Newsletter para Farmacéuticos: Probióticos en la Salud de la Mujer (4 de 5): Probióticos y Endometriosis

Newsletter para Farmacéuticos: Probióticos en la Salud de la Mujer (4 de 5): Probióticos y Endometriosis

Continuamos con nuestra serie sobre la microbiota y la salud de la mujer, enfocándonos en esta ocasión en la endometriosis y el uso de probióticos.

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica que puede provocar menstruaciones dolorosas e infertilidad, afectando aproximadamente al 10% de las mujeres en edad reproductiva. La patogénesis de la endometriosis aún no está completamente definida y se considera un proceso multifactorial. El tratamiento suele incluir medicamentos (progestágenos) o cirugía destinada a controlar los síntomas.

Los estudios científicos han demostrado que el microbioma intestinal y vaginal puede desempeñar un papel crucial en el desarrollo y la progresión de la endometriosis. Por lo tanto, los probióticos pueden ser útiles para modular estos microbiomas y así reducir la inflamación y mejorar los síntomas.

Un microbioma intestinal disbiótico puede contribuir a un entorno hiperestrogénico debido al aumento de los niveles circulantes de estrógeno, resultado de la desconjugación de estrógenos. Esto promueve la hiperproliferación del tejido endometrial fuera del útero, causando dolor pélvico. Dado que la endometriosis suele estar influenciada por un desequilibrio hormonal, la homeostasis del microbioma puede ayudar a reducir el crecimiento y la proliferación excesiva de los tejidos endometriales. Además, la desregulación de la respuesta inmune en el microbioma también puede desempeñar un papel importante en la patogénesis de la endometriosis.

Los probióticos también interactúan con el sistema inmunológico para promover una respuesta inmune saludable y eficiente. Pueden aumentar la actividad de las células inmunitarias, como los fagocitos y las citocinas, ayudando en la erradicación de infecciones. Al mismo tiempo, estimulan las células inmunitarias para que produzcan péptidos antimicrobianos, que exhiben efectos directos contra una variedad de patógenos.

Los lactobacilos han demostrado tener efectos beneficiosos sobre el dolor asociado a la endometriosis, incluyendo la dismenorrea y el dolor pélvico crónico. Ensayos clínicos con cepas de L. gasseri muestran una reducción significativa del dolor menstrual y una mejora en la calidad de vida. Un estudio reciente con 37 mujeres con endometriosis patológicamente probada, asignadas al azar para recibir un probiótico (L. acidophilus, L. plantarum, L. fermentum y L. gasseri) o un placebo durante 8 semanas, demostró que el grupo de probióticos experimentó una reducción significativa del dolor menstrual y del dolor general en comparación con el grupo de placebo.

Para Saber Más

Si quieres conocer más detalles, puedes consultar estos estudios:

Cristina

ProbioXperts

Lissette Rodríguez Yebra

Farmacóloga . Neurofarmacologa, y fitofarmacologia

5 meses

¡Muy útil! Y seguimos con el mundo mágico de la microbiota ! Gracias 🙏🏻

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