hace unos días el INEGI presento estadísticas muy relevantes y preocupantes sobre la situación del empleo en México.
De los 56.9 millones de mexicanos en el mercado laboral (PEA), 32.2 millones se encuentran en el mercado informal, es decir el 56.9% de todos los que trabajamos formalmente en México, lo hace en precarias o muy precarias condiciones laborales. La cifra es muy preocupante.
De poco sirven los importantes incrementos al salario mínimo general que se han dado en los últimos tres años, si casi al 60% de los que trabajamos no le afecta o beneficia. El tema de la ocupación informal es un problema estructural en México, que lejos de subsanarse en los últimos años, se ha agudizado.
En abril del 2020, el empleo informal significaba el 49.5% de la PEA, así que solo en los últimos 20 meses, este tipo de empleo creció el 15% y con los últimos indicadores de crecimiento económico, también reportados por el propio INEGI, la situación seguirá en incremento.
Es muy, muy probable que la economía mexicana se siga descaderando como producto de la falta de inversión pública, de la cada día más grave incertidumbre de mediano y largo plazos para los inversionistas, y de la falta de inversión directa e indirecta del sector privado, tanto nacional como extranjero, lo que provocará que haya menos crecimiento en la tasa de empleo formal.
Se festeja con bombo y platillo que en diciembre se generaron 455,538 empleos. Cuando se hace una revisión apenas por encima, te das cuenta de que la mayor parte de esos empleos se crearon en el sector informal y no son permanentes.
Si bien en diciembre de 2021 la tasa de desempleo se ubicaba en el 3.5%, habrá que ver en los próximos meses su desempeño, ya que noviembre, diciembre y todavía algo en enero, hay crecimientos estacionales.
Estamos aún lejos de alcanzar tasas de desempleo tan bajas como se lograron en enero de 2006 o mayo del 2017 con apenas 3.2%
También es revelador ver que el 75% de los empleos creados en el mes de diciembre se dio en el sector de los servicios y sigue muy estancando, desde hace ya varios meses, el crecimiento del empleo en el sector primario y en el industrial o secundario.
El propio estudio del INEGI nos dice que, en la mayor parte de los empleos generados, el ingreso se redujo y también lo hicieron el acceso a prestaciones y beneficios, como la incorporación al IMSS.
De todos los nuevos empleos generados durante la pandemia, solo el 10% reciben un ingreso superior a dos salarios mínimos y de la totalidad de los inscritos al IMSS, prácticamente el 60% de los que cotizan ganan hasta dos salarios mínimos.
La estadística es así: de los 56.9 millones de personas empleadas, 13.7 gana hasta un salario mínimo, 20.3 gana entre 1 y 2; 7.9 gana entre 2 y 3; 3.5 gana entre 3 y 5; y 1.3 gana más de 5 salarios mínimos; 3.2 reportan no recibir ingresos y 7.1 no especifican sus ingresos. Alarmante ¿no les parece?
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Según el INEGI solo uno de cada tres nuevos empleos generados cuenta con prestaciones mínimas de Ley, que de por si es muy poco.
Entre abril del 2020 y diciembre del 2021 se han incorporado 13.3 millones de personas al mercado laboral, de estos, 9.6 millones lo hicieron en el mercado informal y solo 3.7 millones al sector formal.
Y a pesar de la generación de estos empleos de baja calidad de los dos últimos años, todavía la PEA se encuentra muy por debajo (3.8 millones de empleos) de los niveles máximos alcanzados de 60.7 millones de personas en 2006 y 2012.
Los empleos recuperados en la economía formal son solo 68,446 prepandemia, mientras que todos los demás han crecido en la economía informal, personas que dicen que ahora trabajan por cuenta propia o bien que tienen trabajaos no remunerados.
Otro dato alarmante es que 669,381 personas han perdido el acceso a un sistema de salud formal como parte de la pandemia.
Es oportuno hacer una aclaración, por si luego el mitómano de las mañaneras, dice que él tiene otros datos, todos, todos los datos de este artículo son del INEGI y por lo tanto oficiales y los únicamente válidos, emanados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
Una espléndida investigación del Instituto Mexicano para La Competitividad, el IMCO, nos dice que el 23% de toda la población empleable, se encuentra en una de estas tres condiciones: desempleada, subempleada o bien inactiva pero disponible para emplearse. Esto es obviamente un indicador de que los empleos que se están generando no están acordes a lo que el país y quienes se quieren emplear esperan de ellos.
Cada día es más notable la cantidad de letreros en restaurantes y locales comerciales, anuncios en internet, volantes en las estaciones de transporte público y otros medios, ofreciendo empleos. Lo que quiere decir que hay empleos, pero la gente no los quiero ocupar.
También es muy grave observar, que en la población desempleada el número de mujeres es prácticamente el doble que la de los hombres. Lo que vuelve a mostrar la precariedad del mercado laboral mexicano y la falta de oportunidades que da a las mujeres y rascando un poco más a adultos mayores y jóvenes menores de 25 años.
Siendo absolutamente objetivos, el problema de la inequidad en el empleo en México no es algo nuevo, Pero también hay que decir que en estos tres años no ha cambiado nada y al contrario, los problemas estructurales se han incrementado.
Es urgente que nos pongamos a trabajar de forma seria para resolver estos asuntos de desajuste del mercado laboral, ya que de no hacerlo, podremos, como ya lo estamos haciendo, perder a miles, millones de personas, con altas capacidades que no están encontrando oportunidades en el mercado laboral mexicano.
Pedagogía/educación virtual
2 añosEs una situación que realmente preocupa! Gracias Octavio Aguilar por compartir estos datos.