Nadie quiere estar atrapado tras una puerta cerrada, pero tampoco hay nadie que quiera vivir en un pasillo
"Para muchas personas que conozco, salir de casa y adentrarse en el mundo fue como entrar en un largo pasillo (...) con cientos de puertas diferentes por las que podemos navegar infinitamente. Y he visto lo bueno que puede haber en tener tantas opciones nuevas (...). Y, sobre todo, he visto lo bien que se lo han pasado mis amigos navegando por todas esas habitaciones, experimentando más novedades que ninguna otra generación en la historia.
Sin embargo, con el tiempo, empecé a ver los inconvenientes de tener tantas puertas abiertas. Nadie quiere estar atrapado tras una puerta cerrada, pero tampoco hay nadie que que quiera vivir en un pasillo"
Es una de las interesantes ideas que me ha dejado la lectura de "Dedicated" de Pete Davis. Y pienso que muy equilibrado el análisis de los "placeres" y "dolores" de la navegación infinita. Entre estos últimos, la anomia: "no es la desesperación que produce perder un partido, sino la desesperación de que no exista un marcador ni un terreno de juego; no es la desesperación de quien se pierde en un viaje, sino la desesperación de quien carece de un destino que valga la pena"
El libro no es solo una colección de reflexiones interesantes. Es sobre todo un elenco de historias que refuerzan el valor del compromiso y una pregunta que sirve para pensar: ¿Liberarse o dedicarse?