Nietzsche y la Ventana de Overton

Me gusta la filosofía. Lo reconozco, soy un tipo raro

Suelo recurrir a ella bastante a menudo , en mi trabajo , en mi tiempo de ocio o cuando debato con mis amigos.

Creo además que la filosofía, así como la literatura pueden mejorar profundamente nuestra ¨antifragilidad ¨,  maravilloso concepto cuya importancia relativa crece si logramos entender la incertidumbre y el desorden en los tiempos que corren, pero eso es otra historia.

Como nos decía Nietzsche y nos ilustra este divertido video, hoy más que nunca se acentúan  las diferencias entre las personalidades que nos plantea , las que siguen sus propios deseos y las que siguen los de los demás, ( señores, siervos, masas , etc , la lectura de Nietzsche es apasionante )  y si profundizamos un poco más y lo llevamos a la toma de decisiones , a la reflexión de los problemas o  simplemente al desarrollo de nuestra carrera , de nuestros actos , o de nuestra vida , quizás podamos vislumbrar la lección con la que pretende ilustrarnos.

Nos hemos parado a pensar en nuestras acciones? Qué ha pasado con el pensamiento autocrítico? Tomamos nuestras propias decisiones, o lo hacen por nosotros? Son nuestras opiniones, nuestras?

Y eso me lleva directamente al segundo de los planteamientos : La ventana de Overton

La ventana de Overton es una teoría que nos describe como si de una ventana estrecha se tratase el rango de ideas que el público puede encontrar aceptable en un cierto periodo de tiempo, y que en determinados momentos ( quizás el actual ) y en base a determinados factores se abre más o menos para dejar entrar conceptos que hace tan solo un tiempo  eran impensables para la mayoría…. 

Los magos de la ventana , Trump o Putín saben de su enorme eficacia a la hora de cambiar paradigmas en un corto periodo de tiempo.

Estamos en un momento crítico en el que el conocimiento  y el análisis  han de prevalecer sobre decisiones simplistas y populistas, en donde 5 minutos de lectura del maestro Sampedro pueden ayudarnos más que 100 horas de aplausos.

Momentos como el actual es donde nos jugamos buena parte de nuestro futuro como personas, como sociedad y humanidad.