Nearshoring: La infraestructura y el talento, en jaque

Nearshoring: La infraestructura y el talento, en jaque

El año 2024 ha sido testigo del auge del nearshoring en México, una estrategia que ha posicionado al país como protagonista en la reconfiguración de las cadenas de suministro globales. Impulsado por factores como el T-MEC, la necesidad de diversificar operaciones tras las disrupciones globales y la proximidad estratégica con Estados Unidos, México ha logrado atraer inversiones récord en sectores industriales clave.

Sin embargo, mientras los números reflejan un éxito innegable, comienzan a emerger desafíos que ponen en duda la sostenibilidad de este crecimiento acelerado. La falta de infraestructura, la escasez de talento calificado y la competencia regional sugieren que México enfrenta una paradoja: ¿será el nearshoring un motor de desarrollo real o una burbuja con fecha de caducidad?

De acuerdo con datos del INEGI y el Consejo Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), las exportaciones industriales mexicanas registraron un crecimiento del 15% en comparación con 2023, impulsadas principalmente por los sectores automotriz, electrónico y manufacturero. La llegada de nuevas empresas ha superado expectativas:

  • Más de US$ 35 mil millones en inversiones extranjeras directas (IED) en los primeros tres trimestres de 2024.
  • Ocupación histórica de parques industriales, especialmente en estados clave como Nuevo León (92%), Querétaro (89%) y Guanajuato (87%).

“Estamos viendo una bonanza industrial sin precedentes, pero debemos actuar con rapidez para evitar que esta oportunidad se convierta en un riesgo a largo plazo”, advierte Sofía Martínez, analista del BID.

La expansión industrial no ha ido de la mano con el desarrollo de infraestructura necesaria. Los principales puertos y aduanas del país, como Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Nuevo Laredo, operan al límite de su capacidad, lo que ha elevado los tiempos y costos logísticos.

Además, los problemas de transporte terrestre y ferroviario se han agravado:

  • Las carreteras saturadas generan demoras en el traslado de mercancías hacia Estados Unidos.
  • El déficit en energía limpia y servicios básicos amenaza la llegada de nuevas industrias en regiones como el Bajío.

“La demanda industrial en parques y plantas sobrepasa la capacidad de los servicios locales. Esto puede frenar inversiones futuras si no se atiende pronto”, comenta el reporte de Deloitte México.

Si bien México cuenta con una de las poblaciones jóvenes más grandes de América Latina, la falta de programas de capacitación especializada está generando un vacío en el mercado laboral. Sectores como la manufactura avanzada y la tecnología industrial demandan personal con habilidades técnicas que hoy no abundan en el país.

“Las empresas están listas para invertir, pero no encuentran el talento necesario. Necesitamos vincular la educación con las necesidades del mercado industrial”, afirma Jorge Álvarez, experto en recursos humanos.

México no es el único país beneficiado por la relocalización. Economías emergentes como Brasil y Colombia han intensificado sus políticas de atracción de inversión extranjera, ofreciendo incentivos fiscales y desarrollos logísticos. Incluso países del sudeste asiático están recuperando terreno con estrategias más agresivas de costos bajos y tecnología avanzada.

El riesgo para México radica en la falta de diferenciación. Sin una propuesta de valor sólida —como infraestructura moderna, costos competitivos y prácticas sostenibles—, la inversión podría desviarse a otras regiones.


¿Qué sigue para México en 2025?

A medida que 2024 llega a su fin, el nearshoring sigue siendo una promesa dorada para México. Pero diciembre también nos deja un mensaje claro: la ventaja geográfica no será suficiente para mantener este crecimiento si no se abordan los problemas estructurales.

¿Qué necesita México para consolidar su posición?

  1. Inversión en infraestructura logística y energética.
  2. Programas nacionales de capacitación técnica y tecnológica.
  3. Políticas ambientales que aseguren el uso de energías limpias.

“La ventana de oportunidad es enorme, pero no eterna”, concluye Martínez. “El nearshoring no puede ser solo una tendencia; debe convertirse en un modelo sostenible que transforme al país de manera integral”.

La paradoja del nearshoring es evidente: mientras México celebra su crecimiento récord en inversiones, la infraestructura, el talento y la competencia regional se perfilan como los desafíos a resolver en 2025.

¿Será este auge industrial el inicio de una nueva era para México o una burbuja que pronto explotará? La respuesta dependerá de las acciones concretas que gobierno, industria y sociedad adopten en los próximos meses.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de GONTOR Logistics

Otros usuarios han visto

Ver temas