Nadie te va a querer como yo
Al principio era todo perfecto. Te hacía sentir especial. Sabía exactamente lo que necesitabas antes de que lo pidieras.
Las conversaciones fluían. Las promesas se cumplían. Y pensaste: “Esto es para siempre.”
Pero los pequeños detalles empezaron a cambiar.
Primero fueron las respuestas más cortas. Luego, las veces que ya no preguntaba cómo estabas. Y, poco a poco, algo se rompió.
No pasó de golpe, no hubo un gran drama. Solo el lento desgaste de aquello que parecía tan sólido.
¿Estamos hablando de una relación o la empresa en la que trabajas?
Quizá de ambos.
Porque, en el fondo, la dinámica es la misma. Las mejores relaciones (personales o laborales) requieren atención constante, de lo contrario, te encontrarás con una despedida inesperada.
De esto hablaremos en El Videoclub. 12 meses, 12 películas, y 12 aprendizajes que cambiarán cómo ves la vida y los negocios.
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Ven a aprender cómo mantener lo que importa, antes de que las pequeñas grietas lo hagan imposible.